Aguas primaverales - Iván Turguéniev

[durito]

la terminé anoche

le cambiaría el título
en lugar de aguas primaverales
memorias de un hechizado

es impresionante
el final sobre todo

[Fernando Vidal]

Me he animado a leer este libro. Ojalá me resulte agradable.

[javibuddha]

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Editorial Ramón Sopena.
Título original: Вешние Воды
Nota. Si le preguntamos a un ruso (yo lo he hecho) cómo escribir el apellido, nos dará grafías tan dispares como Turgenev, Turguenev, Turgeniev, Turgueniev... Según me explicaba mi compañera, filóloga rusa, debería ser Turgenev. Otra curiosidad la traducción no es exactamente literal y de hecho Lena prefiere la traducción del título en español.

Escritor ruso. Perteneciente a una familia noble rural, pasó su infancia en la hacienda materna, hasta que se trasladó a Berlín para seguir estudios superiores, momento en que entró en contacto con la filosofía hegeliana. De vuelta a su país, inició su carrera literaria con relatos que se inscriben dentro de la estética posromántica del momento (años treinta), mientras trabajaba como funcionario público, cargo que abandonó en 1843 por un gran amor, Pauline Viardot, cantante rusa constantemente en gira, con la que Turgueniev mantuvo una apasionada relación.

Con la publicación en 1852 de Apuntes de un cazador consolidó su fama de escritor, al tiempo que era condenado al destierro de sus propiedades por parte del gobierno con motivo de un artículo sobre Gogol, autor considerado subversivo. Siguió escribiendo relatos, hasta que publicó su primera novela, Rudin (1856), en la que desarrolla por extenso su teoría de los hombres «superfluos», jóvenes intelectuales formados en la universidad e inflamados de ideas revolucionarias, incapaces, sin embargo, de operar en la sociedad. Siguen la misma línea las novelas Nido de hidalgos (1859), donde defiende ideas eslavófilas, y Vísperas (1860).

En parte como respuesta a las acusaciones recibidas por esta última, de no crear héroes positivos, escribió Padres e hijos (1862), en la que retoma sus ideas sobre los nuevos hombres progresistas, que él denominó «nihilistas», y con la que le llegó el reproche de los críticos sobre su condición de rentista que alienta de forma prudente, y sólo con la pluma, ideologías reformistas.

Turgueniev, dolido, se mantuvo a partir de entonces alejado de las controversias ideológico-políticas del momento, mientras ya estaba definitivamente instalado fuera de Rusia, a caballo entre Alemania y Francia y se dedicaba a escribir algunas novelas cortas (Aguas primaverales, 1870), relatos y algún drama y poemas en prosa. Murió en Francia al lado de Pauline, la familia de ella y algunos amigos escritores

La obra de un ruso de hace cien años como si fuera de hoy. Pasiones arrolladoras, inconstancia, traición, fuego y nieve sobre el alma (es decir afluentes, que eso significaría la palabra rusa) Luego, arrepentimientos, nostalgias...
Ambiente de Alemania de mediados del siglo XIX, con unos caracteres típicos de la época: Sanín, Gemma, Klüber... Y, sobre todo, María Nikolaevna, que da vida a la gran sorpresa final

[julia]

http://76.74.241.70/foro/viewtopic.php? ... &sk=t&sd=a

[javibuddha]

Ya estaba abierta. Lo siento. El sistema de búsqueda de textos evidentemente es falible. He usado desde dentro y desde google (me ha dado más resultado el último) Igual es porque el apellido fue escrito por Maider de forma diferente (tendré que revisarlo)
Lo escribió exactamente igual que yo (ahora entiendo menos)
El sistema de búsqueda me parece pelín complejo (lo normal es que tú pongas el título -o el autor- y aparezcan todos los enlaces relacionados con él). Supongo que todos somos víctimas del "sistema".
En estos casos, no hay mal que por bien no venga. Supone la reactivación de un tema, quizás olvidado.

[Sue_Storm]

Es una preciosidad. De los libros que más me han enganchado últimamente. Muy ameno y con un final que no me esperaba. Creo que es lo primero que leo de Turguénev y desde luego quiero seguir leyendo este autor.

[Estrella de mar]

Creo que nunca me voy a olvidar de este libro.

Recordaré a Pantaleone exclamando ¡Barbari! al hablar de vender hombres vivos. Recordaré los negros ojos del bello Emilio, al perro Tartaglia, capaz de hacer las mismas cosas que su familia humana, hasta de beber cerveza, aunque con repugnancia visible.

Se me encogió el corazón al final imaginando al viejo Sanin

partiendo hacia América.

[Ceinwyn]

Es una preciosidad. De los libros que más me han enganchado últimamente. Muy ameno y con un final que no me esperaba. Creo que es lo primero que leo de Turguénev y desde luego quiero seguir leyendo este autor.

Ay, creo que tenemos gustos tan similares.... ¡Qué alegría volver tras tantos años, ver que no queda casi nadie con un poco de pena, pero encontrar a gente afín!