San Manuel Bueno, mártir - Miguel de Unamuno

[artemisa27]

Es que no me puedo resistir a ciertas lecturas... Y desde que leí Niebla quería probar con otro más de Unamuno

[Jolines]

Pues yo ya lo he empezado. Hace años leí La tía Tula y no me gustó, así que ahora era un poco reacia a Unamuno. Por ahora me está gustando un montón...si la cosa sigue así tendré que volver a leer La tía.




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[ratonB]

Lo empecé anoche. Como siga así el tiempo igual ni pasa de este domingo.

Pues yo ya lo he empezado. Hace años leí La tía Tula y no me gustó, así que ahora era un poco reacia a Unamuno. Por ahora me está gustando un montón...si la cosa sigue así tendré que volver a leer La tía.

El mismo libro leído en diferentes momentos puede resultarnos muy diferente.

[artemisa27]

Yo lo empezaré después de comer. Es corto, y como dice Ratón, con el tiempo que hace lo acabaré hoy.


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[Jolines]

Me quedan 10 páginas para terminar. Me he desinflado un poco....me sigue gustando pero mi interés ha bajado un poco. Espero que tenga un final sorprendente o muy bueno...

[Toga]

Chicos que ando por aquí, es que tengo un aluvión de trabajo y un poco de jaleo familiar. Intentaré empezarlo esta noche

[artemisa27]

Chicos que ando por aquí, es que tengo un aluvión de trabajo y un poco de jaleo familiar. Intentaré empezarlo esta noche

¡Ánimo con todo, Toga! ¡Tú puedes con el trabajo!


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[artemisa27]

Pues yo ya lo he terminado. La verdad, no voy a negar que me ha aburrido un poco, y que no me ha entusiasmado, pese a que en pocas páginas se plasman algunos problemas eternos acerca de, por ejemplo, la existencia.

También creo que de todos modos mi impresión es fruto de mi situación, pues estoy rodeada de religiosidad en mi vida, y cualquier creencia a la que se aferre la gente solo por consuelo y autoengaño me parece una cosa muy estúpida.

Estoy totalmente de acuerdo con la idea que hay presente en el texto de que la religión y cualquier tipo de creencia es un consuelo, independientemente de lo que haya de verdad en ella.

Pero la actitud de don Manuel me ha irritado muchísimo. Más que nada porque no es feliz,

su fingimiento no le conduce a la felicidad. ¿Entonces a santo de qué su santidad y su falsedad? ¿Solo por hacer feliz al pueblo? El pueblo sería igual de feliz con sus creencias fingiese o no don Manuel. Es que la actitud de don Manuel me parece absurda

Lo único que alabo en este personaje es su altruismo.

Si crees, crees. Y si no crees, no crees. Y punto.


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[Jolines]

Yo también lo he terminado. Pse, no me ha acabado de convencer. Si Don Manuel se nos hubiera presentado como alguien feliz viviendo hacia los demás aunque tuviera su incredulidad hacia la fe, aun. Pero no entiendo el personaje ni su situación, ni sus decisiones.


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[artemisa27]

Yo también lo he terminado. Pse, no me ha acabado de convencer. Si Don Manuel se nos hubiera presentado como alguien feliz viviendo hacia los demás aunque tuviera su incredulidad hacia la fe, aun. Pero no entiendo el personaje ni su situación, ni sus decisiones.


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exacto, eso mismo me ha pasado a mí.


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[ratonB]

Me queda un tironcillo que me lo estoy reservando para después de cenar. A mi si me está gustando mucho. El Unamuno más existencialista planteando un tema que va a estar siempre presente.

La forma de actuar de Don Manuel no la reduciría sólo a no querer desengañar a la clase de párvulos con los reyes magos por no ser cruel... a ver si lo acabo. Unos comentarios atrás decía que hay libros que tienen su momento, que no te van a decir lo mismo si lo lees con veinte que con cuarenta, por ejemplo. Estoy seguro que este va a ser uno de ellos

[artemisa27]

Sí, eso es cierto. Es de esos libros que dependen del momento y la situación. Por eso he escrito en mi primer comentario que igual en parte no me ha gustado por la etapa de mi vida que estoy pasando o lo que sea. Pero vamos, que de momento no cambio de opinión.


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[ratonB]

Si no se ha sido nunca creyente se hará difícil entender la actitud de Unamuno a través de su personaje.

Ese dilema que se le plantea al protagonista seguro todo creyente se lo ha planteado en algún momento,lo que ocurre que en este caso se agrava por su condición de sacerdote y hombre venerado ¿Como salir de sa gran mentira piadosa? ¿Si ha dejado de ser creyente porqué seguir engañando al pueblo? Prefiere vivir sufriendo con su contradicción a que sus parroquianos sufran. Esa paradoja que se crea me recuerda a la Filosofía de Séneca, aquello que la verdadera virtud es la que no espera premio ni ausencia de castigo. La postura que toma Don Manuel es el verdadero altruismo y la que nos hace más humanos; así lo entiendo yo y lo entendió Lázaro al renunciar a su progresismo y sumarse al engaño.

Esto me ha encantado, creo que resume la filosofía de Don Manuel, y es toda una reivindicación del agnosticismo:

Por que hay dos clases de hombres peligrosos y nocivos: los que convencidos de la vida de ultratumba, de la resurrección de la carne, atormentan, como inquisidores que son, a los demás para que,despreciando esta vida como transitoria, se ganen la otra, y los que no creyendo más que en este, esperan no sé qué sociedad futura, y se esfuerzan en negarle al pueblo el consuelo de creer en otro...

La novela es narrada por Angelita, uno de los personajes, y hacia el final, a modo de epílogo, aparece Unamuno como autor no como Narrador; eso de colarse en su propia novela me ha recordado a Niebla.

[artemisa27]

Mira, Ratón, yo he sido creyente desde pequeña porque mi familia es ultra católica. A los 14 años empecé a plantearme las cosas que había aceptado sin discusión desde mi posición de hija que cree que sus padres hablan la verdad absoluta. Pero bueno, seguí creyendo, y creyendo de verdad hasta los 16, donde atravesé una crisis de fe, que por cierto ya tocaba. A esa edad empecé a devorar libros de filosofía y teología sin fin intentando ver si lo que creía era cierto o no. Total que después de un año dije: no más, el catolicismo está lleno de contradicciones y no puedo seguir en él. Ya no creía.

Tras esto venía el momento de decírselo a mis padres. Yo tenía un miedo terrible. Pensé que sería mejor fingir, por evitarles el disgusto. Pero al final me dije: no. No podía ser así de falsa, vivir conforme a unas cosas que no creía solo por hacerles felices. Podéis llamarme egoísta, pero primero uno a veces tiene que mirar por su felicidad. Me sentí fatal el primer día que fui a misa y comulgué sabiendo que yo pensaba que todo era una pantomima. También me sentí fatal por la mentira que estaba haciendo creer a toda mi familia. Se lo dije a mi madre y no hubo ningún problema. Se lo dije a mi padre y como yo ya sabía, fue el infierno.

Todavía hoy pienso que sería muy fácil reconciliarme con mi padre diciéndole que he vuelto al catolicismo. Pero las cosas no funcionan así.

O crees o no crees, y no hay más. Así que pese a todo el altruismo de don Manuel, no puedo excusar su falsedad. Lo siento, pero no puedo.

Desde el punto de vista de cuando yo era católica, además, me parece una burla intolerable hacia el verdadero cristiano, el que cree que las misas y las oraciones y los dogmas son sagrados, el aceptar las prácticas cristianas solo por hacer feliz a un pueblo. Pueblo que por otra parte yo creo que sin su Manuel o sin él seguiría creyendo en la otra vida por la necesidad de auto-consuelo.

En fin, no sé si habré conseguido expresarme adecuadamente, pero esta es mi opinión sobre la actitud de don Manuel.

Y por cierto, a mí me encanta ese acto de Unamuno de colarse en su propia obra como autor.


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[ratonB]

Ya, te entiendo perfectamente. Tu caso es parecido al de generaciones enteras, incluido el mío. Pero ese no es exactamente el del protagonista la novela. Una cosa es que nos caigamos del caballo nosotros, que pueda crearnos un problema familiar, y otra que se caiga alguien que va para Santo y en el que una comarca entera tiene fe ciega...