Terminado. Si La Cartuja de Parma y Rojo y Negro son las obras cumbres de Stendhal, ya puedo decirlo. No me gusta Stendhal.
Me costo entrar en la novela, mejoró con la llegada a París, pero en ningún momento ha conseguido engancharme o emocionarme. Puede que los personajes estén psicológicamente muy conseguidos, pero Julián es frío, calculador, manipulador, y finalmente, ilógico, ya que toda su trayectoria anterior no me casa bien con la caída del burro que tiene finalmente, cuando ve la luz de su amor de siempre por la Sra. Renal. El personaje de Matilde se puede comprender como una niñata bien, joven, con la cabeza llena de pajaritos, de historias épico románticas de tiempos pasados, pero tampoco consiguió llegarme. Y la Sra. Renal al final es la única que tiene realmente calidez, y cercanía, y es el personaje del que puedes ciertamente entender la evolución
de matrona aburrida pero acostumbrada a su vida junto al marido que le tocó a la pasión desatada que siente por Julián, sus remordimientos, su "conversión", la traición a Julián dictada por su confesor, y su final, único lugar en el que se ve el romanticismo de la novela. |
Pero por parte del protagonista, parece que es más el deber lo que maneja su vida, y apenas sí hay sentimiento alguno a lo largo de toda la novela.
Incluso su alocución final, que le lleva de cabeza a la guillotina, no está dictada más que por el orgullo, por el deber más que por el remordimiento, y creo incluso que por las ganas de librarse de la asfixia que le produce Matilde  |
Y en cuanto al estilo, está claramente pensada para un lector de su momento. Las referencias a la política se hacen pesadas, porque si al menos hubiera una acción que las justificara, que diera emoción a la parte política de la novela, tendría su pase, pero la verdad es que esos han sido los tramos más soporíferos del libro.
Pestiño la he llamado en otro lugar del foro.

No creo que llegue a tanto, pero me ha costado acabarla.
A ver qué le parece a Hypathia
