Este párrafo que citas confirma uno de los elementos descriptivos que mejor sabe usar Galdós, no tan solo en esta novela sino en toda su producción. Me refiero a la animalización de los personajes como recurso degradante. Lo hizo ya con anterioridad en otra espléndida novela, Miau, cuyo mismo título hace referencia al maullido de unas "gatas" (mujeres protagonistas de la novela, en realidad), que se comportan con todas las características de ese animal.happykent escribió: Hay párrafos buenísimos, como por ejemplo:
"Si vale comparar rostros de personas con rostros de animales, y si para conocer a la Burlada podríamos imaginarla como un gato que hubiera perdido el pelo en una riña, seguida de un chapuzón, digamos que era la Casiana como un caballo viejo, y perfecta su semejanza con los de la plaza de toros, cuando se tapaba con venda oblicua uno de los ojos, quedándose con el otro libre para el fisgoneo y vigilancia de sus cofrades"... Buenísimo
El recurso será explotado, pocos años después por el genial Valle-Inclán, como elemento rompedor en sus esperpentos (Véase Tirano Banderas o Luces de bohemia...)
Un abrazo
klatubaradaniktó