Ángel Guerra - Benito Pérez Galdós

[klatubaradaniktó]

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De las tres partes de la novela, ya me he ventilado la primera.

Y, en efecto, da la impresión de que hemos llegado a un punto cenital de la obra. Ya han muerto dos de los personajes relevantes y ahora el camino está expedito para que Ángel establezca su vida apoyándose en el dinero que ha heredado. Nada más lógico, pues, que Ángel se case con su gran amor, Dulcenombre. Lo cierto es que en Ángel se inicia una transformación poco habitual. El aya de su hija, Leré, es ahora, dulce y graciosa; beata, pero atractiva; mucho más maciza (perdón los puristas) que Dulcenombre y, por tanto, mucho más apetecible... Pero ella tiene sus planes: Leré quiere ingresar como novicia en un convento toledano y, por supuesto, no quiere ni oír hablar de novios ni casorios. Ángel se debate en la duda... ¿qué hacer? En un golpe incomprensible, rompe con Dulcenombre en medio de una tremolina importante y discutiendo a brazo partido, no solo con su amante, sino también con el tío de ella, don Pito, personaje marinero y "chalao" donde los haya...

Así que la segunda parte comienza con un éxodo general a Toledo a donde ha emigrado la "bella"... Por cierto, en la imagen, lápida que se colocó en Toledo en 1923 a la memoria de la redacción de Ángel Guerra. Es la única foto que he encontrado. No se ve muy bien, así que si alguien encuentra otra, la podemos cambiar...

Vamos allí también...

klatubaradaniktó

[azucena]

¡Voy a dejar de perder el tiempo en el forillo y me voy a leer!

... como estoy la última no os leo hasta que os alcance...

De último estoy yo, que leo pero a paso de tortuga por cuestiones que no vienen al caso.

En el pelotón nos veremos

[RAOUL]

Bueno, me quedan algunas páginas para acabar la primera parte. A mí está gustando, francamente. Y mucho, añadiría. Sí que está interesante el triángulo que se ha formado. Con el polígono complejo de los Babeles por ahí.

Las tres figuras principales (Ángel, Leré y Dulcenombre) son tan distintas como atractivas. Y, en cierto modo, hay como un regreso de Galdós a sus novelas de tesis. O un experimento. Someter a una fiera a un tormento, a unas experiencias encadenadas, brutales y profundas que lleven a a crisis violenta. Estamos en ver lo que sale de la crisálida, de la cueva o de la batidora.

La novela no se cae de las manos, no. En absoluto.

[azucena]

Bueno, me quedan algunas páginas para acabar la primera parte. A mí está gustando, francamente. Y mucho, añadiría. Sí que está interesante el triángulo que se ha formado. Con el polígono complejo de los Babeles por ahí.

Las tres figuras principales (Ángel, Leré y Dulcenombre) son tan distintas como atractivas. Y, en cierto modo, hay como un regreso de Galdós a sus novelas de tesis. O un experimento. Someter a una fiera a un tormento, a unas experiencias encadenadas, brutales y profundas que lleven a a crisis violenta. Estamos en ver lo que sale de la crisálida, de la cueva o de la batidora.

La novela no se cae de las manos, no. En absoluto.

Estoy leyendo muy poco, pero son días de mucha faena y llego agotada al final del día... a ver si me pongo las pilas. Voy por la muerte de la madre que no me esperaba, creía que daría más "faena" la señora, no sólo el dejarle a él huérfano y heredero de tanto dinero.

[Despinetta]

Me pasa igual.
Me pongo hoy y le doy un buen empellón.

[azucena]

Me pasa igual.
Me pongo hoy y le doy un buen empellón.

Un buen avance no le di anoche, pero vamos, de muerte en muerte y tiro porque me toca Quitando la trama tan "alegre" el libro lo estoy disfrutando, pero me sucede casi siempre con Galdós, cada párrafo, cada explicación, casi cada frase, todo es disfrutable. Este autor se lee siempre con gozo.

[Despinetta]

Me pasa igual.
Me pongo hoy y le doy un buen empellón.

Un buen avance no le di anoche, pero vamos, de muerte en muerte y tiro porque me toca Quitando la trama tan "alegre" el libro lo estoy disfrutando, pero me sucede casi siempre con Galdós, cada párrafo, cada explicación, casi cada frase, todo es disfrutable. Este autor se lee siempre con gozo.

Eso, fijo.
Me quejo de que el día no tenga más horas y el trabajo me ocupe tantas.

[RAOUL]

Bueno, poco a poco, que no hay prisa

Acabé la primera parte. De notable alto si hubiera que ponerle una nota, aunque no resulta necesario. Algunas cosas y repeticiones, improntas de la casa, si no molestan podrían quitarse. Pero qué importa... El último capítulo me ha parecido formidable. Uno pensaría que el autor iba a ir por otro lado tras el último encuentro de Ángel y Dulce, pero no... Se queda con Dulce, desconsolada Ariadna, hace que aparezca por allí don Pito y en clave marinero -recurso quizás excesivo- y en tono sórdido y etílico, desplaza a los personajes a Toledo por referencias, indirectamente, sin mostrarnos a los personajes mudándose. Y el diálogo final de tío y sobrino en la noche, hacia Cibeles (Máx Estrella y Latino de Hispalis a su modo) es un gran remate.

No me extraña que Buñuel quisiera adaptar esta novela. Esas escenas que, realmente, con su punto erótico-religioso... Por ejemplo, la de Ángel practicando un agujero y espiando a Leré (que a mí me ha hecho pensar en Norman Bates espiando a Marion, en Psicosis). El corsé. Ese proyecto de harén. El contraste entre Dulce, un esqueleto vestido, y la exuberante Leré, que tiene -pudiéramos decir- una relación difícil con sus pechos ("no te hagas ilusiones, que todo es lana")...

Pues muy bien, muy bien...

[klatubaradaniktó]

Ya nos hemos introducido en la Segunda Parte de la novela... Un par de capítulos llevamos... o algo más, tal vez...

Klatu, eres un prodigio de imprecisión...

Bueno. Hemos cambiado de ubicación totalmente... pero no solamente han cambiado los protagonistas, no... Todo el mundo está ahora en Toledo. Madrid ya no existe... ¿quién dijo Madrid? Nos vamos todos a Toledo... no solo de paseo, no. Vamos a vivir. Esa es, por lo menos, la intención que tienen los Babeles. "Vamos a montar piso en Toledo"... dice la aristócrata... "así que nos hemos traído hasta a nuestra hija, para que nos asesore y se establezca con nosotros y, de paso, a ver si puede pillar otra vez a aquel novio tan "bienplantao", que nunca debió huir como lo hizo... pero, vaya, que todo se lo perdonamos".
Claro está que Galdós no es rácano con los personajes. No solo recicla a los que aún están de buen ver... no. Hay otros que nos son presentados y que incluso nos hace ilusión conocerlos, por lo entrañables que resultan. Uno de los tíos de Leré ve venir el percal de lejos... y, aunque él mismo es eclesiástico, no ve con buenos ojos eso de que su sobrinita del alma se vaya a un convento por muy bienhechor de dolientes que sea. No. Él quiere que su sobrinita maciza se lleve el gato al agua con don Ángel Guerra, que, por supuesto, es santo de su devoción, habida cuenta de los millones que ha heredado recientemente. Él, tan ahorrador, tan parco en gastos, tan tacaño... prefiere la "pela" a las mieles del paraíso... aunque si pueden ser ambas cosas, tanto mejor...

El caso es que tenemos a Angelito rabiando de amor por su antigua criada y sin obtener de ella ni el más acre desprecio... ¿Qué haremos, Ángel? ¿Qué haremos?

Otra cosa: La descripción del Toledo decimonónico, excelente... con un sentido arqueológico y ancestral que hace las delicias de lectores y nostálgicos...

Muy bien la novelita... me alegro de conocerla... y leerla...

Sigo con ella.

klatubaradaniktó

[Despinetta]

Voy al segundo libro.
A Ángel Guerra lo veo como un Juanito Santa Cruz sobrevenido y que no tiene nada claro. Me cae fatal, al contrario que las mujeres; tanto Leré como Dulcenombre son de carne y hueso (o así me las ha colocado Galdós). Un genio escribiendo: vaya monólogos internos los de la madre y Ángel.
Veremos la continuación. Me despista la tesis D. Benito.

[klatubaradaniktó]

Cigarral.jpg

Ya voy por la mitad de la obra. Capítulo IV de la Segunda parte...

Estamos en un "impasse". Ángel se da cuenta de los terribles esfuerzos que deberá hacer si quiere ganarse el amor de la futura monja. Es verdad que casi todo el mundo se compincha con nuestro héroe para hacerse con los favores de Leré, pero la chica está muy radicalizada y, aunque permite las visitas de su galante amigo y antiguo señor, su resolución es firme y nada va - dice - a hacerle cambiar de metas...
Ante tal evidencia, Ángel decide marcharse a meditar sobre su futuro y, a la vez, alejarse de las influencias de amigos, parientes, Babeles y demás mosconería revolera... Estando en Toledo es inevitable que acabe en el cigarral de su propiedad, a apenas cuarenta minutos del Puente de San Martín. Allí no se lleva libros, ni amigos, ni nada... solo confía en los cigarraleros, sus trabajadores que lo alimentan y cuidan de su persona... Parece un futuro héroe del 98', como los personajes de Baroja y demás... cerrados en sí mismos, sin querer tener relación con la sociedad y rumiando sus desdichas y las de España... Bueno, no. Ángel no es un personaje de Baroja, por tanto, se la trae al pairo que España vaya bien , mal o regular... Su etapa politicona ya ha pasado y no piensa volver a ella. España puede quedarse en manos de repúblicas, reyezuelos o reyezuelas, dictadores (ay, no... que eso será en el siglo XX) o militares... Me da igual. Mi problema soy yo, no España. ¿Qué hago? ¿Por qué no me quiere? Ay, Leré, Leré...
No está tan solo como parece... Una tarde, Ángel ve a parecer a un antiguo enemigo, reconvertido en amigo... Don Pito, el marinero. O me acoge usted en el cigarral y me cuida, me da de comer y un techo... o me tiro al río, don Ángel. Mi familia me desprecia y no quiero volver con mi hijo Naturaleza (es apodo, no nombre). Llevo tres días dándole vueltas al tema, Ángel... Estoy en sus manos...
Pues, ¿qué remedio queda? Pase usted y acomódese lo mejor que pueda...

Gracias, Don Ángel. Que Dios se lo pague...

No sé. No sé...

klatubaradaniktó

[Gretogarbo]

Como ya he comentado en otro hilo, a ver si a partir de mañana me pongo en serio con esta lectura. He estado todo el mes de vacaciones y he disfrutado más de otros placeres. Ustedes me disculpen mi poca formalidad.

[Despinetta]

Yo, que guardo cama, inicio y concluyo el segundo libro.
Catarrazo.
Klatu, no te comento aún por eso.

[Despinetta]

Cigarral.jpg



Ya voy por la mitad de la obra. Capítulo IV de la Segunda parte...

Estamos en un "impasse". Ángel se da cuenta de los terribles esfuerzos que deberá hacer si quiere ganarse el amor de la futura monja. Es verdad que casi todo el mundo se compincha con nuestro héroe para hacerse con los favores de Leré, pero la chica está muy radicalizada y, aunque permite las visitas de su galante amigo y antiguo señor, su resolución es firme y nada va - dice - a hacerle cambiar de metas...
Ante tal evidencia, Ángel decide marcharse a meditar sobre su futuro y, a la vez, alejarse de las influencias de amigos, parientes, Babeles y demás mosconería revolera... Estando en Toledo es inevitable que acabe en el cigarral de su propiedad, a apenas cuarenta minutos del Puente de San Martín. Allí no se lleva libros, ni amigos, ni nada... solo confía en los cigarraleros, sus trabajadores que lo alimentan y cuidan de su persona... Parece un futuro héroe del 98', como los personajes de Baroja y demás... cerrados en sí mismos, sin querer tener relación con la sociedad y rumiando sus desdichas y las de España... Bueno, no. Ángel no es un personaje de Baroja, por tanto, se la trae al pairo que España vaya bien , mal o regular... Su etapa politicona ya ha pasado y no piensa volver a ella. España puede quedarse en manos de repúblicas, reyezuelos o reyezuelas, dictadores (ay, no... que eso será en el siglo XX) o militares... Me da igual. Mi problema soy yo, no España. ¿Qué hago? ¿Por qué no me quiere? Ay, Leré, Leré...
No está tan solo como parece... Una tarde, Ángel ve a parecer a un antiguo enemigo, reconvertido en amigo... Don Pito, el marinero. O me acoge usted en el cigarral y me cuida, me da de comer y un techo... o me tiro al río, don Ángel. Mi familia me desprecia y no quiero volver con mi hijo Naturaleza (es apodo, no nombre). Llevo tres días dándole vueltas al tema, Ángel... Estoy en sus manos...
Pues, ¿qué remedio queda? Pase usted y acomódese lo mejor que pueda...

Gracias, Don Ángel. Que Dios se lo pague...

No sé. No sé...

klatubaradaniktó

Pillada.
Le cae bien a todos, menos a mí. Es un hombre muy veleta.
Y Don Pito sabe "la mar". Ahora, que se aproveche...

[Despinetta]

A por la Tercera parte.
Sin destripar nada, me parece que es una novela de tesis donde opone lo terrenal y lo espiritual para mostrarnos la correcta o errónea elección.
Siguen encantándome Leré y Dulcenombre (su tránsito me asombra mucho) y Ángel Guerra honra su nombre.
Vaya galería de personajes y retrato sociocultural ofrece Galdós. Y hemos pasado de la irritable y temible Madrid a la (aparentemente) tranquila y beatífica Toledo.
Veremos cómo sigue esto.
Preveo asombro.