Cuéntame un cuadro (Juego)
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Re: Cuéntame un cuadro (Juego)
Estos agapimús sí que me gustan.
Por un cachito de la mar de Cai les cambio el cielo que han prometío.
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Re: Cuéntame un cuadro (Juego)
Hola, en el cuento de Megan se ve de que no tienen en cuenta que los humanos evolucionan y por eso estan vestidos de diferentes épocas. Es curioso, porque esa civilización que está hablando no entiende la evolución por lo que supongo que llevarán en su estado mucho tiempo.
Microrelatos. Los foreros escriben. Valentina y su vacuna. Mimo el mimoso. Aurora la no durmiente. Cenicienta la no ceniza. Cuéntame un cuadro. La diosa Eleazar. El burro de la pequeña Papitue y +.
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Re: Cuéntame un cuadro (Juego)
Lo que pasa por creer que los extraterrestres son terriblemente listos. Me encantó el cuento
Toca subir cuadro
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Antiguo proverbio árabe:
Si vas por el desierto y los tuaregs te invitan a jugar al ajedrez por algo que duela, acepta, pero cuida mucho tu rey.
Si vas por el desierto y los tuaregs te invitan a jugar al ajedrez por algo que duela, acepta, pero cuida mucho tu rey.
Re: Cuéntame un cuadro (Juego)
Me alegro que les gustara, chicas/os, .
Pongo un cuadro, si vuelvo a hacer el tercer micro, que ponga otro el cuadro,
Autor: Karen Noles (1947, Nebraska)
Nombre: Nativos norteamericanos
Año: 2017
Material: Lienzo
Técnica: Óleo
Pongo un cuadro, si vuelvo a hacer el tercer micro, que ponga otro el cuadro,
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- Atreyuyfuyu
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Re: Cuéntame un cuadro (Juego)
Ahí voy.
El burro de la pequeña Papitue.
Mi burro el gigante era el asno de mayor tamaño de todos los poblados del norte, yo tuve la suerte de tenerlo porque mi padre era el jefe del poblado y le regalaban a menudo cosas gigantes, tanto vivas como muertas. Yo cumplí 12 años aquel día y cuando alcanzamos esa edad nos suelen regalar caballos para cabalgar por las llanuras y presumir de tener estos magníficos animales. Como todavía me falta por crecer, le dije a mi padre que me regalase un animal un poco más pequeño que el caballo, pero dado que él quería un animal ejemplar para mi, me regalo un burro gigante. Y, a caballo regalado, no le mires el diente. La verdad es que lo prefiero ya que su pelo es más suave, esponjoso y parece que muestra sus sentimientos más que un caballo. Cuando lo llamo viene corriendo a mi con ese galope irregular y pega su cabeza contra mi pecho para resfregarse. Para lavarlo es igual de tedioso que un animal grande, pero disfruto de su compañía. Suelo pasar tardes enteras cabalgando por mi zona pues mi burro necesita ejercitarse. El viento choca contra mi cara peinando mi cabello hacia atrás, al igual que a mi jumento. Una tarde, nos cercaron un grupo de chacales, y mi burro les dió su merecido. Al ser un gigante, les estampó con sus patas traseras con toda la agilidad que le permitía su cuerpo. Además de ser un excelente amigo, te ampara.
En mi poblado éramos los Papitue, un grupo de gente bien preparada para vivir en aquellas tierras áridas, vivíamos de las pieles que los cazadores conseguían de sus viajes. Y era normal vernos en grupos de doce revisando nuestras tierras. A nuestra situación del norte todavía no había muchos avistamientos de soldados americanos, así que en ese sentido estábamos bastante contentos.
Ahora ya tengo 14 años y mi padre ha llegado a un acuerdo con los Yuka, resulta que el jefe de nuestros vecinos tiene un hijo de mi misma edad. Yo estoy dispuesta a hacer lo que sea por honrar a mi pueblo y a mi padre. Así que, cuando vi al joven, solo le pedí una condición para contraer la unión, que aceptase que mi asno me acompañará siempre.
Oye, me encanta el cuadro. Ha sido divertido contar una historia de una India. Aunque no he hablado mucho de los indios.
El burro de la pequeña Papitue.
Mi burro el gigante era el asno de mayor tamaño de todos los poblados del norte, yo tuve la suerte de tenerlo porque mi padre era el jefe del poblado y le regalaban a menudo cosas gigantes, tanto vivas como muertas. Yo cumplí 12 años aquel día y cuando alcanzamos esa edad nos suelen regalar caballos para cabalgar por las llanuras y presumir de tener estos magníficos animales. Como todavía me falta por crecer, le dije a mi padre que me regalase un animal un poco más pequeño que el caballo, pero dado que él quería un animal ejemplar para mi, me regalo un burro gigante. Y, a caballo regalado, no le mires el diente. La verdad es que lo prefiero ya que su pelo es más suave, esponjoso y parece que muestra sus sentimientos más que un caballo. Cuando lo llamo viene corriendo a mi con ese galope irregular y pega su cabeza contra mi pecho para resfregarse. Para lavarlo es igual de tedioso que un animal grande, pero disfruto de su compañía. Suelo pasar tardes enteras cabalgando por mi zona pues mi burro necesita ejercitarse. El viento choca contra mi cara peinando mi cabello hacia atrás, al igual que a mi jumento. Una tarde, nos cercaron un grupo de chacales, y mi burro les dió su merecido. Al ser un gigante, les estampó con sus patas traseras con toda la agilidad que le permitía su cuerpo. Además de ser un excelente amigo, te ampara.
En mi poblado éramos los Papitue, un grupo de gente bien preparada para vivir en aquellas tierras áridas, vivíamos de las pieles que los cazadores conseguían de sus viajes. Y era normal vernos en grupos de doce revisando nuestras tierras. A nuestra situación del norte todavía no había muchos avistamientos de soldados americanos, así que en ese sentido estábamos bastante contentos.
Ahora ya tengo 14 años y mi padre ha llegado a un acuerdo con los Yuka, resulta que el jefe de nuestros vecinos tiene un hijo de mi misma edad. Yo estoy dispuesta a hacer lo que sea por honrar a mi pueblo y a mi padre. Así que, cuando vi al joven, solo le pedí una condición para contraer la unión, que aceptase que mi asno me acompañará siempre.
Oye, me encanta el cuadro. Ha sido divertido contar una historia de una India. Aunque no he hablado mucho de los indios.
Última edición por Atreyuyfuyu el 01 Jul 2022 20:05, editado 1 vez en total.
Microrelatos. Los foreros escriben. Valentina y su vacuna. Mimo el mimoso. Aurora la no durmiente. Cenicienta la no ceniza. Cuéntame un cuadro. La diosa Eleazar. El burro de la pequeña Papitue y +.
Re: Cuéntame un cuadro (Juego)
Muy bonito, Atre, emotivo y encantador, gracias por participar, .
No hablaste mucho de los indios, pero sí le diste protagonismo al hermoso burrito, .
No hablaste mucho de los indios, pero sí le diste protagonismo al hermoso burrito, .
- Mister_Sogad
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Re: Cuéntame un cuadro (Juego)
EN ESPÍRITU
Una vez más se vio forzada a despertar. Era uno de esos sueños que se repetían cada cierto tiempo, esos que le daban escalofríos porque sabía que venían de lejos, de sus antepasados nativo americanos. Le fascinaban y le hubiera gustado permanecer en cada uno mucho más tiempo, pero algo la empujaba a despertar y eso la frustraba.
Eran muy lúcidos y lograba recordarlos a grandes rasgos. Ojalá supiera descifrarlos, pero había sido tan idiota en su vida que apenas se había interesado por la cultura de sus abuelos, aunque de eso tenían parte de culpa sus padres. Ahora, a punto de cumplir los setenta y cinco, no quedaba nadie que pudiera ayudarla con sus dudas y estaba convencida de que aquellos sueños procedían del mundo de los espíritus, y que estos querían enseñarle algo.
Esa noche el sueño había sido el de la niña y el burrito con manchas. El rostro infantil le recordaba al suyo propio, quizá mezclado con el de su madre o incluso su abuela, aunque tenía la intuición de que no era ninguna de ellas. Quizá era solo una representación, una metáfora. El burrito le recordaba a una talla de madera sobre una repisa en la humilde casa de sus abuelos. Alguna vez, de pequeña, había cogido aquella pequeña escultura y había jugado con ella hasta que su abuelo se la arrebataba con expresión seria.
En el sueño había dos voces, una poderosa, fría y cortante como la roca, que impelía a la niña a hacer cosas. La otra era como un susurro suave y cálido, que formaba palabras y frases arrastradas por el viento. La pequeña obedecía a la una mientras a la vez escuchaba los consejos de la otra. Y así los pies descalzos corrían por un campo de hierba alta empujados por lo que debía hacerse, mientras sorteaba las serpientes y trampas que un murmullo le advertía.
La sonrisa nunca abandonaba a la niña. Parecía encantada de correr y correr. A veces cerraba los ojos y abría los brazos avanzando mientras su melena azabache creaba largas ondas tras ella. A mitad de camino un burro joven se unía a su carrera, acompañándola con el rítmico golpeteo de sus cascos sobre la extensa pradera. El pelaje equino era blanco jalonado de manchas negras que parecían moverse libremente por todo el cuerpo.
En un momento dado, justo cuando los ojos infantiles volvían a cerrarse para disfrutar del feliz avance, el burrito la golpeaba con fuerza con su cabeza haciendo que trastabillara y chocara contra el suelo. La niña se enderezaba entonces perpleja y descubría que a tan sólo unos pasos se abría un profundo barranco. Acercándose al pequeño equino lo abraza agradecida. Ambos juntan sus cabezas, una luz destella entre ellas y...
El sueño se acaba.
Una vez más se vio forzada a despertar. Era uno de esos sueños que se repetían cada cierto tiempo, esos que le daban escalofríos porque sabía que venían de lejos, de sus antepasados nativo americanos. Le fascinaban y le hubiera gustado permanecer en cada uno mucho más tiempo, pero algo la empujaba a despertar y eso la frustraba.
Eran muy lúcidos y lograba recordarlos a grandes rasgos. Ojalá supiera descifrarlos, pero había sido tan idiota en su vida que apenas se había interesado por la cultura de sus abuelos, aunque de eso tenían parte de culpa sus padres. Ahora, a punto de cumplir los setenta y cinco, no quedaba nadie que pudiera ayudarla con sus dudas y estaba convencida de que aquellos sueños procedían del mundo de los espíritus, y que estos querían enseñarle algo.
Esa noche el sueño había sido el de la niña y el burrito con manchas. El rostro infantil le recordaba al suyo propio, quizá mezclado con el de su madre o incluso su abuela, aunque tenía la intuición de que no era ninguna de ellas. Quizá era solo una representación, una metáfora. El burrito le recordaba a una talla de madera sobre una repisa en la humilde casa de sus abuelos. Alguna vez, de pequeña, había cogido aquella pequeña escultura y había jugado con ella hasta que su abuelo se la arrebataba con expresión seria.
En el sueño había dos voces, una poderosa, fría y cortante como la roca, que impelía a la niña a hacer cosas. La otra era como un susurro suave y cálido, que formaba palabras y frases arrastradas por el viento. La pequeña obedecía a la una mientras a la vez escuchaba los consejos de la otra. Y así los pies descalzos corrían por un campo de hierba alta empujados por lo que debía hacerse, mientras sorteaba las serpientes y trampas que un murmullo le advertía.
La sonrisa nunca abandonaba a la niña. Parecía encantada de correr y correr. A veces cerraba los ojos y abría los brazos avanzando mientras su melena azabache creaba largas ondas tras ella. A mitad de camino un burro joven se unía a su carrera, acompañándola con el rítmico golpeteo de sus cascos sobre la extensa pradera. El pelaje equino era blanco jalonado de manchas negras que parecían moverse libremente por todo el cuerpo.
En un momento dado, justo cuando los ojos infantiles volvían a cerrarse para disfrutar del feliz avance, el burrito la golpeaba con fuerza con su cabeza haciendo que trastabillara y chocara contra el suelo. La niña se enderezaba entonces perpleja y descubría que a tan sólo unos pasos se abría un profundo barranco. Acercándose al pequeño equino lo abraza agradecida. Ambos juntan sus cabezas, una luz destella entre ellas y...
El sueño se acaba.
Re: Cuéntame un cuadro (Juego)
Precioso, Tigretón, muy dulce y encantador, gracias por pasar por aquí y participar, .
Es una alegría verte, .
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- Mister_Sogad
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- Ubicación: Perdido en mis pensamientos
Re: Cuéntame un cuadro (Juego)
Gracias @Megan
A ver si pillo carrerilla y escribo más!
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- Atreyuyfuyu
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Re: Cuéntame un cuadro (Juego)
Gracias por el cumplido @Megan.
Guau, que guay el relato de Mister_sogad. Hace lo que quiera con la historia y tiene el control sobre lo que cuenta. Me ha encantado.
Guau, que guay el relato de Mister_sogad. Hace lo que quiera con la historia y tiene el control sobre lo que cuenta. Me ha encantado.
Microrelatos. Los foreros escriben. Valentina y su vacuna. Mimo el mimoso. Aurora la no durmiente. Cenicienta la no ceniza. Cuéntame un cuadro. La diosa Eleazar. El burro de la pequeña Papitue y +.
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Re: Cuéntame un cuadro (Juego)
—¡Un Pequeño Poni! ¡Pedí un Pequeño Poni!
El burro guardó un prudente silencio.
No vale como tercer relato
El burro guardó un prudente silencio.
No vale como tercer relato
Antiguo proverbio árabe:
Si vas por el desierto y los tuaregs te invitan a jugar al ajedrez por algo que duela, acepta, pero cuida mucho tu rey.
Si vas por el desierto y los tuaregs te invitan a jugar al ajedrez por algo que duela, acepta, pero cuida mucho tu rey.
Re: Cuéntame un cuadro (Juego)
¿Porque esas dos frases eran el micro?, más bien se asemejaba a una bacteria, .Yayonuevededos escribió: ↑02 Jun 2022 12:07 —¡Un Pequeño Poni! ¡Pedí un Pequeño Poni!
El burro guardó un prudente silencio.
No vale como tercer relato
Pues no, no vale como microrrelato, lo siento, Yayo, .
- Yayonuevededos
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Re: Cuéntame un cuadro (Juego)
Eso es lo que dije, que no vale como tercer relato. Es un pequeño chascarrillo.Megan escribió: ↑02 Jun 2022 20:24¿Porque esas dos frases eran el micro?, más bien se asemejaba a una bacteria, .Yayonuevededos escribió: ↑02 Jun 2022 12:07 —¡Un Pequeño Poni! ¡Pedí un Pequeño Poni!
El burro guardó un prudente silencio.
No vale como tercer relato
Pues no, no vale como microrrelato, lo siento, Yayo, .
Antiguo proverbio árabe:
Si vas por el desierto y los tuaregs te invitan a jugar al ajedrez por algo que duela, acepta, pero cuida mucho tu rey.
Si vas por el desierto y los tuaregs te invitan a jugar al ajedrez por algo que duela, acepta, pero cuida mucho tu rey.
Re: Cuéntame un cuadro (Juego)
Me gustan los «chascarrillos», como dicen ustedes, .Yayonuevededos escribió: ↑02 Jun 2022 22:24Eso es lo que dije, que no vale como tercer relato. Es un pequeño chascarrillo.Megan escribió: ↑02 Jun 2022 20:24¿Porque esas dos frases eran el micro?, más bien se asemejaba a una bacteria, .Yayonuevededos escribió: ↑02 Jun 2022 12:07 —¡Un Pequeño Poni! ¡Pedí un Pequeño Poni!
El burro guardó un prudente silencio.
No vale como tercer relato
Pues no, no vale como microrrelato, lo siento, Yayo, .
Re: Cuéntame un cuadro (Juego)
Se nos va el hilo, chicas/os, .
Voy a citar a: @Sinkim y a @Jarg, a ver qué pasa.
Y por supuesto a @Yayonuevededos, ahora queremos un micro de verdad, .
Tercer micro y poner nuevo cuadro, .
Yo no tengo cabeza, estoy en mucha cosa y no me dan los tiempos, .
Voy a citar a: @Sinkim y a @Jarg, a ver qué pasa.
Y por supuesto a @Yayonuevededos, ahora queremos un micro de verdad, .
Tercer micro y poner nuevo cuadro, .
Yo no tengo cabeza, estoy en mucha cosa y no me dan los tiempos, .