Eso es lo que siempre pienso cuando no estoy escribiendo nada, que es la mayor parte del tiempo.
Ahora, por ejemplo, ando pensando en el concurso de relatos de primavera. Tengo la idea desde hace varios meses en la azotea, pero ni idea de cómo empezar. El problema de siempre: la primera frase.
En cuanto a lo del método que comentas, Gava, no dudo que sea buena opción, aunque a mí no me funciona. Recuerdo que el relato del Teorema de los tres colores lo escribí de aquella manera, primero la historia y luego pelear párrafo a párrafo... pero eso parece que ocurrió en el Pleistoceno. Actualmente, si una palabra no me encaja soy incapaz de escribir la siguiente...
Ahora no se me va de la cabeza el soniquete de Pequeño vals vienés, por culpa de Nora. |