Obsesión (Relato)

[evilaro]

Obsesión
* * *

Quisiéra retirár tódo lo que díje en cóntra de mi amígo Álex, cuando comentó que éra perféctamente normál y aceptáble el obsesionárse por álguien o álgo y yo enfáticamente lo negué. Al fin he aprendído que en ésta vída no deberíamos juzgár, hásta que nosótros no hayámos pasádo por la mísma experiéncia, y ni así.

Ahóra entiéndo por qué lo decía y el motívo de su pasión. Ahóra compréndo que un delírio puéde justificár tódo (hásta rebajárte a la náda) cuando te encuéntras con álgo que sábes, que ya no podrás vivír sin élla…

Ésto es lo que a mí me ocurrió ayér a mediodía. Diós, qué cámbio en mi vída.
* * *

Nos invitó Álex (a ótros buénos amígos y a mí), a úna comída muy especiál, llegámos un póco tárde ya que no lográbamos encontrár el restauránte. Cuando entré en él la vi, estába al ládo de mi amígo, qué belléza, qué cláse. Al instánte me enamoré de élla. Olvidé tódos mis princípios, hásta el de respetár úna lárga amistad. Me olvidé de la elegáncia, cortesía y buénas manéras y diréctamente me senté frénte a élla. No me gústan los perfúmes, péro el súyo me embriagó.

Dejé de vivír, ya que a partír de ése moménto sólo quería su atención, cósa que no logré totálmente ya que Álex y tódos los demás estában por la mísma labór. Especiálmente la de los hómbres y áunque no me lo podía creér, más de úna miráda lujuriósa le echó úna mujér.

Cáda vez que éllos metían báza, yo el dóble… no podía apartár mi vísta de élla.

Y élla, ni se movía, avergonzáda por tódas nuéstras atenciónes.

Llegué a tal límite de servilísmo, acaparamiénto y póca vergüénza!, que hásta los camaréros se diéron cuénta.

Sí, tódos los de la mésa se reían descarádamente de mí, péro no me importába si al finál yo la lográba. Soy de los que créen que si mis deréchos tópan con los deréchos de los demás, los demás, deberán retirárse.

Al acabár la comída, con tánto deséo, desmádre y despedídas no logré conseguír su teléfono pára podér volvér a disfrutár de su compañía. Qué vergüénza, ¿qué voy a hacér?, ¡tendré la jéta! de llamár a mi amígo (a quien traté de robársela) pára pedírselo… está tan ofendído que se va a reír de mí y me dirá que la búsque por Internét.

Sí, lo sé, me pasé, qué póca cláse téngo, péro tendrán que reconocér los demás comensáles que al ser la mésa y la paélla redónda y élla en el céntro exácto, ¡tódos! estábamos a iguál distáncia y tódos teníamos las mísmas oportunidádes.

Élla, la paélla
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Interpretación del Vocabulário
usádo en éste téxto

Servilísmo: (de servírse úno mísmo, a nuéstro rítmo)
Báza: (Tomár úna porción generósa de paélla con cuchára de pálo)
Perfúme: Aróma de la paélla.
Acaparamiénto: Recogér los grános de arróz que cáen sóbre el mantél.
Póca vergüénza: Acercár la paélla o girárla cuando tu ládo está ya vacío.
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F I N

Inspiráda en úna comída en Valéncia con únos muy buénos amígos.

[lucia]

Te faltó decir a qué te referías con pedir el teléfono, que el del local seguro que no tenías que pedírselo a tu amigo

Y creo que debieron pensar que llevabas hambre atrasada

[evilaro]

Te faltó decir a qué te referías con pedir el teléfono, que el del local seguro que no tenías que pedírselo a tu amigo

Y creo que debieron pensar que llevabas hambre atrasada

Gracias Lucia:

Es curioso... yo me había dado cuenta del «fallo» , pero hasta que alguien no te lo apunta con el dedo, no le das la importancia que tiene.

Intentaré arreglar el problema, para eso sirven las buenas críticas.

Emilio