En el hospital (Re-lata)

Espacio en el que encontrar los relatos de los foreros, y pistas para quien quiera publicar.

Moderadores: Megan, kassiopea

Responder
Avatar de Usuario
Yayonuevededos
Me estoy empezando a viciar
Mensajes: 470
Registrado: 20 Jun 2019 18:10

En el hospital (Re-lata)

Mensaje por Yayonuevededos »

—¡No pienso darle ningún ejemplo! —digo. —Usted ya sabe de sobra que tengo razón.
Me doy media vuelta hasta quedar de cara a la pared. Así, por lo menos no le veo la jeta a ese gordo pelotudo, aunque sigo oyendo su risita socarrona, de tipo suficiente.
—Dele, che —retruca—, no se me haga el ofendido. ¿O se quedó sin argumentos?
—Hágame un favor —digo—, se lo pido con todo respeto: váyase a la reconcha de su hermana.
De nuevio la risita sobradora. Después se pone a tararear una cancioncita estúpida y pegadiza que pasan en la radio a cada rato. Me dan ganas de meterle la Spica por el orto y empujársela con el bastón.
—Con ese carácter de mierda —dice con una jocosidad que me suena forzada—, no me extraña que nadie venga a visitarlo.
Iba a contestarle cuando entra Rosi, la enfermera de la noche.
—¿Otra vez? —dice—. Son peores que los chicos.
Después nos da la medicación. La tableta que me toca es de un amargo espantoso y persistente. No hay manera de quitárselo, ni con agua, ni con un caramelo, ni haciéndome buches con yogurt. Me dura toda la noche. A veces me despierto cerca de la madrugada, y el sabor sigue allí, prendido en mi lengua como una garrapata.
Al gordo le dan un inyectable. Se pone boca abajo, se baja el pantalón y aparece un culo enorme, blanco y peludo, de hipopótamo albino.
Me complace ver que es doloroso, doloroso y lento.
—Muerda la almohada —le sugiero.
El gordo me echa una mirada asesina. Los ojos, dos rayas, como puñalada en tarro de lata.

Los domingos viene a verlo su mujer. Una foca con bigotes y todo. Sólo le falta entrar en la habitación haciendo equilibrio con una pelota de playa en la punta de la nariz.
Nunca, ni una sola vez, le pregunta cómo se encuentra. Al contrario, le pasa el parte semanal: el precio del brócoli, que está por las nubes; el gato de la vecina, que se mea en los malvones, y un resumen de la novela de la tarde. Tiene la voz finita, chillona, habla sin parar. El gordo asiente como un Buda atribulado. Me pregunto si la escucha o si adentro de su cabeza suena la misma cancioncita que me tararea.
Yo le pongo cara de querubín, sonrisa beatífica incluida. Sé que, interiormente, el gordo me está reputeando, que si pudiera, me apuñalaría con una salchicha de Viena, pero la verborrea de su esposa es una telaraña, una red que lo inmoviliza.
De vez en cuando, se aparece Tito, que pasó de cuñado a hermano de mi ex mujer. Es un buen tipo, que viene por lástima. Se queda un ratito, me cuenta alguna boludez sin importancia y después, cuando el silencio se hace incómodo, se pone de pie, me da unas palmaditas en la pierna y se despide con un "mejorate, che". De Margarita no hablamos nunca. Yo no pregunto, para no sentirme como un pobre infeliz, y él no la menciona por no echar sal en la herida.
Margarita vive en Angra dos Reis, con un tipo que es mil veces mejor que yo. No voy a hacerme el despechado y a fingir lo contrario. Como ya no la quiero, aunque sí la quiero, espero que sea todo lo feliz que pueda.

El desayuno me sorprende pensando pelotudeces de lo que fue y lo que pudo ser. El café, hecho con la ropa interior de alguna viuda reciente, es preferible al jugo de naranja sintético. Otro día, otra eternidad. Y el gordo que se tira pedos, dentro de la chata resuenan como algo no humano.
Llega el doctor Acosta con un séquito de practicantes, lee las tablillas, pregunta al aire "¿cómo estamos, hoy?". Como el ojete, pelotudo. Bien, doctor. Después se encara con los practicantes, los interroga. Unos enrojecen y otros se ponen pálidos. Debe ser jodido, el doctor. Le he tomado simpatía a un pelirrojo que se esconde detrás de sus compañeros, pero el pelo lo delata, y Acosta siempre le pregunta a él. El pibe arranca tartamudeando, pero toma confianza y contesta siempre bien. Será timidez.
Cuando, por fin, termina la rutina del baño con esponja, de la medicación y el cambio de sábanas, todavía nos quedan muchas horas. El gordo empieza a buscar roña. Dice burradas sobre política, religión, fútbol o la vida secreta del erizo de mar. Lo hace para provocarme, para que yo me caliente y le replique. A veces no tengo ganas ni ánimo de polemizar con ese adoquín con patas, lo dejo que hable hasta que ya no aguanta más.
—¿Y usted que piensa? —me dice, pero ya sabe que está derrotado.
—Pienso en su hermana, y en cómo me chupa los huevos cuando se saca la dentadura postiza.
—Con usted no se puede tener una conversación civilizada.
—En cambio usted, siempre tiene el domingo para charlar con la patrona... si es que lo deja —digo con la sutileza de una motoniveladora.
El gordo no contesta, en vez de eso se pone rojo, boquea.
—El aire —susurra—, el aire...
Toco el botón de la enfermería. Lo toco varias veces, me quedo prendido al botón.
—¡Enfermera! —grito, pero me sale como un graznido—. ¡Enfermera!
Tardan un rato en llegar. El gordo está amoratado, los ojos como globos.
Órdenes, carreras. Alguien me saca el botón de la mano para que deje de estrujarlo.
Se llevan al gordo, y me quedo solo. Lo último que escucho es el chirrido de las rueditas de la cama, que se aleja.
Todo se detiene. La habitación me parece demasiado grande, demasiado blanca, demasiado silenciosa. Si por lo menos tuviera la radio a mano.

Rosi se asoma. ¿Ya es de noche?
—¿Cómo está?
—En observación —dice, pero ha tardado un segundo en contestar. Un segundo para pensar en la respuesta.
No trago la tableta, ni siquiera la mastico, dejo que se disuelva en la boca.
Última edición por Yayonuevededos el 17 Ago 2023 09:10, editado 2 veces en total.
Antiguo proverbio árabe:
Si vas por el desierto y los tuaregs te invitan a jugar al ajedrez por algo que duela, acepta, pero cuida mucho tu rey.
Avatar de Usuario
Gavalia
Chucho
Mensajes: 11881
Registrado: 03 Jul 2008 13:32
Ubicación: Perrera municipal

Re: En el hospital

Mensaje por Gavalia »

Qué agradable sorpresa verte de nuevo por aquí, saludos.
El protagonista ha conseguido llevarme de la mano durante el trayecto. Me ha parecido conocerle de toda la vida, supongo que por empático, gracias a la narración en primera persona. Consigue que los personajes sean cercanos, entendibles, y humanos hasta decir basta. Una cosa más, esa forma de hablar que tienen tanto aruguayos como argentinos le aporta un complemento de comedia al cuento muy saludable.
--- Pareces atribulado!!
--- No entiendo... tan sólo me estoy cagando.
--- Corre raudo, pues...
--- ¡Por los dioses! ¡¡¡Necesito un diccionario!!!
Snorry
Me estoy empezando a viciar
Mensajes: 328
Registrado: 23 Nov 2018 14:01
Contactar:

Re: En el hospital

Mensaje por Snorry »

Un gordo y un hospital?! Qué cabrón :cunao:

En este terreno de comedia negra con trasfondo humano eres inigualable, una bestia parda. Para enmarcar y enseñar en los talleres.

Abrazo
Avatar de Usuario
Yayonuevededos
Me estoy empezando a viciar
Mensajes: 470
Registrado: 20 Jun 2019 18:10

Re: En el hospital

Mensaje por Yayonuevededos »

Gracias por los comentarios. Me divertí mucho escribiendo.
Para variar, empecé el cuento al revés: Se me ocurrió la frase "...ha tardado un segundo en contestar. Un segundo para pensar en la respuesta". Supe que ahí había una historia que contar.

Creo que mi formato ideal está entre las quinientas y dos mil palabras. Lo que no pueda decir entre esos límites me queda corto o me sobra.

Siento que el humor, lejos de distraer, potencia el drama, lo acerca más al lector.

Abrazos,
Marcelo
Antiguo proverbio árabe:
Si vas por el desierto y los tuaregs te invitan a jugar al ajedrez por algo que duela, acepta, pero cuida mucho tu rey.
Avatar de Usuario
lucia
Cruela de vil
Mensajes: 84618
Registrado: 26 Dic 2003 18:50

Re: En el hospital

Mensaje por lucia »

Me encanta. Sobre todo la forma que tienes de llevarnos para que sintamos todo el vacío de ese segundo que tarda en contestar y lo que implica.
Nuestra editorial: www.osapolar.es

Si cedes una libertad por egoísmo, acabarás perdiéndolas todas.

Imagen Mis diseños
Avatar de Usuario
Yayonuevededos
Me estoy empezando a viciar
Mensajes: 470
Registrado: 20 Jun 2019 18:10

Re: En el hospital

Mensaje por Yayonuevededos »

lucia escribió: 16 Ago 2023 15:30 Me encanta. Sobre todo la forma que tienes de llevarnos para que sintamos todo el vacío de ese segundo que tarda en contestar y lo que implica.
Gracias por comentar.
Parafraseando a un político "el hospital hace extraños compañeros de cama".

Saludos,
Marcelo
Antiguo proverbio árabe:
Si vas por el desierto y los tuaregs te invitan a jugar al ajedrez por algo que duela, acepta, pero cuida mucho tu rey.
Pálido fuego
Lector ocasional
Mensajes: 39
Registrado: 20 Ago 2023 15:16

Re: En el hospital (Re-lata)

Mensaje por Pálido fuego »

Hola Yayonuevededos, me ha parecido un relato con mucho humor e ingenio, y muy bien escrito, con un tono estupendo. Yo le daría una vuelta a la estructura y valoraría el peso que tiene la idea principal. Gran parte del texto se dedica a la descripción y al chiste, y no hay casi evolución en el protagonista. Al final se produce un cambio en él, pero es tan ligero que queda opacado por todo lo anterior. A él le molesta el gordo, y fuerzas exteriores (la clínica) cumplen indirectamente su deseo. Entonces se siente solo, pero a esto le dedicas una sola línea, por lo que el relato queda a mi gusto un poco desequilibrado.

Espero que te sirva, un saludo.
Avatar de Usuario
Yayonuevededos
Me estoy empezando a viciar
Mensajes: 470
Registrado: 20 Jun 2019 18:10

Re: En el hospital (Re-lata)

Mensaje por Yayonuevededos »

Gracias por leer y comentar.
Lo que propones es un esquema de manual, de texto "correcto".
Yo escribo historias donde nunca pasa nada (Auster me lo perdone).
La evolución que mencionas puede producirse en el prota, en la trama, en el lector, o en una combinación de los anteriores. Tampoco necesita desarrollarse de manera extensa, a veces alcanza con una sola palabra.
Parte de lo que comentas es tu interpretación, no necesariamente la de otro lector o la mía, por caso.

Saludos cordiales,
Marcelo
Antiguo proverbio árabe:
Si vas por el desierto y los tuaregs te invitan a jugar al ajedrez por algo que duela, acepta, pero cuida mucho tu rey.
Pálido fuego
Lector ocasional
Mensajes: 39
Registrado: 20 Ago 2023 15:16

Re: En el hospital (Re-lata)

Mensaje por Pálido fuego »

Hola Marcelo.

Sí, por supuesto, tu criterio es lo primero. Lo mío es solo una pequeña crítica con ánimo de ser constructiva.

Me ha gustado mucho leerte, un saludo.
Snorry
Me estoy empezando a viciar
Mensajes: 328
Registrado: 23 Nov 2018 14:01
Contactar:

Re: En el hospital (Re-lata)

Mensaje por Snorry »

En referencia al desequilibrio mencionado por Pálido, y esencialmente motivado por aburrido sofoco con que espero el tren, diré que: no me gusta Miró, el pintor digo, pero tiene un cuadro que es todo un fondo azul salpicado por una gota roja que resbala. Ese cuadro me emociona, porqué, ni idea. Es un cuadro desequilibrado? Una camisa blanca puede ser arruinada por una leve mancha de aceite. Y un hermoso cuento puede ser rematado hacia la genialidad con una sola frase.

Wu wei
Responder