Inicio de un nuevo relato...

[Ireki]

Bueno, he empezado a escribir un relato.. aver en que acaba, de momento a ver que os parece el inicio.

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Emma se sentía atraída por su misterio desde que lo vio en la parada del aerotrén. El era un chico joven de su misma edad, unos 23. En el aerotrén no había mas que cuatro personas en total, Emma, el misterioso chico, un hombre que sugería que le faltaba dinero, y el poco que tenía lo gastaba en alcohol, y el conductor. Era la última vuelta del aerotrén antes de terminar la jornada, una jornada en la que no paró de llover en todo el día.

Emma no era más que una secretaria de un investigador privado venido a menos, por lo que debía de buscarse otros trabajos adicionales, que le permitieran pagar el alquiler. Ella se sentó unos asientos más atrás que el chico, que permanecía inmóvil en su asiento, algo en el le llamaba la atención. El llevaba unos vaqueros azules, una camisa azul clara y una chaqueta de cuero marrón. Ella llevaba una gran gabardina marrón clara mojada por la lluvia que había antes de coger el autobús, y un sombrero para la lluvia del mismo tono de la gabardina, sobre su nariz, unas gafas.

El caso es que ella no podía dejar de mirar a aquel hombre, y en una parada se bajo. Emma, sin saber que hacer también se bajó, además se había despistado y había perdido la parada por culpa de su interés por aquel chico. Una vez se bajó vio al chico que caminaba por la calle. Emma le seguía sin saber muy bien que hacer. Había dejado de llover y la calle estaba llena de charcos. Emma no sabia muy bien lo que hacía pero seguía a aquel chico ¿con que propósito? Ni ella misma lo sabia. Mientras caminaban, se adentraban cada vez mas en la oscuridad de la ciudad, y el chico al que seguía giró por una calle; cuando Emma se asomó, se encontró con un callejón oscuro y vacío, se sintió decepcionada, y nada más darse la vuelta chocó contra alguien, cayo al cuelo asustada por pensar que se trataba de un atracador.

-¿por qué me sigues?

Emma oyó una voz dominante e intimidadora que le obligaba a contestar, pero no sabía que decir, se dio cuenta enseguida de que aquella voz provenía de la persona que seguía desde el aerotrén. Le parecía increíble el poder que causaba su presencia y su voz, como si tuviese algún poder especial, de dominación, tan grande era ese poder que sentía que se veía obligada a responder.

-Me atraes-Y no era mentira, no se sentía capaz de mentirle a la persona que tenía enfrente. Estaba sentada en un charco y totalmente mojada.

-Me llamo Tenshi Koi-dijo mientras le tenia la mano para ayudarle a levantarse del charco-Pero me puedes llamar Tenshi

-Yo Emma...

Cuando Emma cogió su mano sintió seguridad en si misma, aunque había algo que le daba miedo, aquel hombre tenía una gran influencia sobre ella.

-Ven a mi casa, será mejor que te cambies, tienes todo mojado...

Emma se sonrojó, tenia todo el trasero mojado, y decidió que sería mejor cambiarse, además su casa quedaba lejos de allí. Por el camino Emma se dio cuenta que Tenshi tenía un semblante serio, y unos ojos tristes, de todo lo que le inspiraba los ojos era lo que mas la desconcertaba ¿cómo un hombre así puede tener tanta tristeza en su interior? Por otro lado, su nombre también la desconcertaba, era claramente de origen asiático, pero no tenia ningún rasgo oriental.

-Tienes un nombre curioso-Dijo Emma

-Tengo antepasados Nipones

Entonces creyó comprender el porqué de su tristeza. Nipona es un país nuevo creado a partir del crecimiento del agua debido a la descongelación de los casquetes polares en las puntas norte y sur de la tierra. Esta subida provocó la desaparición de muchas ciudades, y de algunos países. La imposibilidad económica de sus gobiernos a crear diques que contuvieran el crecimiento, provocó la migración al centro del continente, aunque algunos privilegiados consiguieron entrar en Europa. El resto del continente asiático se sumió en la pobreza, una pobreza que aún perdura. Los gobiernos de los países asiáticos decidieron juntarse en uno solo para crear un nuevo país llamado Nipona, el cual es gobernado con un consejo que decide que es lo mejor para su pueblo.

Emma supuso que Tenshi estaba triste por la desgracia de su país y seguramente por la familia que tuviese allí.