Ñamérica - Martín Caparrós

[Aben Razín]

Cierto,

[hwancroos]

Dejo mi reseña por aquí:

Ñamérica no es un ensayo ni tampoco una crónica: no tiene el rigor necesario para ser un ensayo, mientras que tiene demasiado desarrollo teórico y factual para ser una crónica. Esto, lejos de ser una crítica, es lo que hace de Ñamérica una obra única. Ese delicado equilibrio que tan bien ejecuta Caparrós entre desarrollos de ideas y crónicas, entre conceptos y testimonios, historia y experiencias personales, hace que las 680 páginas se lean con una voracidad sólo reservada a la ficción.

A través de una intercalación de crónicas de varias ciudades ñamericanas y capítulos temáticos, Caparrós logra conformar una radiografía implacable del continente.

En algo que el propio autor (se) cuestiona, el libro abunda en los temas-cliché con los que se suele asociar a América Latina en el resto del mundo: violencia, pobreza, corrupción, narcotráfico. Hay mucho de eso, claro, pero con una mirada que se esfuerza en no caer en los lugares comunes (que, en cambio, cuestiona) y que intenta contextualizar, comparar, desadjetivar, entender lo particular en el marco de las tendencias regionales.

Además de sus crónicas y análisis, ya de entrada, Caparrós (que es historiador) se encarga de revisar la historia de Ñamérica, exponiendo una mirada que, cuanto menos, polemiza con el discurso imperante. Hay cierto regocijo porteño en el autor en encontrar los grises en temas como la conquista y la esclavitud, donde no se suelen admitir medias tintas. Lo cierto es que se podrá o no coincidir con él, pero sin dudas es una invitación al pensamiento crítico.

A través de todo el texto, Caparrós va sembrando sus propias ideas rectoras, varias de las cuales me parecieron de gran interés y originalidad. Dos de sus ideas me parecieron particularmente geniales: la primera es su mirada sobre la corrupción latinoamericana y el denominado "honestismo", que en mi caso vino acompañada con el placer lector de ver las ideas propias plasmadas con tanta claridad por el autor; la segunda es esa idea que plantea varias veces según la cual tras la caída del muro de Berlín la humanidad ha sido incapaz de formular un sistema alternativo al capitalismo, lo cual deriva en la falta de una (necesaria) esperanza de un mundo futuro mejor: no hay nadie que impulse un cambio de sistema (y, con ello, que ofrezca algo -en teoría, por supuesto- mejor), sólo se buscan (leves) mejorías al sistema actual, y ello redunda en una desesperanza generalizada que acaba en un individualismo tenaz.

Respecto a las crónicas, son todas excelentes, pero me parecieron especialmente buenas las de La Habana (la propia tristeza del autor -consabido hombre de izquierdas- genera impacto), Miami (esa meca del amor/odio ñamericano) y El Alto (y sus cholets). También el relato sobre los campamentos de las ex-guerrillas colombianas, que es parte de uno de los capítulos temáticos, me pareció sensacional.

Con todo, acompañó mi lectura una gran satisfacción de saber que aún hay intelectuales latinoamericanos vigentes que piensan, que salen de los lugares comunes y de lo políticamente correcto, en una época donde disentir es sinónimo de ofender. Al margen de que el lector coincida o no con sus ideas y planteos, creo que la obra tiene un valor en sí mismo en abrir el debate, en formular preguntas que en general se asumen respondidas y lacradas.

Que placer ha sido leer Ñamérica.

[Babel]

No había visto tu comentario @hwancroos , y me ha agradado muchísimo ver que te ha gustado tanto como a mí y que has sacado parecidas conclusiones.
Me encanta la gente crítica, sin miedo a lo políticamente correcto. Es una brisa de aire fresco que alguien se aleje del panfleto y de los extremos para decir honestamente lo que piensa.

Por cierto, que acaba de sacar otro librito... Voy a abrirle hilo.

[hwancroos]

@Babel Si, El mundo entonces! Ya lo he comprado y ha engrosado (bastante) mi pila de pendientes.

[Babel]

Pues tiene hilo abierto, por si lo lees y te animas a comentar.