Arte independiente: Serie dedicada al Jazz

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Mr. Rig
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Arte independiente: Serie dedicada al Jazz

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@Sergiarts_ (así podéis encontrarlo en Twitter) acaba de comenzar una serie de pinturas como la que veis aquí, en torno a la temática del jazz.

Lo que os traigo a continuación es un breve relato sobre su composición, y una crítica algo más detallada de la obra. Podéis encontrarla también en mi patreon (https://www.patreon.com/posts/sinestesia-20429969), así como otra serie de dibujos que el autor pone a la venta aquí (https://twitter.com/sergiarts_/status/9 ... 6684489729)

Espero que os gusten la obra, el relato y la crítica :)

Sinestesia

El humo, serpenteando en torno a luces tenues de pequeños focos, arrastra con el olor a madera y ceniza el frutal aroma de los ésteres del ron en un local repleto de mesas vacías, formando una casi imperceptible película de niebla en torno al escenario; como si emanase directamente de allí y no del público.

Lo paladeas en el fondo de la boca. Te seca los ojos pero no te impide seguir clavándolos en la banda.

Todas sus frentes están perladas de un sudor evidente a pesar de la humareda, y se mueven como contrayéndose por espasmos, pero sin abandonar su posición. La música emana de sus vísceras más que de sus pulmones y manos. Esa misma fuerza, la que les golpea en la boca del estómago, es la que mantiene tu cuerpo totalmente rígido en el asiento, hipnotizado por el ritmo frenético de las interminables sucesiones de semicorcheas y fusas de los vientos, por el grave y constante rasgueo de las cuerdas del contrabajo.

Y al fondo, con el rostro apenas iluminado de forma parcial por el foco más lejano, un percusionista con las pupílas fijas al amarillento parche de un tambor deja caer sus baquetas con total precisión, sin mover los brazos más allá de los mínimos giros de muñeca. Una marioneta sujeta solo por un par de hilos, con la mirada perdida y el cuello inerte. Ver su aparente languidez te hace consciente de cada una de las fibras que componen tus músculos, de su insoportable tensión, al borde de la ruptura.

Crees que si el local se viniera abajo, él seguiría en su misma posición, tocando como si no fuera con él. Desmadejado como un trapo pero sólido como una roca en medio de una tempestad descontrolada. Las baquetas caen en el momento adecuado, marcando el paso a la espasmódica y furiosa marcha de los vientos.

El nucleo de la furia es la completa calma.

* * * *

El jazz es considerada en muchos ámbitos la mayor (o incluso única) manifestación artística genuinamente estadounidense, aunque tal vez lo sea solo si nos atenemos a su consolidación. Es la historia de muchos ritmos, asimilada poco a poco y gestada a fuego lento entre sectores del proletariado especialmente marcados por su desarrollo histórico en los EE.UU. de finales del siglo XIX y principios del XX. Las generaciones hijas de los esclavos arrancados de sus lugares de origen que utilizaban su música como válvula de escape. Fue mucho después, cuando se sustrajo esta música de su cuna, se apropió por parte de la burguesía y se lanzó como bien de consumo, cuando se explotó esa faceta.

Esta composición es un reflejo muy cercano del propio lenguaje formal del jazz. La bicromía y su línea abierta dan alas a la imaginación del espectador. Es un trabajo francamente sugerente, que refleja el propio acto de tocar el instrumento del personaje representado.

El arte acotado dentro del periodo Barroco, entre una buena parte del siglo XVII y finales del XVIII, tomó esta forma de mostrar los personajes como una de las más extendidas, en contraposición con la pintura Renacentista, donde las figuras mostraban un estado previo o posterior, mucho más pasivo, en función del mensaje a transmitir. Esto se debía a que mientras la base filosófica del arte Renacentista en líneas generales apelaba a un factor intelectual, racional en un sentido muy explícito; el Barroco se caracterizaba justo por lo contrario, por la muestra de la tensión propia del acto a representar, con el interés en mover a devoción al espectador, de entrar en contacto con sus emociones.

En esta pieza parece un total acierto el hecho de combinar la propia tensión que implica la representación del acto de tocar jazz, con la aparente pasividad del personaje, cabizbajo, con un rango de movimiento muy pequeño. Es también un tipo de pintura que por sus características sale favorecido con una composición centrada, bastante simétrica, pero con dos líneas abiertas (las baquetas) claramente definidas.

El uso de la sombra y la eliminación de la práctica totalidad de las líneas de contorno hacen que el dibujo se configure a partir del color, que desborda y matiza. Al mismo tiempo, deja espacios que el propio cerebro completa inconscientemente, cerrando la escena. Una pintura figurativa, pero con cierta tendencia a la abstracción. Recuerda en un sentido puramente formal a algunas de las obras más macabras de Otto Dix, pero con una incidencia mucho menor en el detalle y sin su sentido caricaturesco.

Todos estos elementos dan lugar a que la mente de quien contempla la obra haga involuntariamente un esfuerzo, lo cual favorece una forma de percepción muy interesante: la sinestesia. Un estímulo capaz de manifestarse en sentidos que no son los destinados a captarlo. Esta pintura, por llevarte a querer completarla en tu cabeza, por su forma de transmitir movimiento, por su eficiente uso de las sombras, te hace imaginar el jazz, reproducirlo en silencio como unas suaves notas deslizándose por el tímpano.

Con un trazo en algunos puntos tosco si ahondamos en el detalle, pero por lo general bastante acertado en relación a lo que pretende mostrar, esta pieza sobre jazz de @sergiarts_ es uno de los tipos de pintura que más disfruto de encontrar y contemplar. De hecho, me planteo incluso que una obra así en gran formato resaltaría bastante, y no solo por el tamaño.

Por mi parte, eso es todo. Estaré atento a más piezas de esta serie de jazz.
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