Un fragmento literario y su representación artística

Un lugar donde podamos dar rienda suelta a la creatividad en todos sus aspectos: fotografía, pintura, escultura, arquitectura...

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Amanis
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Re: Un fragmento literario y su representación artística

Mensaje por Amanis »

¡Dios mio! El post más largo de la historia :lol:
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RAOUL
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Re: Un fragmento literario y su representación artística

Mensaje por RAOUL »

Y eso que está resumido, ¿eh, amanis? :D
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Amanis
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Re: Un fragmento literario y su representación artística

Mensaje por Amanis »

Pues menos mal que está resumido :mrgreen:
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pfanner
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Re: Un fragmento literario y su representación artística

Mensaje por pfanner »

RAOUL, gracias por el post, me parecen muy acertadas todas tus reflexiones y me apunto a la sugerencia de ampliar la temática hacia aspectos generales, episodios repetidos a lo largo de la historia del arte, leitmotivs... Algo parecido ha hecho Caris en el hilo de cine y literatura, y creo que son las mejores aportaciones que hay, verdaderos estudios (gracias Caris :60:, ya lo sabes). Como el que tú haces ahora, RAOUL, sobre Paolo y Francesca... Hay mucho que decir. Es fascinante.
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caris
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Re: Un fragmento literario y su representación artística

Mensaje por caris »

¡Buen trabajo RAOUL! :D

pfanner :402: :60:
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caris
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Re: Un fragmento literario y su representación artística

Mensaje por caris »

Luz de luna - Ralph Albert Blakelock :arrow: El Palacio de la Luna - Paul Auster

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Una luna llena perfectamente redonda ocupaba el centro del lienzo -el centro matemático exacto, me pareció- y este pálido disco blanco iluminaba todo lo que había por encima y por debajo de él: el cielo, un lago, un árbol grande con ramas como arañas y las montañas bajas del horizonte. En primer término había dos pequeñas zonas de tierra, separadas por un riachuelo que corría entre las dos. En la margen izquierda se veía una tienda india y una hoguera; parecía haber varias figuras sentadas alrededor del fuego, pero era difícil distinguirlas, eran sólo mínimas sugerencias de formas humanas, unas cinco o seis, enrojecidas por el reflejo de las ascuas de la hoguera; a la derecha del árbol grande, separada de las otras, se veía una solitaria figura a caballo que miraba por encima de la corriente, completamente inmóvil, como perdida en sus pensamientos. El árbol que tenía detrás era unas quince o veinte veces más alto que él y el contraste le hacia parecer enano, insignificante. Él y su caballo no eran más que siluetas, perfiles negros sin profundidad ni individualidad. En la otra margen las cosas eran aún más tenebrosas, casi totalmente sumidas en las sombras. Había unos cuantos árboles pequeños con las mismas ramas como arañas del árbol grande y luego, en la parte inferior, una diminuta mancha de claridad que me pareció podría ser otra figura (tumbada de espaldas, tal vez dormida, tal vez muerta, tal vez contemplando la noche) o tal vez los restos de otra hoguera, no pude llegar a una conclusión. Me entregué de tal modo al estudio de estos oscuros detalles de la parte inferior del cuadro que cuando finalmente levanté la vista para examinar otra vez el cielo, me sorprendió ver lo luminoso que era todo en la mitad superior. Incluso teniendo en cuenta la luna llena, el cielo parecía demasiado visible.
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RAOUL
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Re: Un fragmento literario y su representación artística

Mensaje por RAOUL »

TC11614%20%20FRA%20ANGELICO%20%20LA%20ANUNCIACION%20%20GT%20210%20X%20150.jpg
La campanada blanca de maitines
al seráfico artista ha despertado,
y, al ponerse a pintar, tiene a su lado
un coro de rosados querubines.
Y ellos le enseñan cómo se ilumina
la frente, y las mejillas ideales
de María, los ojos virginales,
la mano transparente y ambarina.
Y el candor le presentan de sus alas
para que copie su infantil blancura
en las alas del ángel celestial,
que, ataviado de perlinas galas,
fecunda el seno de la Virgen pura,
como el rayo del sol por el cristal.

MANUEL MACHADO. Anunciación (1910)
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caris
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Re: Un fragmento literario y su representación artística

Mensaje por caris »

El curso del imperio: Destrucción - Thomas Cole :arrow: El Palacio de la Luna - Paul Auster
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El curso del imperio: Desolación - Thomas Cole :arrow: El Palacio de la Luna - Paul Auster
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Mi habitación estaba al final del un largo vestíbulo. Era un cuartito con una ventana que daba a un patio trasero, un rudimentario cubículo no mayor que la celda de un monje. Esto era territorio conocido para mí y no tardé en sentirme a gusto entre el escaso mobiliario: una anticuada cama de hierro con barras verticales en la cabecera y en los pies, una cómoda y una librería que cubría una pared, ocupada fundamentalmente por libros rusos y franceses. Había un solo cuadro en la habitación, un grabado grande dentro de un marco negro, que representaba una escena mitológica llena de figuras humanas y de una plétora de detalles arquitectónicos. Más adelante supe que era una reproducción en blanco y negro de una de las tablas de una serie de pinturas de Thomas Cole titulada El curso del imperio, una saga visionaria del esplendor y la decadencia del Nuevo Mundo.[/color]
Última edición por caris el 20 Nov 2009 16:40, editado 1 vez en total.
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aleteo
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Re: Un fragmento literario y su representación artística

Mensaje por aleteo »

Portrait of the Artist at His Easel - Rembrandt :arrow: Adiós, muñeca - Raymond Chandler

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"Aquel año habían puesto a Rembrandt en el calendario, un autorretrato bastante borroso debido a unas planchas de color que no se correspondían como es debido. El pintor, tocado con una boina escocesa nada limpia, sujetaba, con un pulgar muy sucio, una paleta embadurnada. Con la otra mano sostenía un pincel en el aire, como preparándose para trabajar al cabo de un rato, si alguien le pagaba el anticipo. Su rostro estaba avejentado, caído, lleno de la repugnancia que le inspiraba la vida y de los efectos abotagantes de la bebida. Pero tenía, con todo, una alegría severa que me gustaba, y los ojos le brillaban como gotas de rocío."
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pfanner
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Re: Un fragmento literario y su representación artística

Mensaje por pfanner »

Grande Chandler, y grande Aleteo :mrgreen:
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Re: Un fragmento literario y su representación artística

Mensaje por caris »

La tempestad – Giorgione (1508) :arrow: La tempestad – Juan Manuel de Prada (1997)

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... Sobre el fondo de una ciudad que conserva el aire fantasmagórico de las arquitecturas soñadas, y en medio de la campiña, vemos a la derecha a una mujer desnuda (pero hay un arbusto que mitiga el fulgor de su carne), amamantando con cierta voluptuosa tristeza a su hijo, indiferente a lo que la rodea, mientras a la izquierda un hombre ataviado según la moda de la época y con bordón de peregrino asiste a la escena, como un intruso que, sin embargo, hubiese disfrutado en el pasado de la intimidad y quizá de los favores de esa mujer. No sabemos si la mujer es patricia o plebeya (la carne sin tapujos todo lo iguala), no sabemos si el hombre vigila o espía o pasea, pero sabemos, pues el paisaje lo sugiere, que sobre ellos se cierne el oprobio de la incomunicación, el estigma de un silencio quizá más elocuente que los reproches o las excusas. A sus pies hay un riachuelo que desfila rumoroso bajo un puente de madera, y hay también unas ruinas que florecen entre la maleza, como símbolos de un amor demolido, y unos árboles que se encrespan y se agitan, rizados por un aire que presagia cambios atmosféricos; dominando el cuadro, vemos un cielo torvo, opresor, encapotado de nubes inmóviles, entre las que asoma, súbito como una cicatriz, un rayo que ya desencadena la tormenta, una tormenta ofensiva como el recuerdo de un pecado o de la persistencia de un sentimiento reducido a cenizas.


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caris
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Re: Un fragmento literario y su representación artística

Mensaje por caris »

Madonna con niño – Giovanni Bellini (1510) :arrow: La tempestad – Juan Manuel de Prada (1997)

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... el cuidado minucioso, casi miniaturista, por el paisaje de fondo; la fisonomía de la Virgen, conmovida por una pietas que superaba y desmentía esa <<serena armonía>> que había preconizado Mantegna; la postura un poco quejicosa del Niño, que parecía a punto de ahogarse y de saltar al cuello de su Madre, quizá para estrangularla: Bellini pintaba unos Niños de facciones prematuramente adultas, a veces un poco monstruosas. Apenas una pulgada separaba la mano de la Virgen de la planta del pie del Niño, esa pulgada que separa el amor del erotismo. Aquella tabla había sido robada de la iglesia de la Madonna dell’Orto.
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Re: Un fragmento literario y su representación artística

Mensaje por 1452 »

¡Qué belleza de hilo estáis haciendo!
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Gretogarbo
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Re: Un fragmento literario y su representación artística

Mensaje por Gretogarbo »

Il ballo al Moulin Rouge (1890). Henri de Toulouse-Lautrec.

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La gente la miraba y no parecía muy divertida. Nos sentamos bastante cerca: la chica era bonita, no su voz. Hacía movimientos desvergonzados, insinuantes. Cuando terminó la canción, se quitó la chistera, hizo una reverencia y, después, se la hizo a la decoración del escenario, dejando al descubierto el trasero: llevaba unas bragas escuetas, también negras. Cayó el telón. Se había acercado un camarero y Benito le pidió dos cafés. "¿Saben ustedes que aquí el café vale dos pesetas?" Benito lo miró con superioridad. "¿Nada más?" Cuando el camarero nos dejó el café servido, Benito se puso a hablar. Lo que él conocía de semejantes lugares era a través de la pintura y de ciertas ilustraciones. "O aquí hay algo que nosotros no sabemos ver, o los pintores como Toulouse-Lautrec idealizaron la realidad. Todo esto no es más que cochambre y pornografía. Sin embargo recuerdo haber visto un cartel con estos mismos elementos: la chica del charlestón, y unas luces, y unas sombras. Era un cartel cubista y estaba bien." "Lo que sucede, a lo mejor, es que los pintores ven la realidad con ojos distintos de los nuestros." Me miró con sorpresa: "¿Dónde has leído eso?" "No lo leí en ninguna parte. Se me acaba de ocurrir." "Pues no está mal, y eso explica muchas cosas."
Filomeno, a mi pesar. Gonzalo Torrente Ballester.

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Recuento 2024
Ayer: Grito nocturno. Borja González
Los asesinos del emperador. Santiago Posteguillo
Hoy: Hoy es un buen día para morir. Colo
Soberbia. William Somerset Maugham
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RAOUL
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Re: Un fragmento literario y su representación artística

Mensaje por RAOUL »

ROMEO Y JULIETA

"Bajo el balcón de Julieta. (Romeo entra sin ser visto en el palacio de los Capuleto. Julieta aparece en una ventana)

Romeo:- ¡Silencio! ¿Qué resplandor se abre paso a través de aquella ventana? ¡Es el Oriente, y Julieta, el sol! ¡Surge, esplendente sol, y mata a la envidiosa luna, lánguida y pálida de sentimiento porque tú, su doncella, la has aventajado en hermosura! ¡No la sirvas, que es envidiosa! Su tocado de vestal es enfermizo y amarillento, y no son sino bufones los que lo usan. ¡Deséchalo! ¡Es mi vida, es mi amor el que aparece!… Habla… más nada se escucha; pero, ¿qué importa? ¡Hablan sus ojos; les responderé!…Soy demasiado atrevido. No es a mi a quien habla. Dos de las más resplandecientes estrellas de todo el cielo, teniendo algún quehacer, ruegan a sus ojos que brillen en sus esferas hasta su retorno. ¿Y si los ojos de ella estuvieran en el firmamento y las estrellas en su rostro? ¡El fulgor de sus mejillas avergonzaría a esos astros, como la luz del día a la de una lámpara! ¡Sus ojos lanzarían desde la bóveda celestial unos rayos tan claros a través de la región etérea, que cantarían las aves creyendo llegada la aurora!… ¡Mirad cómo apoya en su mano la mejilla! ¡Oh! ¡Quién fuera guante de esa mano para poder tocar esa mejilla!

Julieta:- ¡Ay de mí!

Romeo:- Habla. ¡Oh! ¡Habla otra vez ángel resplandeciente!… Porque esta noche apareces tan esplendorosa sobre mi cabeza como un alado mensajero celeste ante los ojos extáticos y maravillados de los mortales, que se inclinan hacia atrás para verle, cuando él cabalga sobre las tardas perezosas nubes y navega en el seno del aire.

Julieta:- ¡Oh Romeo, Romeo! ¿Por qué eres tú Romeo? Niega a tu padre y rehusa tu nombre; o, si no quieres, júrame tan sólo que me amas, y dejaré yo de ser una Capuleto.

Romeo:- (Aparte) ¿Continuaré oyéndola, o le hablo ahora?

Julieta:- ¡Sólo tu nombre es mi enemigo! ¡Porque tú eres tú mismo, seas o no Montesco! ¿Qué es Montesco? No es ni mano, ni pie, ni brazo, ni rostro, ni parte alguna que pertenezca a un hombre. ¡Oh, sea otro nombre! ¿Qué hay en un nombre? ¡Lo que llamamos rosa exhalaría el mismo grato perfume con cualquiera otra denominación! De igual modo Romeo, aunque Romeo no se llamara, conservaría sin este título las raras perfecciones que atesora. ¡Romeo, rechaza tu nombre; y a cambio de ese nombre, que no forma parte de ti, tómame a mi toda entera!

Romeo:- Te tomo la palabra. Llámame sólo "amor mío" y seré nuevamente bautizado. ¡Desde ahora mismo dejaré de ser Romeo!

Julieta:- ¿Quién eres tú, que así, envuelto en la noche, sorprendes de tal modo mis secretos?

Romeo:- ¡No sé cómo expresarte con un nombre quien soy! Mi nombre, santa adorada, me es odioso, por ser para ti un enemigo. De tenerla escrita, rasgaría esa palabra.

Julieta:- Todavía no he escuchado cien palabras de esa lengua, y conozco ya el acento. ¿No eres tú Romeo y Motesco?

Romeo:- Ni uno ni otro, hermosa doncella, si los dos te desagradan.

Julieta:- Y dime, ¿cómo has llegado hasta aquí y para qué? Las tapias del jardín son altas y difíciles de escalar, y el sitio, de muerte, considerando quién eres, si alguno de mis parientes te descubriera.

Romero:- Con ligeras alas de amor franquee estos muros, pues no hay cerca de piedra capaz de atajar el amor; y lo que el amor puede hacer, aquello el amor se atreve a intentar. Por tanto, tus parientes no me importan.

Julieta:- ¡Te asesinarán si te encuentran!

Romero:- ¡Ay! ¡Más peligro hallo en tus ojos que en veinte espadas de ellos! Mírame tan sólo con agrado, y quedo a prueba de su enemistad.

Julieta:- ¡Por cuanto vale el mundo, no quisiera que te viesen aquí!

Romeo:- El manto de la noche me oculta a sus miradas; pero, si no me quieres, déjalos que me hallen aquí. ¡Es mejor que termine mi vida víctima de su odio, que se retrase mi muerte falto de tu amor.

Julieta:- ¿Quién fue tu guía para descubrir este sitio?

Romeo:- Amor, que fue el primero que me incitó a indagar; él me prestó consejo y yo le presté mis ojos. No soy piloto; sin embargo, aunque te hallaras tan lejos como la más extensa ribera que baña el más lejano mar, me aventuraría por mercancía semejante.

Julieta:- Tú sabes que el velo de la noche cubre mi rostro; si así no fuera, un rubor virginal verías teñir mis mejillas por lo que me oíste pronunciar esta noche. Gustosa quisiera guardar las formas, gustosa negar cuanto he hablado; pero, ¡adiós cumplimientos! ¿Me amas? Sé que dirás: sí, yo te creeré bajo tu palabra. Con todo, si lo jurases, podría resultar falso, y de los perjurios de los amantes dicen que se ríe Júpiter. ¡Oh gentil Romeo! Si de veras me quieres, decláralo con sinceridad; o, si piensas que soy demasiado ligera, me pondré desdeñosa y esquiva, y tanto mayor será tu empeño en galantearme. En verdad, arrogante Montesco, soy demasiado apasionada, y por ello tal vez tildes de liviana mi conducta; pero, créeme, hidalgo, daré pruebas de ser más sincera que las que tienen más destreza en disimular. Yo hubiera sido más reservada, lo confieso, de no haber tú sorprendido, sin que yo me apercibiese, mi verdadera pasión amorosa. ¡Perdóname, por tanto, y no atribuyas a liviano amor esta flaqueza mía, que de tal modo ha descubierto la oscura noche!

Romeo:- Júrote, amada mía, por los rayos de la luna que platean la copa de los árboles…

Julieta:- No jures por la luna, por la inconstante luna, que cada mes cambia al girar en su órbita, no sea que tu amor resulte tan variable.

Romeo:- ¿Pues por quién juraré?

Julieta:- No hagas ningún juramento. Si acaso, jura por ti mismo, por tu persona que es el dios que adoro y en quien he de creer.

Romeo:- Si el profundo amor de mi pecho...

Julieta:- No jures. Aunque me llene de alegría el verte, no quiero esta noche oír tales promesas que parecen violentas y demasiado rápidas. Son como el rayo que se extingue apenas aparece. ¡Cariño, buenas noches! Este capullo de amor, madurado por el hálito ardiente del estío, tal vez se haya convertido en flor galana cuando volvamos a vernos. Adiós, ¡tan dulce reposo y sosiego alcance tu corazón como el que alienta dentro de mi pecho!

Romeo:- ¿Y no me das más consuelo que ése?

Julieta:- ¿Y qué otro puedo darte esta noche?

Romeo:- El cambio con el mío de tu fiel juramento de amor.

Julieta:- Te lo entregué antes de tú pedírmelo. Lo que siento es no poder dártelo otra vez.

Romeo:- ¿Pues qué? ¿Me lo querrías quitar?

Julieta:- Sí, para dártelo otra vez, aunque esto fuera codicia de un bien que tengo ya. Pero mi afán de dártelo todo es tan profundo y tan sin límite como los abismos del mar. ¡Cuando más te doy, más quisiera date!… Pero oigo ruido dentro. Adiós no engañes mi esperanza… (La Nodriza llama dentro)¡Ama, allá voy!… Guárdame fidelidad, Montesco mío. Espera un instante, que vuelvo en seguida.

Romeo:- ¡Noche, deliciosa noche! Sólo temo que, por ser de noche, no pase todo esto de un delicioso sueño.

Julieta:- (Asomada otra vez a la ventana) Sólo te diré dos palabras. Si el fin de tu amor es honrado, si quieres casarte, avisa mañana al mensajero que te enviaré, de cómo y cuando quieres celebrar la sagrada ceremonia. Yo te sacrificaré mi vida e iré en pos de ti por el mundo.

Ama:- (Llamando dentro) ¡Julieta!

Julieta:- Ya voy. Pero si son torcidas tus intenciones, suplícote que…

Ama:- ¡Julieta!

Julieta:- Ya corro… Suplícote que desistas de tu empeño, y me dejes a solas con mi dolor. Mañana irá el mensajero…

Romeo:- ¡Ojalá sea tan feliz mi alma!

Julieta:- Mil veces buenas noches (Sale)

Romeo:- No. ¿Cómo han de ser buenas sin tus rayos? El amor va en busca del amor como el estudiante huyendo de sus libros, y el amor se aleja del amor como el niño que deja sus juegos para tornar al estudio (Se retira lentamente).

Julieta:- (Otra vez a la ventana) ¡Romeo! ¡Romeo! ¡Oh, si yo tuviese la voz del cazador de cetrería, para llamar de lejos a los halcones¡ Si yo pudiera hablar a gritos, penetraría mi voz hasta en la gruta de la ninfa Eco, y llegaría a ensordecerla repitiendo el nombre de mi Romeo.

Romeo:- ¡Cuán grato suena el acento de mi amada en la apacible noche, protectora de los amantes! Más dulce es que la música en oído atento.

Julieta:- ¡Romeo!

Romeo:- ¡Julieta mía!

Julieta:- ¿A qué hora irá mi criado mañana?

Romeo:- A las nueve.

Julieta:- No faltará. Las horas se me harán siglos hasta que llegue. No sé para qué te he llamado.

Romeo:- ¡Déjame quedar aquí hasta que lo recuerdes!

Julieta:- Lo olvidaría para tenerte siempre ahí, recordando cuán dulce me es tu compañía.

Romeo:- Para que siga tu olvido no he de irme.

Julieta:- Casi amanece ya. Vete… Pero no quisiera que te alejaras más que el breve trecho que consiente alejarse al pajarillo la niña que le tiene sujeto de una cuerda de seda, y que a veces le suelta de la mano, y luego le coge ansiosa, y le vuelve a soltar…

Romeo:- ¡Ojalá fuera yo ese pajarillo!

Julieta:- ¿Y qué quisiera yo sino que lo fueras? Aunque recelo que mis caricias habían de matarte. ¡Adiós, adiós! Triste es la ausencia y tan dulce la despedida, que estaría diciendo "Buenas noches" hasta llegar el día (Sale)

Romeo:- ¡Qué el sueño descanse en tus dulces ojos y la paz en tu alma! ¡Quién fuera sueño y descanso para reposar tan deliciosamente!... De aquí voy a la celda donde mora mi piadoso confesor, para pedirle ayuda y consejo en este trance (Sale)"

WILLIAM SHAKESPEARE. Romeo y Julieta (1597)
Acto II. Escena II



Cine
"Romeo y Julieta". Franco Zeffirelli (1968)
http://www.youtube.com/watch?v=c3BfBIzz6vQ

Ballet
Serguei Prokofiev (1891-1953). "Romeo y Julieta"(1935), estrenado en Brno(Checoslovaquia) en diciembre de 1938:
- Danza de los caballeros:
http://www.youtube.com/watch?v=ZB3sd2BAxys
- Escena del balcón. Rudolf Nureiev (Romeo); Margot Fonteyn (Julieta)
http://www.youtube.com/watch?v=uvOFMvwD-CU

Opera
Charles Gounod (1818-1893). "Romeo et Juliette", estrenada en París en 1867:
- "Ange adorable". Rolando Villazón (Romeo);Nino Machaidze(Juliette)
http://www.youtube.com/watch?v=ayWeMLyg ... re=related
- "Je veux vivre". Anna Netrebko (Juliette)
http://www.youtube.com/watch?v=rc_1VTgpLK4

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