Yo en esto no estoy nada de acuerdo. Hay magníficos historiadores que escriben de forma vívida y sugerente, y con mucha más calidad que un Posteguillo o una McCullough, que a mí personalmente me parecen dos malos narradores incapaces de insuflar vida a sus personajes y me resultan plomíferos. No creo que ninguno de ellos tenga talento literario alguno (y nombro a estos dos porque son dos famosos superventas, pero el mercado está lleno de escritores menos conocidos que metería en el mismo paquete).tito plauto escribió: El problema de esto es que la mayoria de los historiadores no son buenos escritores, o no saben llegar al público, porque si lo fueran venderían tanto como la novela histórica que llamas divulgativa
Eso no quiere decir que no entienda que haya lectores a quienes les gusten sus libros. Hay mucha gente a la que le intimida meterse con un libro de historia puro y duro. Y aparte, la verdad es que el mercado español de libros de historia es prácticamente inexistente. Da una envidia horrible pasearse por una librería inglesa o francesa y ver la cantidad de obras históricas bien documentadas y bien escritas que se venden allí comparado con lo que nos encontramos en las nuestras
Vamos, que comprendo perfectamente que las guionizaciones de hechos históricos que tanto éxito tienen últimamente tengan su público y haya lectores a los que les interese aprender historia de un modo ameno gracias a ellas. A mí no me gustan, porque en general están mal escritas, con un estilo muy plano y los personajes me resultan de cartón piedra. Me resulta mucho más viva y apasionante la obra de un buen historiador. Pero entiendo que tengan su público.
Lo único que digo es que para mí eso no son novelas históricas.
Una novela debe ser ante todo una obra de ficción, así que para considerar que algo es una novela la parte de ficción que contiene debe tener un peso mucho mayor, en extensión e importancia, que la parte de recreación dialogada y refrito de libros de historia. Lo que no quiere decir por supuesto que la parte histórica y la ambientación de la novela no deban ser exactas y cuidadísimas, por supuesto.