A primeros de Junio, Nápoles con Lucia y Natura, ya os conté la experiencia.
En Julio Portugal, no estaba muy saturado, mi hermana y mi hija han estado ahora en Agosto y dicen que es la muerte Lisboa de turisteo, nosotros no sentimos la presión desmedida del turismo guiri, pero debe ser muy intenso en temporada alta.
Este agosto nos hemos pegado un tour por media Europa en coche: Francia, Mónaco ( no se si cuenta esa horterada de pijerío), Italia, de la que no tenía muy buen concepto, pero me ha cambiado: Las Cinque terre, ( crucerito para ir, tren para volver), después de ver Pisa en horas fuera de hora punta ( porque intuyo que Pisa es como una ciudad de crucero, de esas de visita de tocar marro y que por la tarde queda tranquila, para un tipo de turista más civilizado), un encanto, Padua, aun estoy levitando con la capilla de Gioto, ( la admisión es muy controlada no más de 25 personas por turno y obligado el asistir al documental y a entrar con guía), la ciudad también muy pacífica supongo que es también ciudad de paso. Antes Padua pasamos por Florencia, y yo no entiendo como funcionan lo de las masas incontroladas de turistas coleccionistas de hitos monumentales. No planteamos detenernos por miedo al agobio, pero a la desesperada optamos por ir a ver la Galería de los Ufficci, si podíamos entrar bien, si no nos dedicaríamos a pasear y dar un vistazo a la ciudad con la perspectiva de un viaje fuera de temporada. ¡¡Pudimos entrar!!, incluso antes que quienes llevaban entrada comprada o turiste card, y verlo aun sin demasiada saturación, aunque como siempre las obras más significativas estaban algo cargaditas de gente buscando el cutreselfie. Lo de ver esos cuadros que has visto cientos de veces en libros de arte, al natural es maravilloso y descubrir además, cuadros que me habían impactado sin saber dónde estaban y de quien era, aunque fuera un poco de forma apresurada.
Y ya a Eslovenia, donde íbamos con algo de miedo por el idioma, Genial, compramos la etiqueta de para circular por carreteras, la primera parada fue para comer en un restaurante en un pueblo perdido de la mano de dios, Resultó que el camarero había sido camionero y nos atendió hasta en medio español, medio italiano, un hombre encantador, Si tenéis oportunidad, nos encanto Liubliana. De ahí pasamos a Hungría, primero a una ciudad pequeña cerca del lago Barathon, que es un lago enorme y destino turístico interior, ciudad nada turística, pero aún así hablaban inglés en el restaurante y en el hotel alemán, asi que sin problema.
De ahi a Budapest, apartamento en pleno centro, no sé, si guiri de Erasmus o mezcla, un apartamento estupendo, que nos permitió movernos con comodidad por la ciudad, mucha gente pero llevable. Aqui recogimos a mis hijos en el aeropuerto. Fuímos a primera hora, muy decadentes, son los que aparecieron en una película de James Bond. Visitas al Castillo, a las sinagogas, merienda en el Gran Café Nueva York con una de esas cursi pedidas de mano incluida. Visita al parlamento ( en alemán al no haber otra opción, pero ya me traducían estos), paseito en barco por el Danubio, maravilloso al atardecer. El idioma no fue problema, todo el mundo hablaba inglés, y en algún restaurante hasta español. Luego pasamos a Eslovaquia, estos hijos míos tenían mal recuerdo de Bratislava, ellos fueron al típico viaje de Erasmus organizado en la universidad, en invierno, y sobre todo el chico, que le pilló con mal pie el viajecito, pero la ciudad vieja estaba encantadora, llena de vida y de turistas claro, pero sin agobio, en el restaurante la carta en Español, de aquellas maneras con la traducción, pero en español. Muy cuidado el centro.
Fuimos parando por pueblos varios de la ruta, alguno más abierto al turismo, otros menos acostumbrados pero sin ningún gesto desagradable, en ninguno de los países, al revés, todo el mundo muy amable al reconocernos como españoles, aunque muchas veces nos identificaban como italianos o alemanes de entrada.
Destino siguiente Praga, con parada previa en Sedlec, ¡Qué me lo iba a perder yo con mi vena frikiconnollyana. La verdad es que me decepcionó

De ahí a Praga, y ahi ya si que fue el horror. Los turistas somos la peste, tremendo, tremendo, Todo el mundo parece que estaba en Praga. Mucho ruso borracho, mucho chino, mucho español, mucho italiano, y supongo que mucho de todo. Como es un punto muy conocido, poco que describir, me sorprendió el callejón del oro, que la primera vez que estuve estaba muy poco visible y ahora mismo la parte de arriba esta todo abierto con exposición. Luego alguna sorpresa agradable. Para las comidas íbamos con las referencias de google y de tripavisor, como todo el mundo por otra parte de características similares a las nuestras. Las primeras opciones saturadas siempre, pero en una de las cenas dimos con un restaurante un poco más refinado, y algo mas caro, ( los cuatro fue poco más de cien euros, no mucho), y una maravilla todo: el ambiente, la comida, el vino, con música en directo de piano, el servicio de diez, en fin si volvemos alguna vez repetiremos.
De Praga a Karlovy Vary, territorio comanche del turismo ruso, todo rusos, algun chino despistado, y más rusos. En muchos sitios en las tiendas los letreros directamente en ruso. De Karlovy pasamos ya a la familiar Alemania, a Nuremberg, ya la conocíamos los cuatro, y de ahi a Munich, donde dejamos a los chicos en el aeropuerto y nos quedamos un dia más antes de volver mi marido y yo, por fin libres.
Me resulto un poco desconcertante, primero estaba todo en obras, ( toda Alemania parece en obras), luego es muy diferente a las ciudades alemanas que conozco, que son unas cuantas. Estábamos y algo cansadillos, pero bueno sobre todo paseamos. Y ya de Munich a Estrasburgo, encantadora siempre, de ahí a Lyon, que nos sorprendio la sobriedad y el poco encanto de la catedral y la magnificencia del la iglesia de Santa Maria que domina la ciudad obra del siglo XIX en una curiosa mezcla de estilo neobizantino-neogotico la basílica de arriba y neobizantino-neorománico la de debajo. Impacta mucho sus paredes de murales de teselas doradas reproduciendo escenas varias ( tengo que estudiar algo las revoluciones burguesas del XIX que dicen que es donde esta su origen), de construcción con aportaciones particulares. De ahi a Cahors ciudad que me pareció horrenda, con una interesantísima catedral románica de doble cúpula, maltratada por un culto hortera, que reíros de la restauración de Doña Cecilia en Borja del Cristo que le dio fama.
Asi en general, me ha llamado la atención en un viaje asi de superficial al fin y al cabo, que ese mito del turista español gritón y mal educado, es eso, un mito, no me he cruzado con ningún turista español que diera espectáculo, ni siquiera buscando selfies ridículos, ( fotografías de recuerdo es una cosa, selfis posturitas otra muy diferente), si con otros de otras nacionalidades muy próximas y más alejadas, Ah y la gente fuera es mucho más respetuosa con la religión, y me da que más practicante que por aquí.