¿Prestas libros?

[asangrefria]

Yo si he prestado y siempre he tenido suerte de que me los han devuelto impolutos (y eso que ahora ya no soy tan maniático como antes, que yo soy de los que se lee un libro y ni te das cuenta que ha sido leído, y eso que muchos los leo en la playa).

Yo creo que dice mucho de una persona (y nada bueno) no devolver un libro prestado o devolverlo en mal estado.

A mí no me gusta demasiado que me presten (aunque sí lo han hecho y siempre los he devuelto lo antes posible) porque me crea cierta presión para leerlo y hace que lo disfrute menos

[bartlebycubano]

No soy muy de prestarlos porque no tengo suerte. Lo mismo me los devuelven con la huella de una operación matemática en cualquier página, que me les tienen que inventar tapas porque un perro las ha destrozado. Y casi siempre tengo que inventar algo y pasar el mal momento de pedirlo. No veo que tenga necesidad de pasar por eso. Es que la gente te pide un libro a la velocidad de un cohete y te lo devuelve _si es que lo devuelve_ a paso de tortuga coja.

Otra cosa, no les gusta comprar y luego se resisten a devolverte lo que tanto te ha costado tener _que aquí los libros son caros, pero mucho peor es que no se consiguen fácil_. Entonces les digo que en la librería vi cosas buenas y no van, para luego pedirlos prestados. De la mata se caen que no quieren comprarlos, pero al menos deberían devolver los que les prestan. Y ni eso. Pues, vaya que ya estoy berreao y creo que no voy a prestar más.

Pero como para no caer mal, tengo un recurso: hay dos o tres títulos que tengo repetidos y mi plan es este: cuando me hablen de libros les recomendaré uno de esos y luego no les daré otro hasta que no me lo devuelvan _que cara no tendrán de pedirme otro antes de darme el que les dí; digo yo_. Y si no me lo devuelven, mejor. Salgo del personaje y no pierdo nada.

Realmente no son lectores como yo. Siempre que puedo comprar un libro, lo hago. Los busco por todas partes y los pago hasta bastante caros. Es que la manera en que más disfruto una lectura es cuando sé que el libro es mío. Incluso no me gusta desprenderme de los ya leídos ni aunque no tenga la idea de releerlo algún día. A menos que sea alguno que rechace.

[Cuentolosiento]

Con el tiempo, ya solo presto libros dentro de mi círculo de confianza a estos efectos. Más que todo, practico cierto ritual de intercambio en el que más que prestar, los ofrezco a contadas personas por funcionar de manera recíproca y sabedor de que estarán a buen recaudo y volverán a su legítimo dueño. Raramente pido libros en préstamo.

Solo exceptúo algunos por el especial cariño que les tengo, o miedo a «saber tú qué», o su antigüedad o son de mi colección «temática» privada.

[Marramaquiz]

Depende. Si se trata de un libro “fácil” de volver a conseguir, no tengo inconveniente a la hora de prestarlo. Ahora bien, si es alguna edición que me ha costado conseguir o a la que le tengo algún tipo de apego, soy muy reacio a prestarla.

[bartlebycubano]

Depende. Si se trata de un libro “fácil” de volver a conseguir, no tengo inconveniente a la hora de prestarlo. Ahora bien, si es alguna edición que me ha costado conseguir o a la que le tengo algún tipo de apego, soy muy reacio a prestarla.

Como aquí cuesta conseguir casi todo _y extiéndase eso a TODO y no solo a la literatura_, hay que ser reacio a prestar libros. Como nada es fácil de conseguir, sí hay inconvenientes a la hora de prestar libros. Y apego le tengo a todo lo que compro, por lo mucho que me cuesta conseguir esa literatura y porque ya voy a lo que me interesa y no a una cuestión de descubrimientos. Cuando compro un libro es porque ya tengo conocimiento de lo que trata la obra o al menos sé que es interesante o el autor es de mi interés. Claro, hay casos en que al leer el libro me doy cuenta de que la cosa no es como yo pensaba.

No es que no preste algún libro a quien me inspire confianza, pero lo que más me hace pensarlo es que no he tenido mucha suerte en el empeño de ayudar de esa manera a otros lectores.

[Aelo]

Voy a reconocer que soy tan mala para prestar libros que... suelo buscar las versiones digitales y convencer a los demás de leerse esas ("es que es más fácil transportarlos", "no vas a andar con ese tocho en las manos, mejor digital", "ah, es que así te quedas con una copia"), las excusas son infinitas. Aprendí que, lamentablemente, libro prestado es libro perdido.

Bueno... los que no me han gustado sí que puedo prestarlos, al menos así no me duele si los devuelven en estado lamentable o, simplemente, no los devuelven.