El día de hoy en un libro (II)

[emedoble]

El 11 de octubre de 1991, se llamó a declarar frente al Comité de Asuntos Judiciales de la Corte Suprema de los Estados Unidos a una profesora de Derecho. El motivo era la vista para la confirmación del nombramiento de Clarence Thomas, el primer juez designado por Bush para la Corte Suprema. La declarante era Anita Hill. Durante el testimonio a puerta cerrada que prestó frente al Senado —y que posteriormente sería filtrado a la prensa—, Anita enumeró una larga retahíla de incidentes durante los cuales Thomas, que en aquellos momentos era su jefe, la hablaba de la pornografía que consumía y de sus fantasías sexuales. También la presionó para que tuviesen citas. Anita afirmó que aunque ella se negara a quedar con él, «él no aceptaba sus explicaciones como válidas», como si un no no fuese válido en sí mismo.

Los hombres me explican cosas, de Rebecca Solnit (traducido por Paula Martín)

[Gretogarbo]

Hacia el mes de agosto el rodaje ya debería haber concluido y seguíamos sin tener noticias suyas. Mi madre volvió a toser como en sus peores épocas. Decía que en realidad no importaba tanto si él llamaba o no. Que para qué iba a molestarse en llamar si por el mismo esfuerzo podía coger un tren y plantarse en casa. Ahora no esperaba una llamada suya sino su regreso. Y, entre ataque de tos y ataque de tos, sugería algo parecido a unos plazos, que iban siendo sistemáticamente incumplidos y ampliados. Primero fue a comienzo del curso escolar, más tarde su cumpleaños (el 12 de octubre: el segundo nombre de mi madre era Pilar), finalmente la tercera semana de noviembre, que era cuando salía de cuentas… Alguna de esas fechas tenía que imponerse como definitiva, y la del parto parecía dotada de una legitimidad incuestionable: si mi padre no volvía para el nacimiento de su segundo hijo, mejor que no lo hiciera nunca.
(...)
A finales de verano mi padre estaba ya casi completamente recuperado, y la boda se fijó para el sábado 12 de octubre, festividad del Pilar y trigésimo primer cumpleaños de mi madre. Ésta se encargó de todos los preparativos: nos hizo ir a El Corte Inglés para probarnos ropa formal, habló con el párroco de Santa Isabel, alquiló un Citröen Tiburón con conductor, contrató un fotógrafo, escogió los arreglos florales… No quería grandes ostentaciones pero tampoco una ceremonia de medio pelo. Y sobre todo quería que mi padre guardara para siempre un buen recuerdo de aquel día, así que sin decirle nada (y supongo que con la ayuda de Adolfo Ponte o algún otro compañero de profesión) invitó a varios de sus amigos, todos ellos técnicos o artistas con los que había compartido rodajes.
Derecho natural, de Ignacio Martínez de Pisón

[Gretogarbo]

Sr. Dn. Benito Pérez Galdós
La Coruña, 14 de octubre de 1887
Amigo querido: pasado el 12 me dice V. que le escriba a Madrid; llegó el 14, estoy pues en regla, y puedo escribir. Pero antes de recibir la de V. de Santander, había ya escrito a Madrid una carta que espero habrá V. recibido, si no es que la administración de correos de Mondariz se la merendó. La eché el día en que dejaba aquel balneario.
"Miquiño mío". Cartas a Galdós, de Emilia Pardo Bazán

[Gretogarbo]

Sr. Dn. Benito Pérez Galdós
La Coruña, 14 de octubre de 1887
Amigo querido: pasado el 12 me dice V. que le escriba a Madrid; llegó el 14, estoy pues en regla, y puedo escribir. Pero antes de recibir la de V. de Santander, había ya escrito a Madrid una carta que espero habrá V. recibido, si no es que la administración de correos de Mondariz se la merendó. La eché el día en que dejaba aquel balneario.
"Miquiño mío". Cartas a Galdós, de Emilia Pardo Bazán

[emedoble]

Rachel Carson fue tachada de ello cuando se editó su monumental libro Primavera silenciosa, sobre los peligros de los pesticidas. Carson había presentado un libro cuya masiva investigación, detallada a pie de página, era irrefutable y cuyos razonamientos hoy son considerados proféticos. Pero a las empresas químicas no les gustó nada, y ser mujer fue, por así decirlo, su talón de Aquiles. Podríamos llamarla la Casandra de la ecología. El 14 de octubre de 1962, el Tucson Arizona Star reseñaba el libro bajo el titular «Primavera silenciosa transforma la protesta en histeria». Aquel mismo mes en un artículo se aseguraba a los lectores que los pesticidas eran totalmente inocuos para los humanos; el dominical del Time tildó el libro de Carson de «injusto, parcial e histérico, y excesivamente enfático». «Muchos científicos simpatizan con la mística lealtad que le profesa la señorita Carson al equilibrio de la naturaleza —concedía la crítica—, pero temen que su estallido emocional e impreciso pueda ocasionar más daño», lo que venía a decir que Carson era científica, pero lo era por casualidad.

Los hombres me explican cosas, de Rebecca Solnit (traducido por Paula Martín)

[emedoble]

El quince de octubre de cada año la Quinta Ave­nida abría sus persianas, desplegaba sus alfom­bras y colgaba la triple capa de cortinas en las ventanas.

La Edad de la Inocencia, de Edith Wharton (traducido por María Rosa Duhart)

[Gretogarbo]

— (...) Te lo explico de una manera aproximada para que lo entiendas. El caso es que, a través de los años, al no poder medirse exactamente el paso del tiempo, se fue desajustando el calendario. Los sabios comprobaron, hace ya años, que llevábamos diez días de diferencia. Es decir, que según el sol y las estrellas, nos habíamos retrasado diez días cada cuatrocientos años. En un momento dado, la Santa Iglesia creyó que debía poner el calendario conforme, cosa que es muy adecuada para las intenciones de una religión verdadera. Y hace unos años, en 1582, Su Santidad el Papa Gregorio XIII hizo adoptar a la iglesia un nuevo sistema para concertar el día al calendario, y así dispuso que el 4 de octubre de 1582, fuera seguido no del cinco, sino del quince. En lugar del 5, el 15.
(...)
— Para que comprendas mejor lo ocurrido, te pondré un ejemplo muy claro. Tú sabes que Santa Teresa de Jesús, que fue proclamada santa el año pasado, era una monja que fundó muchos conventos y un alma llena de virtudes. Pues bien, Santa Teresa murió el día 4 de octubre de 1582, precisamente en la fecha en que el Papa Gregorio había decidido que el día siguiente no fuese el viernes cinco de octubre, sino el viernes 15 de octubre. Y se da el caso de que a muchos les pareció un nuevo milagro de la santa, que todavía no lo era, pues no subió a los altares hasta el año pasado, como te he dicho. Teresa de Jesús murió el día 4 y fue enterrada el día siguiente, que era día 15.
Por ver mi estrella María, de Néstor Luján

[emedoble]

Otro día había organizado yo en mi casa un teatro para mis hermanitas. [...] Tres días antes del estreno de nuestro teatro entro yo en casa de Falla y oigo tocar el piano. Con los nudillos golpeo la puerta. No me oye. Golpeo más fuerte. Al fin entro. El maestro estaba sentado al instrumento ante una partitura de Albéniz.
-¿Qué hace usted, maestro?...
-Pues estoy preparándome para el concierto de su teatro.
Así es Falla, para entretener a unos niños se perfeccionaba, estudiaba. Porque Falla es eso, conciencia y espíritu de perfección.
(Entrevista de Pablo Suero, 15 de octubre de 1933)

Federico, de Ilu Ros

[emedoble]

-¿Rechaza usted el público burgués?
Yo arrancaría de los teatros las plateas y los palcos y traería abajo el gallinero. En el teatro hay que dar entrada al público de alpargatas. “¿Trae usted, señora, un bonito traje de seda? Pues, ¡Afuera!” El público con camisa de esparto, frente a Hamlet, frente a las obras de Esquilo, frente a todo lo grande.
(“Charlando con García Lorca”, Crítica, 15 de octubre de 1933.)

Federico, de Ilu Ros

[Gretogarbo]

Bebía para emborracharse. Era casi finales de octubre y los cumpleaños de los niños ya habían pasado. Había planeado hacer como que tanto el 17 como el 24 eran días normales, llenarlos de bares, bourbon y hombres, y no dedicar ni un solo minuto a pensar en las fechas. Pero entonces su madre la llamó por teléfono e insistió en que fueran a observarlos juntas. Ese fue el verbo que utilizó: observar. Como si estuviera refiriéndose a preceptos religiosos para el culto o la devoción.
Muertes pequeñas, de Emma Flint (traducción de Beatriz Galán Echevarría)

[Gretogarbo]

Sr. Dn. Benito Pérez Galdós
Granja de Meirás
17 de octubre de 1894
Mi queridísimo y admirado amigo: veo con gran pesar, por los periódicos, la desgracia que ha impedido a V. pasar a Canarias. Sé que es desgracia muy grande, por lo mucho que V. quería a esa Señora y por lo unidos que vivían Vds., más como hermanos que como cuñados. La siento, como sentiré siempre todo lo que a V. aflija. Mi pensamiento acompaña a V. en tan triste ocasión.
"Miquiño mío". Cartas a Galdós, de Emilia Pardo Bazán

[emedoble]

CARTA A SU FAMILIA
[Buenos Aires] 18 de octubre [de 1933]
Os mando estos recortes. Ya veis qué escandalazo se ha armado en Buenos Aires. Recibiréis carta por avión.
No paro un instante de comidas, visitas, reuniones con esta gente hospitalaria.

Federico, de Ilu Ros

[Gretogarbo]

Un día, el 18 de octubre de 1926, fecha que tampoco olvidaría, al volver a su casa encontró a las criadas adormecidas en los sillones del recibidor.
— ¿Qué hacéis aquí?
— Esperar al señorito.
— ¿Qué pasa? ¿Está mala la señora?
— No, no está.
— ¿Que no está?
— Y nos dejó al cuidado del niño.
— ¿Dónde se fue?
— No lo sabemos. Se llevó una maleta y un maletín y dejó una carta, ahí, sobre la mesa del comedor.
Las buenas intenciones, de Max Aub

[Gretogarbo]

Octubre era el mes, y 18 el día. De esta fecha no me queda duda, porque al día siguiente salió la escuadra. Nos levantamos muy temprano y fuimos al muelle, donde esperaba un bote que nos condujo a bordo.
Trafalgar, de Benito Pérez Galdós

[Gretogarbo]

Y en otro lugar, impreso en tinta marrón; con la escritura a lápiz:
Regalado a: George Gudger
por: Annie Mae Gudger
Registro de familia:
Nombres de los padres:
Marido: George Gudger, nacido 11 septiembre 1904
Esposa: Annie Mae Gudger, nacida 19 octubre 1907
Boda: George G. y Annie Mae G. se casaron el 19 de abril 1924
Nombres de los hijos:
Maggie Louise G. nació 2 febrero 1926
George Junior G. nació 4 septiembre 1927
Martha Ann G. nació 28 marzo 1931
Burt Westly Gudger 14 julio 1932
Walley Few G. 26 diciembre 1936
Defunciones:
Lulla Woods murió 7 junio 1939
Martha Ann G. murió el 28 de septiembre 1931
Esta biblia era de un papel absorbente, y se notaba inerte, fría y muy pesada en la mano. Emanaba un hedor fuerte y frío de excremento humano.
Elogiemos ahora a hombres famosos, de James Agee y Walker Evans (traducción de Pilar Giralt Gorina)