El primer párrafo de...

[madison]

He querido escribir como si tuviera que estar ausente cuando se publicara el texto. Escribir como si tuviera que morir y ya no hubiera jueces. Aunque sea una ilusión, quizá, creer que el advenimiento de la verdad dependa solo de la muerte.
Mi primer gesto al despertarme era cogerle el sexo, empinado por el sueño, y quedarme así, como aferrada a una rama. “Mientras siga así asida a esto, me decía, no estaré perdida en el mundo”.
La ocupación” de Annie Ernaux,

[Gretogarbo]

El enfermo Pacífico Pérez ingresó en el Sanatorio de Navafría en la mañana del 25 de marzo de 1961. Durante el reconocimiento se mostró tímido y reservado, respondiendo a mis preguntas con cortados monosílabos. Tras detenida exploración, descubrí en sus pulmones una fibrosis bilateral, con cavernas tuberculosas ya viejas y, en consecuencia, una propensión obvia a un fallo cardiorespiratorio*. Sentí piedad por él, tanto por su disposición resignada, como por la gravedad de su dolencia. Con los días, este sentimiento inicial derivó hacia la curiosidad al observar su actitud ante los compañeros, taciturna y como distante sin dejar de ser afable. (...)
Las guerras de nuestros antepasados, de Miguel Delibes

* Gazapo, ¿no?

[Velaluka]

* Gazapo, ¿no?

Eso parece, sí. Te sigo en el hilo, me gustan los diálogos y parece que esta obra es esencialmente eso, si no he entendido mal (vale, admito que lo de "exacerbada sensibilidad" también ha sumado en mi interés).

[Gretogarbo]

Te sigo en el hilo, me gustan los diálogos y parece que esta obra es esencialmente eso, si no he entendido mal (vale, admito que lo de "exacerbada sensibilidad" también ha sumado en mi interés).

Excepto un par de páginas al principio y al final de la obra, narradas por el médico Francisco de Asís Burgueño a modo de introducción y conclusión, toda la novela es un diálogo entre Pacífico Pérez, un recluso del Sanatorio Penitenciario de Navafría, y el citado médico a lo largo de siete días. Apenas llevo 32/297 páginas (11%) pero ya me siento totalmente abrumado por la literatura de don Miguel Delibes, Velaluka.

[Velaluka]

Gracias, Greto, creo que me gustará, me lo apunto en la interminable lista.

[Gretogarbo]

... me lo apunto en la interminable lista.

Una sugerencia e invitación: si tienes tiempo y disponibilidad, intenta participar en alguno/-s de los numerosos miniclubes en los que los moderadores nos dan la oportunidad de proponer libros. Yo he logrado tachar algún título de esa lista porque ha sido elegido para su lectura, si bien la lista crece en lugar de disminuir.

[RedSedna]

* Gazapo, ¿no?

Eso parece, sí. Te sigo en el hilo, me gustan los diálogos y parece que esta obra es esencialmente eso, si no he entendido mal (vale, admito que lo de "exacerbada sensibilidad" también ha sumado en mi interés).

Me llama más la atención esa exportación que pulula por ahí

[Velaluka]

si tienes tiempo y disponibilidad...

Muchas gracias por la invitación, Greto (no te pongo un abrazo porque sé que no te gustan los monigotes). De tiempo y disponibilidad voy... como decirlo... de culo. Llevo un mes para leer un libro de 260 páginas y aún me queda... (aunque he de decir a mi favor que es de esos que hay que degustar). En fin, que me parecería feo proponer un libro y luego no poder leerlo, aunque os sigo en todos los hilos de miniclubs para dejarme seducir por vuestras propuestas a esperas de tiempos mejores "para la lírica".
Gracias de nuevo [fin del offtopic, lo siento].

Me llama más la atención esa exportación que pulula por ahí

Cierto...

[Gretogarbo]

Me llama más la atención esa exportación que pulula por ahí

En este caso, culpa de mis torpes dedos, RedSedna, y no de la pluma de Delibes. Muchísimas gracias por estar al quite. Voy a corregirlo.

[Gretogarbo]

La isla de Utajima sólo tiene unos mil cuatrocientos habitantes, y el perímetro de su costa no llega a los cinco kilómetros.
El rumor del oleaje, de Yukio Mishima (traducción del japonés de Keiko Takahashi y Jordi Fibla)

[Gretogarbo]

El viajero está echado, boca arriba, sobre una chaise-longue forrada de cretona. Mira, distraídamente, para el techo y deja volar libre la imaginación, que salta, como una torpe mariposa moribunda, rozando, en leves golpes, las paredes, los muebles, la lámpara encendida. Está cansado y nota un alivio grande dejando caer las piernas, como marionetas, en la primer postura que quieran encontrar.
Viaje a La Alcarria, de Camilo José Cela

[Gretogarbo]

Ahora, cuando miro la cruz del pergamino que tengo guardado en la gaveta de mi escritorio, pienso que no he podido vivir esta aventura extraña y misteriosa. A veces me desvelo en las noches pensando que algo va a sucederme y, asustado, me salgo al balcón para mirar el cielo, esperando ver en él alguna señal que me consuele. Pero el cielo permanece en silencio, por más que yo ponga todo mi sentido en descifrar sus luces.
El misterio Velázquez, de Eliacer Cansino

[Gretogarbo]

Esta historia empieza donde terminaron muchas. El fuego quemó las novelas y los códices, las palabras y los sumarios. Las llamas fueron abrasando los libros lentamente. En medio de la noche, la biblioteca de la Vieja Ciudad ardía. Y se iba quedando huérfana la Universidad.
Los libros luciérnaga, de Leticia Sánchez Ruiz

[Gretogarbo]

Si ahora coges el diccionario y buscas la palabra NINGUNO en las páginas de la N, leerás que ninguno significa nulo, ni uno solo, nadie; sin embargo, por esta vez, le vamos a llevar la contraria al diccionario.
Historias de Ninguno, de Pilar Mateos

[Gretogarbo]

En la noche del lunes 18 de agosto de 1572 celebrábase una gran fiesta en el Louvre.
La reina Margot, de Alexandre Dumas (traducción de autor desconocido)