CP XV - Cinco en un brinco - Isma

[lucia]

Cinco en un brinco

La quietud del bosque se rompe. Botas con clavos de metal aplastan helechos. Sucios machetes desbrozan las ramas. Se escucha, incluso a la distancia, una interminable ristra de juramentos, maldiciones, quejas e insultos. Y el olor, sobre todo el olor. Precede al grupo como una invisible mancha de aceite.
Se acerca una partida de trasgos.
Oculto entre la maleza, alguien espera. Sobre él, camuflado entre las ramas de los árboles, un compañero suyo aguarda, tenso y algo ansioso. En un hoyo al otro lado de la senda otro se agazapa. Tan solo se le ven los ojos. Y detrás de una piedra se adivina una silueta adicional.
El primero es un elfo. El segundo un humano. El tercero, un enano de las montañas. El cuarto, un mediano.
Los cuatro aguardan mientras las voces crecen en volumen. No han de esperar mucho. Pronto los trasgos irrumpen en el camino forestal. Sus voces son estridentes y desagradables y el hedor es insoportable. El enano, alérgico a los olores fuertes, siente unas ganas irresistibles de estornudar, pero se muerde la lengua. El elfo, agobiado, aguanta la respiración. El humano reprime a duras penas unas arcadas. El mediano piensa en tartas de manzana para distraerse del tufo.
Pero el grupo de trasgos no es muy numeroso y marcha con premura. El suplicio para los emboscados es breve. Ya se alejan, ya se distancian, allá van a lo lejos. Adiós a las voces destempladas y sus fétidos alientos. Pero uno queda atrás. Un joven trasgo permanece en mitad de la senda. El grupo principal no parece haberse percatado de que les falta un miembro. El chico se ha demorado para descalzarse de una bota, de la que ha sacado piedras y ramitas. Después ha hecho lo mismo con la otra. No parece ser consciente de que cuatro pares de ojos le observan. Tendrá el equivalente a las seis o siete primaveras de un humano.
—Una, luna —dice el elfo.
—Dos, luna y «zol» —responde el humano.
—Trres, luna, sol y pez —continúa el enano.
—Cu-cuatro, lu-luna, sol, pe-pez y gato —tintinea la voz del mediano.
—Cinco, luna, sol, pez, gato y ¡brinco! —termina de contar el trasgo.
Los cuatro niños escondidos salen a su encuentro con un salto, entre risas y empujones, y se saludan con familiaridad. Ninguno de ellos tiene más de ocho años y el menor, el enano, supera apenas los cinco. Van vestidos con ropas ligeras y equipados con armas, en el mejor de los casos, simbólicas.
—Chicos, gracias por esperarme —dice el trasgo—. Hoy hemos salido un poco más tarde que de costumbre. Mi clan no es famoso por su puntualidad.
—¡Ar!, ¿cómo no íbamos a esperrarrte? — gruñe el enano.
—Hemos «panificando» esta aventura desde hace semanas —responde el niño humano.
—To-toma, tu co-comida —El mediano le entrega una bolsa de esparto con frutas y pan.
—Bueno, ya estamos listos. No perdamos más tiempo —El elfo saca un plano y todos se sitúan en corro a su alrededor. El niño con un ademán altanero, señala una posición en el plano y luego otra—. Nosotros estamos aquí ahora. Y tenemos que llegar aquí.
—Lo estás mirrando al rrevés.
Todos los niños se ríen salvo el elfo, que hace un mohín de enfado. Pero pronto abandona su postura y retorna la atención al corro, donde se discute la mejor manera de atravesar el bosque. Puestos ya de acuerdo, los cinco emprenden la marcha. Atraviesan la fronda entre juegos y chanzas hasta llegar a la ladera de la montaña. La entrada de un túnel aguarda, tenebrosa.
—E-este es el lu-lugar...
Los cinco niños contemplan la entrada con aprensión. De la boca del túnel mana un leve olor sulfuroso y un resplandor rojizo ilumina suavemente las paredes.
—Los Ancianos dice que en esta cueva hay Observadores —dice el chiquillo elfo con una nota de pedantería—. ¿Queréis que os diga cómo son?
—Lo sabemos. Son bichos gorrrdos con un solo ojo…
—Y tién, lomenos, diez o más «tentículos»…
—Y ha-hacen ma-magia…
—Y atacan a cualquiera que se les acerque —concluye el trasgo.
Los cinco niños se miran entre sí. Es evidente que están asustados. Pero una chispa de alegría se contagia en las miradas. Uno estornuda con fuerza, el otro se ríe, aquel palmea la espalda del primero y todos se relajan y se animan.
—¿Has «trujido» la cosa esa? —dice el niño humano.
El trasgo saca un grueso paño y lo desenvuelve. En su interior, una daga resplandece.
—Qué suerrte que brrille siemprre…
—Vamos —responde el trasgo, demostrando más coraje del que siente.
Los niños se internan en la cueva con una cautela extrema. Con frecuencia tienen que detenerse a ayudar a sortear las rocas al mediano, que es el más bajito de los cinco. El trasgo, aunque comienza en cabeza, pronto pasa a la posición intermedia cuando los demás se asustan por no ver bien. El elfo sí que ve en la oscuridad, pero prefiere ir con el resto del grupo, preferentemente ni en último lugar ni en el primero. Esta estrategia es generalizada. Los cinco avanzan, bien juntitos, en una línea que no es ni silenciosa ni mucho menos temeraria, mientras se internan en las profundidades de la tierra entre fulgores rojizos y bocanadas de aire fétido.
El túnel se abre a una cueva. Los cinco se asoman, temblorosos, a un saliente de roca.
En la gruta hay un Observador. Y no está solo. Junto a él, acostado, hay otro Observador mucho más pequeño. El grande extiende una manta sobre el otro con uno de sus tentáculos, mientras sostiene, con otros dos, un libro abierto. El pequeño tiene los tentáculos flácidos y el ojo cerrado: una sonrisa de satisfacción cierra la que hubiera sido una boca escalofriante. La conclusión es obvia para el grupo: mamá Observador está leyendo un cuento a su pequeño.
—Qué bo-bonito…
La luz rojiza ilumina las caras de los cinco amigos. El resplandor afila los rasgos del elfo, que mantendrán su apariencia barbilampiña durante siglos o milenios: si acaso, una floreciente chispa de sabiduría aflora a la mirada. El niño humano cierra la boca. El fulgor y las sombras dibujan un mapa de serenidad en su cara. En los grandes ojos del mediano la imagen despierta la ternura, y la ternura provoca una sonrisa que destierra los tartamudeos. El trasgo asiente. Quién sabe qué efecto tendrá en su vida la amistad en la que se arropa.
En cuanto al más pequeño del grupo, el jovencísimo enano, hace una mueca. Luego otra. Después contorsiona las mejillas, cierra los ojos y arruga la nariz. Por último, sin poder contenerse, despedaza el silencio de la cueva con un sonoro estornudo.

[Tolomew Dewhust]

Tengo una noticia buena y otra mala, . La buena es que este relato es uno de los que están mejor redactados. La mala es que a mí la historia no me dice nada.

Me gusta regular tirando a poco: la historia no me llega.

Soy un enamorado de la saga El señor de los anillos, he visto la trilogía entre seis y diez veces. Sin embargo no me ha removido nada por dentro encontrarme aquí a personajes de aquella historia ni le veo más recorrido que el que tú has propuesto, es decir, que cuando termino de leerlo no se me queda flotando en la azotea.

Seguro que habrá otros que disfrutarán de tu relato, así que, no me hagas mucho caso, .

[Raúl Conesa]

Siempre es agradable encontrar una perspectiva distinta en un ambiente familiar. Rara vez vemos niños de especies distintas a los humanos en relatos de fantasía, y menos aún los niños de los "monstruos". Aunque hace que uno se pregunte si los observadores son agresivos o no. Al fin y al cabo, si tienen el mismo tipo de relaciones interpersonales y desarrollo cultural que las otras especies, entonces no serán tan irracionales, digo yo. Es una duda importante, ya que al acabar el relato de forma abierta, lo que suceda a continuación depende de si mamá observadora va a cepillarse o no a los niños.

Yo voto por niños muertos.

[Iliria]

Creo, autor/a, que has dejado un final tan abierto que me he tenido que preguntar: "¿y el final?" La única pega que le veo.
Como aciertos, unos personajes bien definidos a través del habla característica de cada uno. Además el uso del tiempo presente le da mucha frescura. En general te ha quedado un relato gracioso y bien narrado.

Gracias por participar y suerte

[Mister_Sogad]

¡Anda! Autor/a, no esperaba encontrarme con este tipo de temática en el concurso. De alguna forma ha sido refrescante y te lo agradezco. La Fantasía fue hace tiempo una de mis temáticas favoritas, ahora me sigue gustando, pero ha quedado algo atrás.

Debo decir que me ha gustado que trataras de ser original respecto a la fantasía más clásica con esta panda de amigos, y no señalaré alguna de las típicas objeciones que se podían sacar en plan purista, puesto que, repito, me ha parecido positiva esa apuesta tuya arriesgada. Así pues, buena idea esa, sin embargo, para mí la historia flojea al habérseme quedado corta, echo en falta algo más de desarrollo, de "chicha", una trama más consistente.

Además, destaco también como positivo ese esfuerzo en diferenciar las personalidades de tus personajes.

En cuanto a la narración, creo que está bien escrito, pocos fallos he visto. Por otro lado, has apostado por un estilo ágil y directo, que creo pega con lo que querías exponer y se aleja de esa fantasía reposada y florida que, de nuevo, casi es un tópico clásico. Buena elección en este caso.

Espero que saques algo constructivo de mis comentarios, que es mi intención. Mucha suerte en el concurso!!

[rubisco]

Hola, autor; hola, autora :

Detrás de un título gracioso escondes un relato amable, tierno y que deja un buen sabor de boca, pero que me ha resultado escaso .

Verás, los personajes están muy bien logrados y tienen personalidad propia, especialmente con los prrro-prrro-bemaz de dicción que tiene cada uno. La narración también es muy buena, con una redacción que resulta cómoda de leer y que fluye con mucha facilidad.

También sabes describir las escenas de forma que, con pocas palabras, se entienda todo lo que ocurre, y manejas de forma envidiable el tempo para generar intriga , para variar entre tensión y distensión y para invocar al factor sorpresa.

Y sobre todo las descripciones. ¡Qué facilidad tienes para dibujar cada escena con las palabras! Lo haces centrándote en detalles tan obvios que a mí jamás se me ocurriría incluir en la narración y eso le da un toque muy especial.

¿Qué echo de menos? Pues lo que considero más importante: una trama . No veo un propósito en los personajes, más allá del hecho de que se dirigen a la cueva donde están los Observadores, seres temibles y peligrosos, y donde sin embargo descubren que también desprenden ternura.

Tu relato me parece un gran ejercicio de descripción. Detrás hay una pluma absolutamente capaz de escribir lo que se proponga, pero creo que en esta ocasión ha fallado la idea. Y es una lástima, porque aunque no sea capaz de disfrutar los textos de fantasía, tu relato me estaba gustando, pero al final saco pocas conclusiones argumentales de él.

Aunque, como ya te he dicho, en la parte estética, de personajes y de recursos literarios estás a otro nivel. Y eso es lo más difícil de conseguir, así que a buen seguro en otro concurso me sorprenderás como corresponde.

Gracias por compartirlo y mucha suerte .

[Gavalia]

Me gusta la fantasía y cualquier relato que introduzca estos personajes tan populares del géneri. Me hacen simpatizar de inmediato con el cuento. Lo encuentro bien escrito pues nada me ha chirriado. He visto el bosque y las caras de susto de los protagonistas. Los diálogos transmiten bien los matices de cada personaje, aunque puede que confundan un poco. No obstante el relato se me queda corto y algo plano. No sucede gran cosa hasta la resolución final del cuento quedando a criterio del lector decidir que pasará después del estornudo, vaya usted a saber... es fantasía y todo puede suceder. La imagen final del monstruo contándole un cuento a su retoño deja abierta la esperanza del qué pasará. Me deja algo frío el global del trabajo pero reconozco su magia.
Suerte

[Megan]

Autor/a, me dejaste sin palabras.
Creo que vi el Señor de los Anillos muchas veces, más de las que hubiera querido.
¿Que pasa después? Como dicen los compañeros, ¿el final es abierto? lo malo es que tengo muy escasa imaginación y no puedo resolver el final sola.
Por favor, no quiero ser mala, lo siento muchísimo, pero debe ser que no lo entendí.

Mucha suerte y gracias por compartirlo

[Mister_Sogad]

Aquí estoy de vuelta, autor/a. Respecto a tu historia, ¿y si te hubieras aventurado a narrar la lucha o huida de tus protagonistas respecto a los Observadores? Creo que siendo un relato de temática fantástica le falta algo, si no un conflicto narrado como el que te señalo, sí algo que haga "soñar" o imaginar al lector cosas de este tipo de temática.

Ya dije en mi primer comentario que echaba en falta desarrollo en tu trama, y pienso que Xibalbá este grupo que has creado tenías posibilidades diversas e interesantes para que "viéramos" a través de sus ojos cosas "fantásticas". Ojalá se te hubiera ocurrido algo así en el relato, pero quizá el problema fuera por falta de tiempo.

Suerte!!

[Jarg]

Ay, el enano este, no sabe que hay que ponerse el codo en la boca para estornudar...

Tu relato me ha hecho recordar al concurso de verano del año pasado, en el que el tema era los fanfic. Lo de hacer una versión infantil de los personajes (o de las razas) del Señor de los Anillos me ha parecido original. Está muy bien escrito, se lee rápidamente y es entretenido. Sí, la historia es sencilla, pero cumple su función (tampoco hay que escribir Guerra y Paz en un concurso de seis páginas). Enhorabuena y buena suerte

[rubisco]

(tampoco hay que escribir Guerra y Paz en un concurso de seis páginas)

¿No?

¡Mierda!

[raumat]

Simpática ficción basada en personajes muy queridos por los amantes de la fantasía.
Técnicamente, muy bien escrito.
Según iba avanzando el relato, quizás he echado de menos algún suceso más contundente, algo que le diera más fuerza o emoción a la historia.
Claro que, ese final tan abierto... me ha dejado un poco con el alma en vilo...
Gracias al autor por compartirlo y suerte en el concurso.

[blinder]

Hola!

La única pega que le veo es lo corto que es porque así como está se queda en una introducción a una historia genial. Ese estornudo es el punto culmen de la historia. Me gusta cómo unes las "distintaz razaz" y cómo "definez" a cada personaje para que tenga su propio hueco en la historia. Se nota que tiene curro detrás, bien de escribir y bien de conocer la fantasía. En cuanto al estilo, genial sin duda, genial. Haces que aunque haya poca acción, el lector se quede pegado a la página para ver qué pasa. Guay.

Espero que continúes la historia y nos lo hagas saber.

[ACLIAMANTA]

De acuerdo en que es un relato gracioso, bien escrito y tierno, además de fácil de leer.
Agregaría que no me gustó el título y que no se si, porque no me agrada mucho el género, me perdí o en realidad le falta algo, ya que al final me quedó la sensación de una historia inconclusa.

Me gustó, pero no mucho.
Suerte para el autor!

[Edgardo Benitez]

El problema de decantarse por este tipo de trabajos es que cuesta comprenderse pr personas que no están al tanto de figuras que tú has traído, y que parece que son trivialidades para ti. Espero no ser grosero pero me ha costado seguir el hilo de la lectura aunque está bien escrito. Eso es admirable, que una buena pluma se desperdicie con este tipo de historias. Me gustaría verte volar y volar... Abrazos, y recuerda que todos los cuentos presentados merecen ser ganadores.