CP XVII - Algo más que amistad - Repias

Relatos que optan al premio popular del concurso.

Moderadores: kassiopea, noramu

Avatar de Usuario
lucia
Cruela de vil
Mensajes: 84510
Registrado: 26 Dic 2003 18:50

CP XVII - Algo más que amistad - Repias

Mensaje por lucia »

Algo más que amistad

Los campos de cereal que corta la carretera son cada vez más extensos y los momentos de silencio entre los cuatro hombres se hacen más largos cada kilómetro que recorren. Son ya demasiadas horas de viaje como para seguir manteniendo el ánimo firme del primer momento, cuando salieron del pequeño pueblo a las afueras de Turín camino al infierno. Ahora, ese infierno real ya casi resulta palpable. Lo demuestran las lejanas columnas de humo hacia las que se dirigen, los gestos de nerviosismo de Andrei y también, a pesar del envalentonamiento propio de la juventud, los rostros tensos de sus dos hijos mayores en el reflejo del retrovisor. Mirko está totalmente aterrado. Intenta mantener la conversación viva con cualquier tema trivial que se le va ocurriendo, aunque sabe de sobra que, la mayor parte del tiempo, nadie le escucha. Es su estrategia para intentar mostrarse entero y no mearse encima cada vez que descubre algo que le recuerda dónde está a punto de meterse.
Hace tan solo una semana desde que, tomando unas cervezas al salir del trabajo, vieron en la televisión del bar las noticias que hablaban de la invasión. Andrei se fue sin acabar su bebida. Ya había comentado la posibilidad de que eso ocurriese días antes, en privado, tras hablar con su familia y amigos por teléfono, pero siempre había mantenido la esperanza de que no llegara a producirse nunca. Luego llegó aquella conversación en casa de Mirko que lo cambió todo. Tras dos días en los que el humor de Andrei había caído en picado, dos días en los que los años que tan bien había llevado hasta entonces habían caído de golpe sobre su cuerpo y su ánimo como una losa.
- Mirko, tenemos que hablar. - dijo Andrei tras la cena, en el comedor donde tantas veces se habían reunido las dos familias.
Gina, la mujer de Mirko, se apoyó en la mesa con las dos manos y se sentó con el rostro hundido en la pesadumbre y la oscuridad.
- Te escucho. - Respondió su viejo amigo.
- Me voy con mis dos hijos mayores.
- Pero…
- Ya sabías que esto iba a pasar.
Mirko asintió, con el corazón encogido. Aquel hombre era como su hermano desde hacía ya muchos años. Era el padrino de su hija, y él el de uno de sus hijos, el primogénito, el que también se iba a ir para quizá no volver jamás.
- No puedo quedarme aquí mientras esto ocurre. Llevo en este pueblo más de la mitad de mi vida pero es mi país, mi familia…
-Pero los chicos… son muy jóvenes. Tienen aquí su vida.
-No tenía pensado que viniesen conmigo. No lo quería. Ha sido cosa de ellos. Hemos discutido mucho sobre ello y al final… sé que tienen razón. Aunque prácticamente sean italianos, el vínculo que tienen con su país sigue ahí. Familia, costumbres, … Son conscientes de lo que está en juego y no quieren darle la espalda al conflicto. No podrían perdonárselo a ellos mismos.
-Tráelos a todos. Familiares, amigos... Yo estaría encantado de que vinieran aquí. Les buscaríamos refugio, trabajo… por favor Andrei, piénsalo bien.
Andrei negaba con la cabeza y con cada pequeño movimiento de esta, Gina se hundía más y más ocultando su rostro pálido inundado de lágrimas.
- Ya sabes que no puede ser. No es solo mi familia. Es todo lo que somos y lo que tenemos. - Mirko no aguantó más aquella presión, aquella impotencia, y tras un pequeño temblor de su labio inferior, soltó una lagrima gruesa que recorrió su rostro moreno y su barba incipiente. - Lo siento, amigo. Me tengo que ir. Mi mujer y la pequeña se quedan. Pueden echarte una mano en el obrador.
- No te preocupes por ellas, no les faltará de nada. Estarán perfectamente hasta que volváis. - Soltó Gina con voz entrecortada mientras apretaba una servilleta con los puños sobre la mesa.
Los dos hombres se miraron fijamente. Conocían las pocas probabilidades de que eso ocurriera, pero no dijeron nada.
-Eres un buen hombre, Mirko. Un hermano para mí. Tú y tu mujer sois mi familia también, tu hija es mi hija. Lo sabéis, pero – dijo mirando a ambos mientras Gina lloraba irremediablemente – también sabéis cómo soy. - Ambos asintieron. - Traeremos a las mujeres y a los niños que podamos a nuestra casa. Mi mujer y mi hija se harán cargo.
-Contad con nosotros y también con nuestra casa – Respondió Gina con una convicción y un orgullo surgido de entre las lágrimas de dolor.
Andrei asintió profundamente.
-Muchas gracias por todo. Estoy en deuda con vosotros de por vida.
-Nosotros lo estamos contigo. - respondió Gina – El obrador es lo que es gracias en buena parte a tu trabajo y tu esfuerzo.
Los dos hombres se miraron. Mirko asentía.
- Es cierto, Andrei. Sin tu ayuda nunca habría sido capaz de levantar la empresa. ¿Te acuerdas de lo que era cuando me la dejó mi padre?
-Un desastre, lo sé. Todos trabajamos mucho.
-Y hoy vivimos bien a costa de ello. Todos.
-Entiendo lo que quieres decirme. A mí también me cuesta mucho dejarlo tras todo ese esfuerzo. Ahora que estamos bien y los chicos tienen su vida encaminada… pero es algo más profundo que eso. Un árbol no crece fuerte si no tiene raíces, y las nuestras están allá. Sé que tú harías lo mismo, amigo. No me hagas este momento más difícil de lo que ya es.
Mirko asintió mirando hacia su plato vacío. Ligeramente avergonzado por haber sido tan insistente en su posición. Gina mantenía la cabeza baja, intentando vaciar su mente de imágenes que le producían un dolor sordo y punzante.
- ¿Y cuándo pensáis iros? - Preguntó Mirko.
- En un par de días. Tenemos que dejar todo bien atado y quiero pasar un poco de tiempo más con mi hija y mi esposa.
- Lo entiendo perfectamente. Tómate el tiempo que quieras. Disfruta de ellos. El obrador estará cerrado unos días. Ya veré con qué escusa. No te preocupes por nada.
Andrei bebió un último trago de vino rosado, se limpió la boca con la servilleta blanca de paño y se levantó. Los dos hombres se dieron la mano con firmeza, como si no quisieran soltarla jamás, y se miraron fijamente, luego se abrazaron con fuerza y ambos soltaron más de una lágrima. Antes de girarse y salir por la puerta, Gina también abrazó a Andrei. Estaba desencajada, rota. Su voz sonó quebrada cuando le dijo “a tu mujer y a tu hija nunca les faltará nada”. Andrei sintió un temblor que partía desde muy adentro de su pecho. Su alma acababa de estremecerse. “Gracias por todo” soltó como en un ligero suspiro al oído de su amiga. Luego se fue aprisa, dejando un silencio irrespirable tras cerrar la puerta. Gina se abrazó a su marido y los dos lloraron. Esa noche nadie pudo conciliar el sueño en la casa. Gina, recostada de lado, observaba el aparador en el que reposaban las fotos de todos ellos bajo la tenue luz que entraba desde las luminarias de la calle. Mirko permanecía boca arriba con la vista fija en el techo, retorciéndose por dentro, despedazando su ser con cada pensamiento, con cada recuerdo. Con las caras de los familiares de Andrei atravesando su mente como relámpagos de dolor contenido.

Llegó la mañana. El ruido habitual del ajetreo de la calle penetraba por las ventanas abiertas del comedor. La puerta principal sonó con fuerza al cerrarse. Gina se giró para encontrarse frente a su hija, parada en el medio del salón con la mochila colgando del hombro.
- ¿Qué haces aquí?
- He venido en cuanto lo he sabido.
- Pero…
- ¿Dónde está papá? ¿Y mi padrino?
- Tu padre ha ido al obrador, aunque no lo va a abrir. Y tu padrino… tu padrino no va a ir al trabajo tampoco.
Sofía clavó la mirada en su madre. No acababa de comprender qué estaba pasando. Se acercó a ella y la sujetó con fuerza de los hombros.
- ¿Pero estamos locos o qué? ¿Cómo se os ocurre? ¡No podéis dejar que se vayan!
Gina abrazó a su hija con fuerza. Intentando sujetar sus aspavientos sin ser capaz de decir nada que la calmara. No había nada que decir. Era mejor que la chica se desahogara, que llorara si lo necesitaba. Era lo único que podía hacer.
A media tarde, Mirko abrió la puerta de la casa y entró con la cabeza enterrada en los hombros hasta el salón. Las dos mujeres, su hija y su esposa, tomaban una infusión mientras observaban la calle desde la ventana de la cocina. Ambas se giraron para verle entrar y apoyarse en el marco de la puerta. Sofía sintió el increíble peso que hundía los hombros de su padre como si fuera propio y no fue capaz de decir nada. Ya había logrado tranquilizarse, pero el siguiente golpe no lo esperaba.
- Me voy con ellos.
Las dos le observaron incrédulas. Luego, tras el shock inicial, Gina fue la primera en levantar la voz. A pesar de los muchos gritos e improperios que se escucharon, ambas sabían que no había opción de cambio, que la decisión ya estaba tomada. Mirko las dejó desahogarse intentando mantener la compostura. Ni siquiera él sabía cómo había llegado a tomar esa decisión. Algo muy dentro de él le dijo que era lo correcto. Andrei lo hubiera hecho por él sin pensarlo.

El día de la despedida llegó con el sol luciendo sobre las montañas nevadas, aunque apenas calentaba y el frío viento del noroeste barría el pueblo de punta a punta. Andrei y su familia estaban en la puerta de su casa cuando vieron aparecer a Mirko, Gina y Sofía. Mirko vestía de forma extraña y traía una mochila grande colgada a la espalda. Andrei dio un paso adelante mientras todo el mundo permanecía en una extraña tensión.
- ¿Qué haces, Mirko? - preguntó.
-Me voy con vosotros.
La familia de Andrei le observaba atónita. Andrei negaba mirando al suelo. Luego, avanzó dos pasos hasta donde estaba su amigo y miró alrededor para ver las caras de Gina y Sofía, que a pesar de la palidez de sus rostros y las rojeces alrededor de los ojos llorosos, asentían firmes. Andrei notó cómo sus rodillas cedían ante el peso que ahora sentía sobre sus hombros. Tras un leve momento en el que le embargó la duda y las ganas de marcharse solo, abrazó a su amigo mientras le decía al oído que estaba completamente loco.
-Puede que todos lo estemos. - Respondió el italiano.
Luego, poco a poco, los demás miembros de las dos familias se fueron uniendo en un gran abrazo. Entre sonrisas nerviosas, lágrimas abundantes y palabras de ánimo pasaron unos pocos minutos. Nadie quería soltarse, pero al final y a regañadientes, no hubo más remedio que rendirse y dejar que la situación prosiguiera su camino. Los hombres cargaron sus mochilas en el maletero del todoterreno de Andrei y se subieron. Los chicos lo hicieron detrás. Fue un momento triste como pocos. Como un entierro en vida. El coche arrancó con estruendo y dificultad, como si tampoco quisiera irse de allí. Hasta pasar las últimas casas, los chicos permanecieron girados para poder seguir viendo a su familia a través de la luna trasera del coche. Luego llegó la primera curva cerrada. La que indicaba el fin del pueblo y el inicio de la ascensión a la montaña. Por delante, además de los más de 2000 kilómetros, la incertidumbre, el peligro, el dolor y, sobre todo, el miedo atroz. Atrás, en el fondo del valle, una vida en “pausa” que quizá jamás se reanudaría.
Los hombres llegan a la ciudad de Leópolis tras más de dos días de viaje por carretera. En ella, a simple vista, apenas hay restos de los ataques. Los vehículos salen de la ciudad con destino Polonia en hileras tristes, y sus ocupantes, familias enteras en algunos casos, echan una última mirada con el rostro sombrío a su ciudad antes del exilio forzado, sabiendo que quizá en el futuro no haya a dónde volver.
La bandera de reclutamiento no se encuentra lejos de allí, está situada junto al pabellón de deportes del oeste de la ciudad. Aparcan el coche, recogen sus escasas pertenencias del maletero y se dirigen a la hilera de voluntarios. Mirko, con su rostro moreno y su pelo oscuro ligeramente rizado, llama la atención del resto de hombres y mujeres que han decidido combatir al invasor. Suena su móvil.
-Sí? Hola.
-…
-Estamos bien. Acabamos de llegar.
-…
- ¿Sí?
-...
-Perfecto. Ahora mismo se lo digo. Os quiero.
-…
- Adios.
Andrei y los chicos observan a Mirko mientras este permanece con el teléfono pegado a la oreja y una mezcla de alegría y tristeza en el rostro. También una buena parte de los que están alrededor le observa con una mezcla de incredulidad y asombro tras escucharle hablar en italiano.
- ¿Y bien? - pregunta Andrei.
-Acaba de llamarme Gina. Tus familiares están ya en la estación de tren de Turín. Están de camino para recogerlos. Van en varios coches, los del obrador y los nuestros. Algunos vecinos han habilitado locales y viviendas para todos ellos. Por lo visto, todo el pueblo se ha volcado.
Andrei, los chicos y Mirko se abrazan y un ¡Si! cargado de alivio resuena entre los cuerpos de los hombres. Esa parte del plan ya ha sido resuelta con éxito. Ahora viene el resto, la parte complicada de verdad. Llega el turno de Andrei en la cola, luego irán los chicos, y Mirko, al final. Se hace el silencio. Hace frío y la noche comienza a caer sobre la ciudad.
Nuestra editorial: www.osapolar.es

Si cedes una libertad por egoísmo, acabarás perdiéndolas todas.

Imagen Mis diseños
Avatar de Usuario
Raúl Conesa
No puedo vivir sin este foro
Mensajes: 654
Registrado: 15 Mar 2019 02:27
Ubicación: Alicante

Re: CP XVII - Algo más que amistad

Mensaje por Raúl Conesa »

Éste se me ha hecho un poco cuesta arriba. Estoy harto de oír sobre la invasión y toda la propaganda que ha inundado las redes, así que puede que eso afecte a mi juicio.

A nivel de estilo lo veo demasiado explícito e incluso melodramático. El autor/a prácticamente nos está diciendo cómo tenemos que sentirnos en cada escena. Le falta sutileza, sobre todo en los diálogos (como el hecho de referirse a "mis dos hijos mayores" o "mi mujer y la pequeña"; si hay tanta cercanía entre ellos lo normal es decir sus nombres, pero el autor/a ha temido que el lector no entienda a quién se refiere).

Para concluir: aprecio el mensaje, pero el relato en sí mismo no me convence.
Era él un pretencioso autorcillo,
palurdo, payasil y muy pillo,
que aunque poco dijera en el foro,
famoso era su piquito de oro.
Avatar de Usuario
Jaime M.
Lector
Mensajes: 97
Registrado: 22 Dic 2021 16:18

Re: CP XVII - Algo más que amistad

Mensaje por Jaime M. »

A mí me ha gustado mucho. Me parece un relato muy sólido, con el equilibrio justo entre narración, hechos, sentimientos y personajes, algo muy difícil de conseguir en tan corto espacio. Creo que se lee como una historia completa en la que nos hacemos una imagen muy clara de los personajes y del lugar, lo que tiene mucho mérito. Mi enhorabuena.

Reconozco que me echa un poco para atrás el hecho de que el relato sea tan reconocible con la guerra de Ucrania. Es un problema personal que tengo al leer historias sobre otros lugares si el que lo cuenta no tiene conexión directa con las mismas. No se trata de usurpación cultural, porque creo que cualquiera tiene derecho a escribir sobre lo que quiera, pero sí que me resulta un poco artificioso, no puedo evitarlo, leer un relato de un español (o latinoamericano), como creo que aquí es el caso, escribiendo sobre una realidad ajena tan concreta. Quizá me equivoco y cuando se revele el autor y explique la gestación del relato me convenza completamente. Pero debo reconocer que sin conocer el contexto del autor este hecho me distrae un poco. Quizá yo lo hubiera hecho más vago, como si se pudiera adscribir a cualquier guerra, como hacen algunos autores, sin mencionar lugares específicos y dejando que los nombres sean también más genéricos. Dicho esto, me emocioné cuando Mirko anuncia que va a acompañar a su amigo y se me humedecieron los ojos en la despedida, así que la calidad de la narración hizo que me olvidara de esto mientras lo leía.

En lo puramente técnico, escribes "escusa" cuando creo que debería ser "excusa" (con x), se te quedó un interrogante por el camino en un "Sí?" cuando Mirko responde al teléfono y me parece ver que falta la tilde en "¡Si!" en la frase "los chicos y Mirko se abrazan y un ¡Si! cargado de alivio..."

Como he comentado, me parece que el relato está muy bien escrito, pero sí que me chirrió un poco la expresión "ambos soltaron más de una lágrima", que parece una frase hecha un poco general, en contraste con lo concreto que eres en el resto de la historia en la descripción de sus expresiones de emoción. Pero quizá esto es muy personal mío.

¡Enhorabuena y suerte!
Avatar de Usuario
Tolomew Dewhust
Foroadicto
Mensajes: 4992
Registrado: 16 Ago 2013 11:23

Re: CP XVII - Algo más que amistad

Mensaje por Tolomew Dewhust »

Jaime M. escribió:Quizá yo lo hubiera hecho más vago, como si se pudiera adscribir a cualquier guerra, como hacen algunos autores, sin mencionar lugares específicos y dejando que los nombres sean también más genéricos.
Sí, coincido con Jaime, creo que hubiera quedado más redondo.

Mi comentario va a ser más escueto: se lee muy bien, está muy bien narrado y desde luego transmite dramatismo a más no poder -el autor/a tiene ese don. La historia no me seduce: es una familia que se separa para que los varones vayan a la guerra y si acaso lo único que rompe un poco es cuando Mirko anuncia que coge su petate y se suma a la milicia. Todo muy cuesta abajo, vas sumando desesperación a cada párrafo y termina uno angustiado y sintiéndose mal casi de no ir a la guerra también.

Hay otro relato en el concurso que nos cuenta otro dramón, pero le han puesto chispas de magia para que lo digiramos mejor. No digo que haya que hacerlo así, eh, solo que yo el dolor prefiero consumirlo así.

A ver si encuentro algún gif que no desentone con la historia...
Hay seres inferiores para quienes la sonoridad de un adjetivo es más importante que la exactitud de un sistema... Yo soy uno de ellos.
Avatar de Usuario
Tolomew Dewhust
Foroadicto
Mensajes: 4992
Registrado: 16 Ago 2013 11:23

Re: CP XVII - Algo más que amistad

Mensaje por Tolomew Dewhust »

Mirko on fire.

Imagen
Hay seres inferiores para quienes la sonoridad de un adjetivo es más importante que la exactitud de un sistema... Yo soy uno de ellos.
Avatar de Usuario
Yayonuevededos
Me estoy empezando a viciar
Mensajes: 464
Registrado: 20 Jun 2019 18:10

Re: CP XVII - Algo más que amistad

Mensaje por Yayonuevededos »

El relato tiene valor. Creo que exagera un poco en las explicaciones, no le da lugar al lector a que imagine.
Fuera de la escritura en sí misma, tengo la sensación de leer un texto "hecho a medida" dada la situación actual.
En tren subjetivo, creo que hubiera preferido un relato más audaz: por ejemplo, desde el punto de vista de las tropas rusas (que tampoco están de paseo).

Saludos,
Marcelo
Antiguo proverbio árabe:
Si vas por el desierto y los tuaregs te invitan a jugar al ajedrez por algo que duela, acepta, pero cuida mucho tu rey.
Avatar de Usuario
Jarg
No tengo vida social
Mensajes: 2115
Registrado: 10 Jul 2018 13:27
Ubicación: En un Gran Ducado...

Re: CP XVII - Algo más que amistad

Mensaje por Jarg »

Un relato de rabiosa actualidad, desde luego. A nivel de forma y estructura me parece bien escrito, con poco o muy poco que corregir. Lo único que cambiaría al respecto es el uso de guiones en lugar de rayas para los diálogos, todo lo demás me parece bien puesto.

Lo único es que creo que el argumento (o, más bien, los personajes) abordan un tema muy complejo en una manera un poco simple de más (no por culpa de su autor/a, sino por las limitaciones de extensión del concurso). Tengo dos compañeros de trabajo ucranianos que se encuentran fuera de su país, y no puedo ni imaginar el calvario y la preocupación que están viviendo. Al mismo tiempo, tampoco creo que su punto de vista se pueda resumir con un "es mi país, lo dejo todo y voy a luchar". Una cosa es tomar esa decisión cuando estás en el país que está siendo atacado, en cierto modo es la única forma de proteger a tu familia, pero ¿es tan fácil tomarla cuando tú y los tuyos estáis fuera? ¿No sería más útil que Andrei se quedara en Italia para acoger y ayudar económicamente a los refugiados que lleguen?

El autor/a me dirá "pero hay gente que se está alistando voluntariamente", es cierto, pero en el relato hay algo más: Andrei está arrastrando a sus hijos con él. Por mucho que diga que sus hijos han tomado la decisión por sí mismos, lo dudo. Veo poco probable que dos chavales nacidos y criados en Italia tengan esa devoción por una patria que no han conocido. Lo que sí veo más probable es que, al ver que su padre se va a la guerra, decidan acompañarlo para luchar con él, para protegerlo. Y el padre, en mi opinión, es quien debe proteger a sus hijos, no al revés.

Todo esto que te digo no es una crítica al relato, autor/a. Es más, si me ha salido esta parrafada significa que tu narración me ha hecho reflexionar sobre el tema, lo cual es bueno. Lo que digo es que yo, personalmente, no logro empatizar con tu protagonista, porque no puedo comprender que alguien ponga la patria por encima de su familia. Quitando ese aspecto, que es algo subjetivo, el relato me parece bien escrito. Gracias por compartirlo y buena suerte :60:
Yo amo a la humanidad. Es la gente lo que no soporto.
Linus Van Pelt
Avatar de Usuario
raumat
Me estoy empezando a viciar
Mensajes: 464
Registrado: 20 Feb 2015 19:56
Ubicación: Castellón

Re: CP XVII - Algo más que amistad

Mensaje por raumat »

Terrible lo de Ucrania. A ver si hay suerte y un día Putin se pega un tiro.
Un tema trascendente, una historia trágica y emotiva.

Coincidiendo un poco con Raúl… llevamos más de dos meses, día tras día, que se nos revuelve el estómago cuando vemos en los telediarios las atrocidades de la guerra en Ucrania. Así que es lógico que estemos un poco saturados.
Pero, por otra parte, el relato no deja de ser un bonito homenaje al pueblo ucraniano. Así que, bien hecho está.

En cuanto a la forma, coincidiendo con Jarg, yo también creo que es más correcto utilizar la raya en los diálogos en lugar del guión corto.

Un relato muy emotivo.
Gracias al autor por compartirlo y suerte en el concurso.
Avatar de Usuario
Iliria
Foroadicto
Mensajes: 4867
Registrado: 23 Jul 2014 23:13
Ubicación: En la Torada Mágica, para siempre

Re: CP XVII - Algo más que amistad

Mensaje por Iliria »

Coincido con los compis: un relato muy actual (por desgracia) y tan dramático como la situación por la que están pasando ahora los ucranianos.
Creo que se lee bien y el autor/a sabe adentrarnos en la situación, pero yo hubiera mostrado más (es decir, no ser tan explícito con las emociones, sino que sean los lectores quienes las formen).
Por otra parte, si los chicos son muy jóvenes y carecen de experiencia militar, ¿les dejarán alistarse? En un primer momento creo que no; ahora no sé cómo estará la situación :roll:

Pero resumiendo, es un buen relato. No llevo muchos leídos, pero de momento me gusta :60:

Gracias por participar, y suerte :hola:
Si tienes un jardín y una biblioteca, tienes todo lo que necesitas - Cicerón :101:
-¿Y con wi-fi?
-Mejor.
Avatar de Usuario
Estrella de mar
Vivo aquí
Mensajes: 5094
Registrado: 12 Jun 2008 23:21
Ubicación: Aovillada en la Luna

Re: CP XVII - Algo más que amistad

Mensaje por Estrella de mar »

#Este comentario es de Hope Grace#

No hay duda de que este relato está contado con mucho sentimiento, con mucha ternura. La historia es emotiva, pero el tono narrativo me ha resultado monótono y no he podido conectar del todo con los personajes. Pero a mí no me hagas ni caso porque mi creador Pesadilla me hizo poco empática y enseguida suelto la puñalá. Aquí lo que importa es lo que opine la mayoría y eso lo entrevé la autoridad del tarot.

Te ha salido un batiburrillo de cartas, lo que indica que no tienen una respuesta definitiva. Puede que la historia, siendo emotiva, atrape lectores, o bien puede que no. Veo que no están diciendo gran cosa hoy las muy perras, a veces ocurre que hay una perturbación en la fuerza y se cierran en banda.
Por un cachito de la mar de Cai les cambio el cielo que han prometío.
Avatar de Usuario
Gavalia
Chucho
Mensajes: 11875
Registrado: 03 Jul 2008 13:32
Ubicación: Perrera municipal

Re: CP XVII - Algo más que amistad

Mensaje por Gavalia »

El relato es interesante pues más de actualidad no puede ser. Supongo que el problema principal es precisamente ese. Últimamente nos bombardean de continuo con la puta guerra, la pandemia, crisis, y esto agota a cualquiera. El trabajo deja poco a la imaginación y el drama desborda como una catarata. En general lo encuentro bien redactado aún con sus fallitos, que los tiene. Más que emocionar carga el ambiente, quizá demasiado. La despedida se me hace eterna por realista que sea y los hechos son como un camino marcado que todos conocemos.
Un saludo y suerte.
--- Pareces atribulado!!
--- No entiendo... tan sólo me estoy cagando.
--- Corre raudo, pues...
--- ¡Por los dioses! ¡¡¡Necesito un diccionario!!!
Avatar de Usuario
Tolomew Dewhust
Foroadicto
Mensajes: 4992
Registrado: 16 Ago 2013 11:23

Re: CP XVII - Algo más que amistad

Mensaje por Tolomew Dewhust »

Estrella de mar escribió: #Este comentario es de Hope Grace#

...mi creador Pesadilla me hizo poco empática y enseguida suelto la puñalá.
:cunao:, cuánta maldad acumulada la de Pesadilla pa parirte asín.
Hay seres inferiores para quienes la sonoridad de un adjetivo es más importante que la exactitud de un sistema... Yo soy uno de ellos.
Avatar de Usuario
Estrella de mar
Vivo aquí
Mensajes: 5094
Registrado: 12 Jun 2008 23:21
Ubicación: Aovillada en la Luna

Re: CP XVII - Algo más que amistad

Mensaje por Estrella de mar »

Tolomew Dewhust escribió: 06 May 2022 21:07 :cunao:, cuánta maldad acumulada la de Pesadilla pa parirte asín.
#Este comentario es de Hope Grace#

Mira que como te metas con mi creador te pongo dos velas negras. :evil:
Por un cachito de la mar de Cai les cambio el cielo que han prometío.
Avatar de Usuario
Tolomew Dewhust
Foroadicto
Mensajes: 4992
Registrado: 16 Ago 2013 11:23

Re: CP XVII - Algo más que amistad

Mensaje por Tolomew Dewhust »

¿Exactamente dónde irían colocadas esas dos velas negras?
Hay seres inferiores para quienes la sonoridad de un adjetivo es más importante que la exactitud de un sistema... Yo soy uno de ellos.
Avatar de Usuario
Estrella de mar
Vivo aquí
Mensajes: 5094
Registrado: 12 Jun 2008 23:21
Ubicación: Aovillada en la Luna

Re: CP XVII - Algo más que amistad

Mensaje por Estrella de mar »

#Este comentario es de Hope Grace#
Tolomew Dewhust escribió: 07 May 2022 19:34 ¿Exactamente dónde irían colocadas esas dos velas negras?
¿En los cohone? :361:

Perdona los exabruptos, escribiente, yo venía a disculparme porque me he dado cuenta de que la tirada que hice no era con el tarot, sino con los cromos de Pikachu. He de ir a graduarme las gafas. En cuanto el creador del hechicero me mande el tarot que me debe te la tiro en condiciones. Palabrita.
Por un cachito de la mar de Cai les cambio el cielo que han prometío.
Responder