CPXVIII - El farolero - Tolomew Dewhust (1º Jur) (2º Pop)

Relatos que optan al premio popular del concurso.

Moderadores: kassiopea, noramu

Avatar de Usuario
lucia
Cruela de vil
Mensajes: 84410
Registrado: 26 Dic 2003 18:50

CPXVIII - El farolero - Tolomew Dewhust (1º Jur) (2º Pop)

Mensaje por lucia »

El farolero

… la espada ropera al suelo, y acabó con el mediano de los Tres Cuerdas. Exhausto y aturdido, vagó el viejo farolero por Jara Quemada hasta recuperar el aliento; atajó por Calle Yedra dejando atrás el colmado de Arturo, y enfiló hacia Plaza de las Canastas, donde sabía que le aguardaba aquel muchacho.

Lo encontró desnudo, y más muerto que entero; el esqueleto de un perro mediano ladraba a su lado. Un agradable biruji revolvía sus mechones del color de la herrumbre, y arrastraba por su torso gotas de sudor que convergían luego en pequeños regueros de sangre. Ninguna herida era mortal por sí sola pero todas juntas lo acercaban a la tumba: era un cuerpo con más hueso que sustancia, más inerte que despierto, menos caliente de lo esperado.

—Ya eres mío, ya he llegado. No te mueras.

—No tengo dinero…, no…

Lo acarició un instante y volvió a su afán. Humedeció un paño de lunares con el aceite que portaba en la vasija y lo anudó a la punta del chuzo. Acercó la chispa al algodón torcido y prendió el trapo. Subió por la escalera, limpió los cristales y dio vida al candil que alumbraba el rincón de la calle donde el muchacho palidecía. Se apagaron los planetas inmediatos.

—Bajo la luz de esta lámpara te hallaré mañana. ¿Sabes? Creo que aún no te lo he contado: no es su lumbre, no es la claridad que proyecta lo que te mantiene vivo hasta que te encuentro. Es la candela, su calina, es el candor que desprende lo que te retiene en el mundo como si jalaran de ti desde el otro extremo de una cuerda. Acércate cuanto puedas a cualquier farol encendido o sopla fuerte este pito si ves que su lumbre se ahoga, que vendré tantas veces como tantos quedáis en el camino.

Recogió sus aparejos, se echó el muchacho al hombro y emprendió una lastimera caminata que los llevó Arquitecto Acero abajo, en busca de Entre Catedrales. En cada esquina, llenaba el farolero de aire sus pulmones, contenía el aliento, asomaba la frente un segundo y la escondía otro tanto; asomaba entonces media chola, la escondía, se agachaba y blandía en el vacío la púa de hierro del chuzo como si, en vez de asta y mojarra, empuñase la navaja con la que cuatro soldados romanos mataron a cinco cartagineses en el poema de Lorca.

Si no era muerto en ese instante, si no recibía una piedra, si no era embestido ni le insultaban, maldecían o atacaban, entonces proseguía; o avanzaba solo un poco y, si se le acercaba un marrullero o un borracho, buscaba protección en lo oscuro de una casapuerta; o, las más de las veces, apoyaba al muchacho en una pared, se daba la vuelta y oteaba, olisqueaba, atendía, para asegurarse de que nadie vigilaba sus pasos.

—Puedo caminar, anciano. Eso creo.

—Es mejor que descanses, pero mantente atento.

—¿Quién nos persigue, a quién teme? ¿Quién nos dejó para el arrastre?

—Teatro, Títere y Esclavo.

El joven enmudeció; no conocía a esas personas. ¿Por qué iban tras él? Tampoco recordaba su nombre, ni sabía quién era ni por qué lo transportaban como a saco de aceitunas. ¿A dónde lo llevaba ese anciano?

Amarilleaba la luna un pedazo de cielo. En el empedrado se amancebaba su sangre con el barro y las heces de las bestias, conformando un caldo espeso y templado.

En uno de los soportales de Obispo Urquinaona se derrumbó el farolero. El joven se apartó de su lomo, se hizo con la linterna y lo alumbró. Los setenta ya cumplidos y media tripa abierta. Apenas se había separado una cuarta y el joven comenzó a tiritar. Y le rodearon alimañas que se devoraban unas a otras mientras el chico se enfriaba.

—Unta su herida con el aceite de la alcuza y préndelo, o se te irá para siempre.

Cuando el muchacho alzó la vista, adivinó a una morena de dientes de leche despidiéndose desde el alféizar de una ventana. Le hizo caso y remendó al viejo, que pronto se repuso.

—¡Inconsciente! —gritó el farolero. —¡Si te separas estás muerto, no me sirves, te desvaneces…!

—Ni un paso más. No sin antes explicarme a dónde me llevas y quiénes nos dan caza.

—Ya conoces sus nombres, te lo digo en cada encuentro. Anoche te hablé de Títere, de sus puñales de hilo y de su rostro de cartón desbaratado por una cicatriz que lo atraviesa de norte a sur. Con Esclavo pocas veces me las he visto, más por despiste que por acierto suyo: casi no se mueve, no puede hacerlo; le amarran al suelo vastas cadenas de acero y es por ello que se sirve de secuaces, de exconvictos y de miembros de otros clanes para cometer sus felonías—. El anciano evaluó el alcance de sus heridas. —Mi última refriega es cosa suya… En cuanto a Teatro… Bueno, ya lo sabes: Teatro, Títere y Esclavo son en verdad uno solo, de la misma manera que tú eres muchos al mismo tiempo.

—¿Esos tres son uno y yo varios?

El muchacho se puso en pie confundido e intentó separarse del farolero, a quien intuyó ido, medio lelo o hechizado. A un palmo escaso del viejo hincó la rodilla, perdió el vigor, se supo roto… Intentó apoyarse en los adoquines, recobrar la fuerza y decir que no, que aquello no estaba pasando, que ni estaba muerto ni secuestrado, que no vivía en un sueño. Quiso pedir auxilio, escabullirse, volver a su casa, si alguna vez tuvo una, y dibujarse en el pecho un corazón más grande, más fuerte y menos temeroso que el suyo. Quiso todo y no pudo nada, porque su semblante adquirió el color de un altramuz seco y perdió el sentido.

El farolero lo vio desplomarse y se preguntó si aquella iba a ser la noche de su derrota. Otro chiquillo silbaba a lo lejos; e intuía a otros más lejos aún. Los faroles se apagaban por doquier y, sin su candela, muertos de frío le aguardaban otros jóvenes a los que asistir. Se acurrucó junto al muchacho apretando los dientes y contempló el firmamento. Arriba no había candiles, aunque las bolitas de luz que salpicaban el negro lo pareciesen. Se expandían, colapsaban, generaban supernovas, y recorrían el éter como las estrellas marinas la zona abisal de un océano.

Cogió al chico a horcajadas y echó a andar, esa era la consigna.

—¡No, no, no y mil veces no!

Los gritos del farolero le espabilaron. No habían avanzado demasiado, pero se supo en otro punto de la ciudad. Olía a podredumbre y a cítrico; Chanfalla, Rabelín y otros demonios de alambre recitaban el padrenuestro.

—¿Quién es? ¿De quién se trata?

—Sin duda es Títere, el único capaz de masticar naranjas en noches como esta... Debió leerlo anteanoche en un poema de Federico.

Arriba la luna era una miaja de mantequilla. Aceleró el paso y despistaron a la marioneta escabulléndose por Dacarrete. Pero el viejo no podía más y, medio arrastrado, echando la hiel en cada esquina, apenas consiguió llegar a Hospital de Mujeres. Una joven morena que silbaba un estribillo les conminó a cruzar la última calle. Jaló del viejo y este del muchacho, y así llegaron desde Rosario Cepeda a Sacramento. La chica se despidió entre carantoñas, y quedaron los hombres prendados delante de aquel edificio que se alzaba como un atlas de mortero y caliza.

—Torre vigía y refugio último de las gaviotas: la Torre Tavira. Desde su mirador oteaban el horizonte en busca de barcos mercantes. Y aquí anida la persona que te aguarda, no cabía en otro sitio.

Echaron el portón abajo.

Infinidad de garabatos se derramaban por las paredes de aquel templo como gotas de lluvia por los ventanales: aquí un rayajo de tiza; hilos de plata descolgándose de un satélite un poco más arriba… Entre los trazos aparecían, de vez en cuando, pequeños monigotes que se asemejaban a un guiñol. El joven palpó uno... La figura cobró vida y recorrió un tramo de la pared hasta acomodarse al lado de otro monigote más pequeño. Entre sus manos, un ejemplar de “Fantasmas de día” que le leyó en voz alta.

Un relámpago atravesó el alma del chico.

Conforme se acercaban al ático, las escenas se reproducían con mayor frecuencia. Un monigote le entregaba a otro un vaso con colacao. “Quema mucho”, decía el pequeño; “Yo le soplo un poquito”. Dos monigotes escribiendo en un trozo de papel: “Si al siete le quieres restar nueve, antes debes pedirle prestado al vecino…”, explicaba el mayor.

Sobre el laberinto de azoteas, la luna era el ojo de una guitarra. El viejo se detuvo frente al último escalón.

—Es tu turno, adelante.

—¿Quién me espera al otro lado? ¿A quién me entregas? Aún no sé si te debo la vida o si me tienes preso. ¡Dime algo! ¿Quién soy?

—Enseguida lo comprenderás, muchacho: no eres quién sino qué.

La habitación de una cría no tiene cerrojos. Abrió la puerta —nunca estuvo cerrada— y salieron en tromba pequeñajas de distintas edades, todas morenas, todas la misma, que le subían la fiebre conforme lo atravesaban. “Tú la llevas”, susurró la última. Cruzó el umbral y entró en una habitación infantil con dos camas: una vacía, la otra ocupada por una mujer morena que soñaba plácidamente. Las niñas entraban y salían de su cuerpo saltando a la comba, se asomaban a la ventana, alimentaban a Platero con rábanos frescos o dibujaban en la pared un corazón en el que cabían dos nombres. Y acompañadas de su risa eterna, de cuando en cuando escribían versos de despedida en la almohada de la cama desierta.

—Ha dejado de llorar en cuanto te ha sentido cerca.

—La quiero. La quiero profundamente... Con un amor de los que no caben en un contrato. Algo más primitivo, más hondo.

—No hay lazo que estruje más fuerte que el de la sangre, jovencito, y Helena y tú lleváis la misma. Habéis mamado la misma leche.

—Ella es mi hermana y yo estoy muerto, ahora lo entiendo, farolero. De niños nos jugábamos a piedra, papel y tijera quien era el primero en hacerle cosquillas al otro. Y aún recuerdo su saliva curándome las heridas…

—Ella es tu hermana y tú estás muerto, hasta ahí estamos de acuerdo. Pero tú no eres el muerto, sino su beso: el último beso que exhaló su hermano cuando supo que se iba antes de tiempo. ¡Y fueron tantos los besos que dejó pendientes que ahora os repartís por la ciudad como alondras! Casi siempre os recojo en el mismo sitio, pero sois muchos y no puedo con todos vosotros en un solo viaje. Por eso os traigo de uno en uno.

—Y tú me acercas a ella porque...

—Ninguna muerte es anunciada, pero la suya lo fue aún menos. Ha penado en demasía, y se ha refugiado en la lectura de Machado y de algunos otros escritos. Una tarde o una mañana de un día cualquiera, no conozco los detalles, un malabarista le habló de El principito. Desde entonces, pasea en sus recuerdos a uno de sus personajes, el farolero; y ahora, cuando duerme, se imagina a este anciano que te habla recorriendo las calles, buscando los besos que su hermano dejó esparcidos en el aire para que los casaran con sus mejillas. Y he aquí que me tiene combatiendo, a cada poco, con los truhanes que ella piensa que le quitaron la vida; y que, aun teniendo muchos nombres, son siempre el mismo…

—¿Cuántas veces me has traído?

—Llevo meses en este asunto.

—Entonces…, soy un beso—. Sonrió.

—Por eso te necesito caliente. Si te alejas de mi vera o de sus labios, te desvaneces, porque un beso que no es cálido es un beso de mentira… —Contempló a la bella que dormía más de un siglo por culpita de una bruja, un convite y una rueca—. Ve con ella, que te aguarda.

Afuera llovía, y no solo agua. Arreciaban los lamentos de Teatro, que maldecía al farolero y le retaba a encontrarse de nuevo con sus manos sedientas de madrugada, de sangre y de revancha, en una contienda que se presumía perpetua. El anciano, harto de lucha, herido en su vientre y con su ropa y su carne mustia, rasgada y raída, soltó cuanto aire quedaba en lo más profundo de sus escondites; asió con rabia su chuzo y, dejando atrás a su reina, se dirigió hacia la puerta.

—Volveré mañana con otro beso, así me cueste la vida.
Nuestra editorial: www.osapolar.es

Si cedes una libertad por egoísmo, acabarás perdiéndolas todas.

Imagen Mis diseños
Snorry
Me estoy empezando a viciar
Mensajes: 315
Registrado: 23 Nov 2018 14:01
Contactar:

Re: El farolero

Mensaje por Snorry »

En una primera, y segunda lectura, este texto me ha provocado un placer estético y "espiritual" enorme. Quizá, sin desmerecer a nadie, el único que me ha movido cosas por dentro, sensaciones digo. La osadía de comenzar con puntos suspensivos ya me ganó. La confusión que provoca, lejos de ser molesta, alienta a querer conocer. El ritmo y musicalidad cuidados, la alegre bizarría en la adjetivación. La evocación de los personajes que vira hacia lo abstracto, pero que es una invitación a interpretaciones incluso metafísicas. El guiño a Lorca. Me acordaba de la Obra para títeres. Y por momentos vería al farolero colgando de unos hilos que movía el gran poeta.

Este para mi es uno de los finalistas, aunque yo no he decidido aún mi voto para la votación popular. En un análisis más detenido hay algo que me chirría un poco, sobre el juego de estar muerto y no estarlo. Quizá es un prejuicio mío, en todo caso es una menudencia.
Me pregunto qué debe prevalecer como lector, la primera impresión o cualquier tipo de análisis? No lo sé. Pero el autor o autora es un grande.
Avatar de Usuario
Gavalia
Chucho
Mensajes: 11873
Registrado: 03 Jul 2008 13:32
Ubicación: Perrera municipal

Re: El farolero

Mensaje por Gavalia »

Es la cuarta vez que lo leo, y que el buen Dios me perdone, pero sigo sin cogerle el punto. Es obvio que el texto está escrito con un gusto exquisito y me quito el sombrero por eso. ¡Bravo! Creo que para entender bien este relato hay que haber leído a clásicos como Federico o Machado, supongo que por ahí van lo tiros, pero para mi verguenza o desverguenza, nunca fueron autores que me apetecieran mucho, con esto último que digo, me acabo de suicidar y de perder a los pocos amigos que tengo dentro del mundo de las letras, lo sé, pero es que si algo no me gusta, pues eso, lo digo y a por uvas. Es un lenguaje demasiado críptico que homenajea obras o personajes ya existentes en la literatura y que si acaso, leí ya hace mucho en mi época de estudiante, y por obligación, que todo hay que decirlo, quizá fue eso lo que me hizo rechazar la poesía o la prosa poética. La letra con sangre entra, decía el cabrito del cura que tuve por tutor, pues con tu pan te lo comas, contestaba yo por lo bajini a su reverencia.
He estado a un tris de no aportar nada a este relato, más allá de lo obvio, y así queda la cosa, confirmando ese hecho con estas escuetas líneas y a punto de darme una depresión por el asunto de mi falta de entendimiento. No puedo decir que me gusta, y tampoco que me deja de gustar, pero no es solo sonoridad lo que debe entrarme por los ojos, necesito que me lo den más mascado. Supongo que un relato para lectores con más base que la que yo tengo, ahí está el comentario del compañero, del que sé de buena tinta que le encanta este tipo de lenguaje bordeando casi el paroxismo. Al cesar lo que es del cesar, y yo te entrego mi más sentida admiración, pero el relato no encaja en mis esquemas y debo ser sincero, contigo, conmigo, y con el puñetero de mi tutor.
Suerte y gracias por compartir.
Saludos.
En paz descanses, amigo.
Avatar de Usuario
Estrella de mar
Vivo aquí
Mensajes: 5094
Registrado: 12 Jun 2008 23:21
Ubicación: Aovillada en la Luna

Re: El farolero

Mensaje por Estrella de mar »

#Este comentario es del divino Paul#

Esto no es un relato, colega. Es un artefacto explosivo. Yo venía aquí tan dispuesto a llevar a cabo la tarea que mi excelentísimo jefe me ha encargado, pero no puedo. (No se lo digáis, mamonaz@s). Ahora mismo es que siento mil olas saltándome contra el pecho y tengo el corazón en las manos. Me ha movido cosas por dentro, como dice el colega Snorry. Y es de justicia que me tome unos vodkas (gracias, tetragirls) y me tumbe a contemplar el atardecer.

Volveré. No sé qué diré, pero traeré un ramillete de besos.
Por un cachito de la mar de Cai les cambio el cielo que han prometío.
Avatar de Usuario
Tolomew Dewhust
Foroadicto
Mensajes: 4984
Registrado: 16 Ago 2013 11:23

Re: El farolero

Mensaje por Tolomew Dewhust »

Ya sabes lo que voy a decir. Me gusta, claro, es muy bonito.

Por otro lado, como te vengo repitiendo concurso tras concurso, un día deberías animarte a escribir un texto para todos los públicos, uno en el que no haya que tener ciertas claves para desenredarlo. A ti eso te da igual; allá tú... Pero reconóceme al menos que si uno desconoce el intríngulis de lo que ha pasado en esta nuestra familia forera se va a quedar a un palmo de distancia del meollo del texto.

Una cosilla sobre la narración, aunque sea cuestión de gustos personales. A partir de mitad del texto nos traes la luna con sus distintos colores. Yo utilizaría esas oraciones como remate de párrafo, me parece mejor cierre, más rotundo. Esto es:

Amarilleaba la luna un pedazo de cielo. En el empedrado se amancebaba su sangre con el barro y las heces de las bestias, conformando un caldo espeso y templado.
Mejor al revés. En el empedrado se amancebaba su sangre con el barro y las heces de las bestias, conformando un caldo espeso y templado. Amarilleaba la luna un pedazo de cielo.

Y así siempre:
-La chica se despidió entre carantoñas, y quedaron los hombres prendados delante de aquel edificio que se alzaba como un atlas de mortero y caliza. Arriba la luna era una miaja de mantequilla.
-El viejo se detuvo frente al último escalón. Sobre el laberinto de azoteas, la luna era el ojo de una guitarra.

En ambos casos tienes el orden inverso. Piénsalo.

El remate es muy bonito, :chino:.

Afuera llovía, y no solo agua.
...
—Volveré mañana con otro beso, así me cueste la vida.


Y si mañana cae el anciano, me presento voluntario para recorrer las calles y seguir recogiendo besos, al menos uno, para esa niña que dormía más de un siglo por culpita de una bruja, un convite y una rueca.
Hay seres inferiores para quienes la sonoridad de un adjetivo es más importante que la exactitud de un sistema... Yo soy uno de ellos.
Avatar de Usuario
Tolomew Dewhust
Foroadicto
Mensajes: 4984
Registrado: 16 Ago 2013 11:23

Re: El farolero

Mensaje por Tolomew Dewhust »

No te traje gif. Sorry. He aquí al prota enfrentándose a Teatro, Títere y Esclavo.

Imagen
Hay seres inferiores para quienes la sonoridad de un adjetivo es más importante que la exactitud de un sistema... Yo soy uno de ellos.
Avatar de Usuario
Estrella de mar
Vivo aquí
Mensajes: 5094
Registrado: 12 Jun 2008 23:21
Ubicación: Aovillada en la Luna

Re: El farolero

Mensaje por Estrella de mar »

#Este comentario es del divino Paul#

Estoy in love con este farolero. Es una historia preciosa. Dicen por ahí arriba que el relato tiene muchas capas y que puede llegar a todos de una manera o de otra. Estoy completamente de acuerdo. Es verdad que al meter en la coctelera a Lorca, a Exupery, a Cervantes, a Platero, a Machado, a la tacita y a la bella durmiente nos puede salir un engendro deforme. Pero a ti te ha salido un Buda con flor de loto, colega. Tiene muchísimo mérito.

Fue poner un pie en esta frase...
Amarilleaba la luna un pedazo de cielo.
...y me quedé con la boca abierta. Cuando recogí la dentadura del suelo grité: ¡help! Tenía el corazón en llamas.

Pero esta pluma no se quedó contenta con esta maravilla e ideó otras de la misma índole...
Arriba la luna era una miaja de mantequilla
.
Sobre el laberinto de azoteas, la luna era el ojo de una guitarra.
...para asegurarse que las almas sensibles a la belleza cayéramos presas del síndrome de Stendhal. Es un poder telúrico que pocos poseen. De más está decir que la luna representa en muchas mitologías la muerte y el renacimiento, pues muere y renace todos los meses. Esta historia habla de eso, de muerte y renacimiento.

Todo es un sueño de la bella durmiente, que cayó hechizada por las malas artes de los truhanes Teatro, Títere y Esclavo, que ella cree que mataron a su hermano. Representan el devenir, la vida que siempre acaba en muerte. Pero el hermano perdido sopló innumerables besos al saber que iba a morir, (el último que sopló es nuestro protagonista) y ahora están repartidos como alondras por la ciudad, (qué bonito). Son besos que el farolero va recogiendo maltrechamente, como si fueran chiquillos perdidos, porque la consigna es la consigna, (ya lo decía Exupery), y debe asegurarse de que el beso/chiquillo esté siempre al abrigo de la lumbre, para que no llegue frío, sin vida, a las mejillas de la bella durmiente y pueda al fin despertar.

Moraleja: morirás cuando se te muera un ser querido, y con la vida que te insufló renacerás.

Has hecho un triple salto mortal con tirabuzón y te has ganado un vaso gigante con colacao.

Con este pedazo de comentario creo que el boss no me podrá decir que no me he ganado los sugus. La cosa es que me han quedado aún cosas que decir, pero ¡páralo, Paul!

Guiños meta-fóricos que me ha chivado kassio: hay una frase con cerrojos que hará sonreír a los amantes de las matemáticas. Y la mujer morena es Berlín, claro está.

Que lluevan flores sobre tu cabeza.

P.D. Deja ya de editar, kassio, por Dios. :mrgreen:
Última edición por Estrella de mar el 30 Abr 2023 21:14, editado 5 veces en total.
Por un cachito de la mar de Cai les cambio el cielo que han prometío.
Avatar de Usuario
Estrella de mar
Vivo aquí
Mensajes: 5094
Registrado: 12 Jun 2008 23:21
Ubicación: Aovillada en la Luna

Re: El farolero

Mensaje por Estrella de mar »

“Si al siete le quieres restar nueve, antes debes pedirle prestado al vecino…”,
:meparto:
Por un cachito de la mar de Cai les cambio el cielo que han prometío.
Avatar de Usuario
Ginebra
Foroadicto
Mensajes: 3856
Registrado: 29 Mar 2005 19:48
Ubicación: por aquí y por allá...

Re: El farolero

Mensaje por Ginebra »

autor/a, una auténtica maravilla, magia, de esa que te remueve por dentro...
un relato bellísimo que bebe de lo más grande, que aúna la ternura de unos autores con lo más orgánico de otros, entre otros matices que no sé ver, para elaborar un relato propio que emociona.

Enhorabuena, y gracias por compartir :60:
Los científicos dicen que estamos hechos de átomos, pero a mí un pajarito me contó que estamos hechos de historias. Eduardo Galeano


Recuento 2024
Avatar de Usuario
Megan
Beatlemaníaca
Mensajes: 19461
Registrado: 30 Mar 2008 04:52
Ubicación: Uruguay

Re: CPXVIII - El farolero

Mensaje por Megan »

Impresionante. Se me hace difícil calificarlo de otra forma. Me llevaste de la mano por esos caminos atestados de alimañas, con ese viejo y el chico en su espalda. Para llegar a ver a su hermana y darle un beso que la despertara, una bella durmiente tras tocar el uso que la envenenara. Genialidad extrema, besos que afloran, los cuales, seguramente te lleven adonde te espera, a lo alto, a la cima de ese podio que tantos y tantos añoran.

Mucha suerte y gracias por compartirlo, :D .
Imagen

🌷🌷🌷Give Peace a Chance, John Lennon🌷🌷🌷

Lee, escribe y comenta en Los Foreros Escriben
Avatar de Usuario
Estrella de mar
Vivo aquí
Mensajes: 5094
Registrado: 12 Jun 2008 23:21
Ubicación: Aovillada en la Luna

Re: CPXVIII - El farolero

Mensaje por Estrella de mar »

#Este comentario es del divino Paul#

Me han chivado que el anciano farolero está inspirado en Gava. :133:
Por un cachito de la mar de Cai les cambio el cielo que han prometío.
Avatar de Usuario
Estrella de mar
Vivo aquí
Mensajes: 5094
Registrado: 12 Jun 2008 23:21
Ubicación: Aovillada en la Luna

Re: CPXVIII - El farolero

Mensaje por Estrella de mar »

#Este comentario es de Ororo#
maldito Paul escribió: 01 May 2023 12:21
el anciano farolero está inspirado en Gava. :133:
Me lo has quitao de la boca. :evil: Sí, señor, está muy conseguido. :o
Por un cachito de la mar de Cai les cambio el cielo que han prometío.
Avatar de Usuario
Gavalia
Chucho
Mensajes: 11873
Registrado: 03 Jul 2008 13:32
Ubicación: Perrera municipal

Re: CPXVIII - El farolero

Mensaje por Gavalia »

Estrella de mar escribió: 01 May 2023 12:21 #Este comentario es del divino Paul#

Me han chivado que el anciano farolero está inspirado en Gava. :133:
Pues voy a tener que darte la gracias por tu anterior explicación, o teoría, sobre la trama del relato. El asunto es que me ayuda a entender mejor el meollo. A mi, eso del devenir, es que me ha pillado a traición, en qué estaría yo pensando. Me toca las narices no tener esa clarividencia de la que estás dotado, maestro.
Si me lo explican, antes de leerlo, hubiera tenido que mentir, :?
En paz descanses, amigo.
Avatar de Usuario
Megan
Beatlemaníaca
Mensajes: 19461
Registrado: 30 Mar 2008 04:52
Ubicación: Uruguay

Re: CPXVIII - El farolero

Mensaje por Megan »

Estrella de mar escribió: 01 May 2023 12:29 #Este comentario es de Ororo#
maldito Paul escribió: 01 May 2023 12:21
el anciano farolero está inspirado en Gava. :133:
Me lo has quitao de la boca. :evil: Sí, señor, está muy conseguido. :o
Maldito, las pindongas, :evil: .
Imagen

🌷🌷🌷Give Peace a Chance, John Lennon🌷🌷🌷

Lee, escribe y comenta en Los Foreros Escriben
Avatar de Usuario
Estrella de mar
Vivo aquí
Mensajes: 5094
Registrado: 12 Jun 2008 23:21
Ubicación: Aovillada en la Luna

Re: CPXVIII - El farolero

Mensaje por Estrella de mar »

Megan escribió: 01 May 2023 16:15
Estrella de mar escribió: 01 May 2023 12:29 #Este comentario es de Ororo#
maldito Paul escribió: 01 May 2023 12:21
el anciano farolero está inspirado en Gava. :133:
Me lo has quitao de la boca. :evil: Sí, señor, está muy conseguido. :o
Maldito, las pindongas, :evil: .
:lol: :lol: :lol:
Por un cachito de la mar de Cai les cambio el cielo que han prometío.
Responder