CPXVIII - La teoría de José

[lucia]

La teoría de José

José mira la hora: 1:16 de la noche. - Cuesta poder dormirse - piensa. A José se le hacía muy difícil poder dormirse a una hora decente. Esto le había empezado a pasar desde que llegó a Canadá. - Ya en verdad ni me acuerdo lo que era dormirse temprano. Me he entregado completamente a mi mal horario de sueño. Qué más podría hacer. ¿Estoy mal verdad? -.
José era un estudiante de ingeniería comercial en Chile. Hoy se encuentra en Canadá debido a una serie de decisiones que lo llevaron hasta aquí. Es un chico que dice tener 1,68 metros de altura, aunque no se acuerda de porque dice ese número. Simplemente lo dijo una vez y desde entonces se lo repite en la cabeza sin la necesidad de que tuviera que traerlo a una conversación con alguien. De piel morena. Se come las uñas, pero de repente juega a tenerlas largas y cortárselas con el cortaúñas. Según su padre sus pies son como los de Hulk, gruesos y venosos. Tiene el hábito de vestirse con ropa holgada. Y últimamente le gusta más porque se siente más gordo y efectivamente lo está. Suele combinar 2 colores a su vestimenta: negro y verde oscuro. A veces cambia el verde por un polerón violeta o un naranjo apagado.
José está pasando por un momento de su vida donde los cambios ocurren muy a menudo. En su familia, en su carrera profesional, con sus amigos del colegio y de la universidad, sus emociones, inseguridades y los desafíos que él mismo se propone. Todo va cambiando y le cuesta trabajo mirar encontrar una brújula que lo oriente. Acaba de pasar por casi toda su universidad y está a punto de empezar un magíster. Durante su cuarto año fue presidente de la asociación de estudiantes de la universidad, también ese año se aceptó su postulación a una beca que le permitiría irse de intercambio a Canadá en invierno. Lleva ya 3 meses en Montreal, lo que le ha dado tiempo suficiente para empezar a experimentar las partes difíciles de irse a estudiar a otro país. Sus pensamientos más recurrentes indican que ha perdido la perspectiva adecuada para sentirse bien consigo mismo. Hay algo que hace que se vaya en contra de él. Piensa mal de sí mismo. No tiene bien claro qué cosa. Pero una buena manera que tiene de escaparse de esos malos pensamientos es escuchando música.
José entra a YouTube en su Mac del 2016 que le regalaron en su cumpleaños mientras se acuesta en su cama. - Mmm… Faces vendrá bien, obvio que sí. - Faces de Mac Miller suena de fondo. Típicamente José escucha música con sus audífonos. No pasaba un día sin que se los pusiera.
-I would never think that is boring- Se acuerda José de cuando conversaba con su compañero del departamento quien le respondía que estaba bien conversar cuando uno se siente mal. Que es necesario y, de hecho, se siente agradecido de tener que ser él quien esté ahí. Era difícil tener que soportar ese malestar solo, por lo que últimamente José lo conversaba con sus amigos en Chile que le contestaran en Instagram o con su compañero del departamento.
Termina por decidir dormirse cerca de las siete de la mañana. Nada nuevo para él.
- Tendré en cuenta que no podré ir a clases mañana -- piensa José antes de sumergirse en el sueño luego de horas viendo una pantalla a quince centímetros -- Puedo faltar a “Portfolio Managment”, de todas maneras, empieza a las ocho y media y eso es muy temprano para el nivel de compromiso que tengo con el curso. Y luego a las tres y media podría asistir a “CSR”, pero veamos a qué hora me despierto, si es muy tarde no iré y me quedare sentado pensando en cómo empezar a escribir un relato. -– Pensaba sobre el concurso de relatos de primavera del que había estado leyendo durante sus horas de insomnio.
Al día siguiente, despertó y se puso manos a la obra: ordeno su pieza, y dejó preparado el escritorio para que al llegar de vuelta de una caminata pudiera intentar hacer algo. José sospecha que escribir un relato le tomará bastante esfuerzo. Él suele escribir de vez en cuando en su diario personal. Empezó escribiendo cuando no sabía hacer con lo abrumado que se sentía. Junto con la música, la escritura pasó a formar parte de ese espacio de su vida donde nada podría alterar su paz. Comenzó como una manera de desahogarse, pero poco a poco fue desarrollando un gusto por escribir. Con el tiempo, pudo darse cuenta del placer que se esconde detrás de escribir. Ese ejercicio mental de elegir las palabras adecuadas, aquellas palabras específicas que lograrán transmitir el mensaje tal y como es el fenómeno que se desea describir. José podía pasarse horas escribiendo sin razón alguna. Simplemente porque sí. Ya no necesitaba sentirse abrumado, simplemente necesitaba de su lápiz y hoja, o su computadora. Con esos ingredientes a mano empezaba su sesión de escritura. Usualmente José comenzaba escribiendo sobre lo primero que le llegara a la cabeza, y así seguiría escribiendo un párrafo compuesto de oraciones que no tenían ningún sentido. Se trataba de escribir lo más rápido, con tal de darle poco tiempo a la mente de pensar en alguna palabra. José comenzaba de esta manera porque siente que le sirve como método de desintoxicación de su cerebro. Lo aprendió una vez durante su curso de literatura francesa, no recuerda quien lo hacía, pero le copió la técnica a un autor, probablemente Rimbaud. Funcionaba como una especie de limpieza. Y además usualmente terminaba por escribir algo con un sentido metafórico. Algo que él sentía venía del lado onírico de su ser, y que le estaba dando respuestas o signos de aquello que debía intentar describir en su sesión de escritura. Así, de esta manera empezaba la parte suculenta de su escritura. Era necesario pasar por ese párrafo de palabras sin cohesión ni coherencia. Luego se ponía manos a la obra para poder describir aquello que su lado onírico le llamara la atención.
-- Un relato... ¿Como puedo empezar un relato?, no sé cómo escribir algo que no sea para mí. Qué vergüenza. O sea, primero que todo, no escribo para que alguien me lea, sino para que yo me sienta mejor. Para sentirme con más claridad en mis pensamientos. ¿Pero escribir algo para que otra persona lo lea? Voy a mostrarme completamente desnudo. No sé si quiero eso. Pero me gusta tanto escribir, y esta situación me parece tan interesante que voy a intentarlo de todas maneras. Intentaré darle un vuelco a mi escritura típica. Partiré hablando de mí, porque es la única manera que conozco de empezar a escribir, pero iré intentando cosas nuevas. Podría hacer una conversación, inventar personajes que sirvan como distintas partes de mí mismo... Cielos la verdad es que se puede hacer de todo. Es como pintar un cuadro. -- José empezaba a darse cuenta de un nuevo formato que le permitiría avanzar en su relación con la escritura. Ñurdo y torpe en un principio. Pero con la voluntad necesaria como para poder sentirse seguro de sus capacidades en un futuro no muy lejano. Y a pesar de la vergüenza de mostrar lo íntimo, José empezó a cuestionarse la razón de sentir esa vergüenza. Hasta que terminó por entender que no debe sentir vergüenza de sí mismo. Ni de las opiniones que tengan las otras personas de él mismo. Al fin y al cabo, ya había tenido pequeños pasos en política universitaria y las opiniones negativas eran pan de cada día. José estaba conociendo una nueva manera de pasar su tiempo lejos de aquellos pensamientos tan críticos que tiene sobre él mismo. Eso valía oro.

[Gavalia]

Lo primero que me choca es la forma, supongo que influye bastante no estar acostumbrado al castellano que se usa por esos lares. Mezcla al narrador ominiscente con la primera persona de forma, para mi gusto, algo deslavazada. Algún problemilla con los tiempos verbales y algunas redundancias que terminan chirriando un poco.
Los errores tipográficos afean el resultado, no hablo de faltas ortográficas precisamente, aquí no tenemos correctores que cuadren la faena, así que toca tener cuidado con ellos.
Por cierto, felicito al plumilla por su valor de exponer su trabajo y recordarnos a todos el amor por las letras, que como dice el protagonista de la historia, eso es oro.
Un saludo y gracias por compartir.

P.s Matizo mis impresiones después de darle una segunda vuelta.

[Estrella de mar]

#Este comentario es del divino Paul#

Pues sí, no hay que temer mostrarse como uno es. Yo aplaudo a este José. Si contara yo las cosas que nos dijeron a los chicos cuando debutamos en Mississippi... La verdad es que me impidieron pegar los ojos durante mucho tiempo. Que si con los pelos que llevábamos parecíamos nenas, que si la música del demonio que hacíamos iba a corromper a los jóvenes... Hasta Ringo, que es un ser al que le resbala todo, sugirió que nos matáramos bebiendo cicuta, pero yo dije que no podíamos hacerles eso a las Megs del mundo. Al final los chicos decidimos ir a nuestro rollo, y ya ves, voltereta lateral con rizo.

Me ha parecido que está muy bien escrito y que José apunta maneras en esto de la escritura. Lo que menos me ha gustado es que hay, para mi gusto, algunos datos anodinos que no aportan nada. Por ejemplo, en vez de contarnos su currículum académico, a mí me habría interesado más si se mata a onanismos, como los chicos y yo en nuestra época. Llamadme pervertido si queréis, allá vosotros, que sufriréis la ira de Meg con rodillo en mano.

[Tolomew Dewhust]

¡Pervertido!

[Estrella de mar]

[raumat]

Pobre José... todas las noche con insomnio...
A ver si consigo su dirección en Canadá y le mando una cajita de Diazepán o Stilnox...

Interesantes reflexiones sobre el oficio de escribir.

Aunque la historia no ha conseguido emocionarme mucho. Quizás sólo por cuestión de gustos. A mí me suelen gustar más los relatos con más acción, asesinatos, tiros, peleas y esas cosas... Que soy un simple, vaya...

En cuanto a la redacción, algo podría mejorarse en mi opinión:
Usando las comillas angulares para los pensamientos del protagonista.
Y el guión largo o raya en los diálogos e incisos.
Uno de los relatos que se presentan al concurso (El nacimiento de un país), está plagado de pensamientos, comillas angulares, diálogos, rayas... Y todo impecablemente utilizado.

En todo caso, me ha parecido un relato interesante.
Gracias al autor por compartirlo y suerte en el concurso.

[Snorry]

Este texto es todo y es nada. Es una demostración de principios en la que no hay ningún principio. El sudapollismo literario viene a ser como una bofetada en la cara a no ser que quien lo haga destile talento. Creo que es el caso. Tengo talento pero me la sopla todo, parece decir. No eres más que un niñato arrogante. Algo así dice Robby Williams a Mat Damon en El indomable Will Hunting (no sé si era ese nombre).
El texto entra ya patinando sobre un pleonasmo. La ortotipografía es de cuaderno escolar. Pero ojo con los despeinados, a veces tienen mucho que decir.
El autor/a quizá no es consciente de que su texto, en pañales, vibra en la misma sintonía que la de grandes del posmodernismo (la enumeración de elementos irrelevantes y el desprecio por lo formal así lo delatan).

Aquí está todo y no hay nada. La moneda gira en el aire. Quizá ahora no haya nada que hacer. Pero el futuro lo decide Mat Damon.

[Tolomew Dewhust]

Bueno, José, a ver... Me interesa muy poco, poquísimo, lo que cuentas, y me agrada muy mucho cómo lo cuentas.

Matizo: me es indiferente que seas representante de alumnos en tu curso universitario y la música que escuchas en youtube. Lo que sí me atrae son los demonios que tienes en la cabeza; seguro que tienes algún personaje que te has inventando, uno no, decenas. Los coges y llenas el texto de ellos, apareciendo, saludando, devorando, haciendo lo que quieras/quieran sin sentido alguno. Porque, contar cosas, sabes hacerlo, lo que debes afinar la puntería es con el qué cuentas.

Por eso, pierde la vergüenza y tráenos esos fantasmas tuyos.

[Tolomew Dewhust]

Mira, José, suelta a este tipo en la próxima reunión de estudiantes en la universidad, que se coma a diez o quince alumnos, y luego tú nos lo cuentas en un relato.

[Jarg]

Hace poco di una charla en un instituto y estuvimos hablando de lo que hace que una historia sea una historia. Uno de los puntos que comentamos era que una historia genera una reacción en quien la lee, aunque no sea siempre la misma. En este relato hay una parte que puede generar reacción, y es la del impulso de José por escribir. El resto (los estudios, ser presidente de la asociación de estudiantes...) me ha dejado un poco hueco, aunque eso puede ser solo mi impresión. Pero lo de escribir sí que me gusta, ahí es donde veo el núcleo del relato.

En la forma hay varias cosillas que pulir. Para acotaciones y diálogos habría que usar rayas en lugar de guiones, los números irían mejor expresados en letra ("tres" en lugar de "3"), las comas necesitan una revisión y hay que llevar cuidado con las repeticiones (como "dormirse" en el primer párrafo).

Pero (volviendo al contenido), de cualquier forma, José hace bien escribiendo. Y presentándose a un concurso. Además, aprenderá que las críticas no son cosas negativas, todo lo contrario. En este mundo de redes sociales, youtubers e influencers, los likes son flores, pero las críticas son frutos. Gracias por compartirlo, autor/a

[Megan]

Parece una biografía de José. No digo que esté mal eso, solo digo que "parece". Tampoco me desagrada, creo que salvando ciertas cositas que bien te dijo @Jarg, que sabe mucho del arte de escribir, el relato no está mal. Me gusta cuando empieza a pensar en cómo escribiría, en cómo empezaría. Supongo que sos nuevo/a en esto de los concursos, pero te puedo asegurar que ayudan mucho para aprender. Pero no quiero decir que esté mal escrito, no soy quien para hacerlo. Para decirte la verdad, lo que siento es la falta de un argumento más consistente, que haya personajes y que los muevas de arriba a abajo, eso.

Mucha suerte y gracias por compartirlo, .

[Megan]

#Este comentario es del divino Paul#

Pues sí, no hay que temer mostrarse como uno es. Yo aplaudo a este José. 1.-Si contara yo las cosas que nos dijeron a los chicos cuando debutamos en Mississippi... La verdad es que me impidieron pegar los ojos durante mucho tiempo. Que si con los pelos que llevábamos parecíamos nenas, que si la música del demonio que hacíamos iba a corromper a los jóvenes... Hasta Ringo, que es un ser al que le resbala todo, sugirió que nos matáramos bebiendo cicuta, pero yo dije que no podíamos hacerles eso a las Megs del mundo. Al final los chicos decidimos ir a nuestro rollo, y ya ves, voltereta lateral con rizo.

Me ha parecido que está muy bien escrito y que José apunta maneras en esto de la escritura. Lo que menos me ha gustado es que hay, para mi gusto, algunos datos anodinos que no aportan nada. Por ejemplo, en vez de contarnos su currículum académico, 2.- a mí me habría interesado más si se mata a onanismos, como los chicos y yo en nuestra época. Llamadme pervertido si queréis, allá vosotros, que sufriréis la ira de Meg con rodillo en mano.

1.- Jamás dieron un concierto en esa ciudad y tampoco fueron por otra cosa. Lo de Ringo y la cicuta no sé... es algo tan increíblemente loco...
2.- Es obvio que no sos Paul, jamás diría algo así, ¡PERVERTIDO!

[Megan]

Leído otra vez.
Mucha suerte, .

[Ginebra]

a la primera no acabé de entenderlo, en una segunda lectura, con más calma, entiendo que hablas del proceso creativo y liberador de la escritura y cómo empieza José y cómo le ayuda, al menos eso es lo que me transmite, y eso me gusta, pero me falta algo sólido, que pase alguna cosa y depurar un poco la redacción, aunque quizá es lo que pretendes, según la teoría de José... enhorabuena y gracias por compartir

[Iliria]

Pues sí, muchos de los que nos sentamos a escribir de vez en cuando tenemos ese tipo de pensamientos. Es verdad que me ha faltado algo más en esta historia. No necesariamente acción, pero igual sí unas reflexiones más conectadas Y algún errorcito de los que se cuelan repasando, pero poco importante.

Gracias por participar y suerte