¿Querías dar mal rollo? Porque sí querías, felicitaciones. Sentí muy mal yuyu en esta parte:
Aquí trague saliva, y sospeché un chanchullo a lo Hereditary. Admito que detuve la lectura, no por miedo, no soy tan cagón, pero la comparación me hizo volver al concurso pasado y releer El Lotófago. Tú tienes que ser alguna alma gemela del tipo que dirigió esas películas. Los aires que aportas a tu prosa son muy parecidos a los de su terror. Tómalo como un cumplido, mucha gente aprecia esas cintas por alejarse del típico horror holywoodense de ¡BOO! ¿Te asusté? ¿No...? Que raro, yo pensé que si te descuidabas ¡BOO!Quien había hablado era mi abuela. Mi padre no respondió, sino que se limitó a acercarse al caldero. Me fijé entonces en sus brazos, dejados caer a lo largo del cuerpo. Sus puños, en cambio, estaban cerrados, en crispación. La tela de su camisa comenzó a adherirse de los codos a las muñecas al exudar sangre, justo dibujando las cicatrices que tanto empeño ponía siempre en ocultar. Ante la visión del fluido, otra de aquellas mujeres se adelantó con un cuenco. La avidez con que recogía cada gota se reflejaba en un rostro enmarcado por rizos negros. Un rostro y unos rizos que yo conocía muy bien, por haberlos heredado. Los de mi madre.
De vuelta al relato. Empiezo a sospechar, la cosa se está poniendo demasiado directa, hay sintomas de un climax sobrenatural y... Ah, sí, aparece la ventana, y el estupido sol. Umm, a mi me gusta el sol, pero odio este recurso en general. La única vez que me ha funcionado es en Mario Bros 2, de lo tan poco me gusta. Si hubieras colocado el punto final aquí, bueno, por honor a la educación y a las buenas costumbres, lo guardo.
No, no, tengo que sacármelo del pecho, ¿y qué si el titulo me lo avisa? ¿Es que acaso un hombre no es libre de sospechar que un cacodemonio de la octavada dimensión está manejando los hilos? Solo digo...
Relato concluido. El fondo es que los fantasma del caserón poseen a los vivos y se los llevan a replicar traumas del pasado mientras duermen, ¿no? Me sabe a poco esa explicación, más con la pesadilla creciente que es el sueño. Que quede claro que la razón por la que no me gusta el final, es que me gustó mucho el medio. Me parece un poquito anticlimatico que Alex no se estire las calzas y averigüe el mismo la verdad del caserón. Incluso que fuera de grande, ya que su léxico es evidente el de un hombre adulto. Entiendo que la extensión del concurso da para lo que da, pero un enfoque más activo le vendría de perlas a esta aventura gótica. Tiene potencial para ser más que un sueño, o más que un chisme entre la abuela y el papá.