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CPIV- El libro de los sueños incumplidos - Felicity

Publicado: 07 Abr 2009 22:29
por Arwen_77
EL LIBRO DE LOS SUEÑOS INCUMPLIDOS

Era viernes y llovía a cántaros. La ciudad, estaba sumida en una luz grisácea. Las personas corrían con sus abrigos y sus paraguas oscuros, tapándose la boca con enormes bufandas.

Y ahí estaba yo; un eterno chiquillo de 28 años. Sin nada que me cubriera de la lluvia, con las gotas resbalando por mi cabello y mi cara mezclándose con las lágrimas de impotencia.

Mis sueños se habían hecho añicos aquella tarde. Y la carpeta que llevaba fuertemente cogida bajo el brazo, pesaba cada vez más. En algunos momentos, me daban ganas de tirarla al suelo y que se mojaran todas aquellas ilusiones rotas. Pero no sé porqué seguía aferrando la carpeta a mi cuerpo, cómo si fuera una parte de mí.

Estaba cabizbajo y pensativo, y mi percepción de la realidad era prácticamente nula. Alcé la vista, sólo unos instantes, para cerciorarme que el muñeco estaba en verde al otro lado de la calle. Ni siquiera me detuve a mirar a ambos lados.

Todo ocurrió muy deprisa.

De repente, me vi rodando por el suelo aferrado a mi carpeta como único salvavidas. Notando como el asfalto quemaba mi mejilla y mi cabeza golpeaba el suelo secamente. En ese momento, perdí la poca realidad a la que todavía me aferraba.


Me desperté rodeado de gente. Me levanté de un salto, curiosamente no sentía dolor. Las personas congregadas me miraban con atención, preocupación y curiosidad. Ni siquiera atendí a las palabras que me decían, huí corriendo de allí. Nunca me había gustado ser el centro de atención y tampoco tenía ninguna herida de consideración.

Me interné en una callejuela adyacente y empecé a correr hasta que el cansancio me hizo ralentizar la marcha. Cansado, con la carpeta pesando cada vez más. La lluvia empezó a caer con fuerza de nuevo. Miré a mí alrededor, pero todos los comercios estaban cerrados y abandonados. No había refugio para un desgraciado y sus bocetos. De pronto, vislumbré una luz a lo lejos. Me dirigí hacia allí con paso apresurado.

La luz resultó ser una vieja librería, pequeña y un poco caótica. Los libros se apilaban hasta el techo en ángulos imposibles. Sin embargo, se mantenían en orden. Yo, por si acaso, intenté no pasar cerca de ellos por si hacía un destrozo. No había nadie a la vista, así que pensé “Esperaré a que se calme la tormenta y me iré”.

- Hola – una voz, me sobresaltó de tal manera que la carpeta resbaló de mis brazos y cayó al suelo; todos los dibujos salieron despedidos quedando como un abanico de figuras. Me apresuré a recogerlos y unas manos finas me ayudaron. – Lo siento, no era mi intención asustarte.

Levanté la mirada y unos ojos azules me sonrieron.

- Es muy bella – dijo de nuevo la voz mirando uno de los dibujos. En ese momento le arranqué los papeles de las manos y los introduje en la carpeta.
- No valen nada. Siento molestarte, en cuanto pase la tormenta me marcho. – la chica ladeó la cabeza y me escrutó.
- Puedes quedarte el tiempo que quieras – Volvió a sonreír – Me llamo Syra.
- Yo Martín – dije con un hilo de voz. Ella no hizo además de darme la mano ni de obsequiarme con los dos besos de rigor.
- ¡Bienvenido a la Librería de los Sueños! – Dijo ella con renovada alegría.
- Bonito nombre… pero la palabra “sueños” es para mí sinónimo de irrealidad. – expresé con cierto resentimiento en la voz.
- ¿Por qué dices eso? – Syra se había apoyado en una de las estanterías y ví como los libros se tambaleaban, aún así se mantuvieron en perfecto orden.
- Porque es verdad. Te tiras horas, días, meses con una ilusión que se queda en eso: Ilusión, Sueños incumplidos.


De Pronto, la chica se levantó y me dijo.

- Ven conmigo Martín – y desapareció por el fondo de la librería. Yo me quedé unos momentos mirando la calle, en la que todavía llovía a cántaros, y la seguí.

La parte de atrás de la librería, estaba sumida en un caos parecido al de la tienda. Sólo que a los libros se sumaban un sofá y una mesa llena de papeles. Syra rebuscaba en una de las estanterías polvorientas.

- ¿Te ayudo? – Pregunté
- No, ya lo tengo - Y dicho eso extrajo un libro de enormes dimensiones con las tapas de cuero y con pinta de tener muchos años. – Siéntate – me apremió señalándome el sofá.


Lo hice. No me preguntéis por qué, pero aquella chica me tenía hipnotizado. Syra se sentó a mi lado y acarició el libro con ternura; luego me lo dejó. No tenía ningún título impreso en la portada ni tampoco en el lateral.

- ¡Ábrelo! – me animó.

Y así lo hice.

En las primeras páginas, había caligrafías distintas. Algunas apresuradas, otras apretadas; algunas con trazos grandes, otras con letra diminuta. Apenas leía algún que otro párrafo que en realidad no me decían gran cosa. Hasta llegar a la mitad del libro dónde las páginas estaban en un tono amarillento, esperando ser escritas.

- Muy bonito… - dije mirando a Syra - ¿Qué se supone que debo hacer?

Ella sonrió, cómo si fuera la pregunta más normal del mundo.

- Este es el Libro de los Sueños Incumplidos. Muchas personas han escrito en estas páginas los sueños que aún no han podido realizar. – la miré extrañado.
- Me parece una tontería – ella no se dejó vencer
- ¿Por qué no lo intentas? – fue su réplica. Y dicho eso me tendió una pluma de oro.

El por qué lo hice, no lo sé. Pero tras aguantar aquella mirada azul unos minutos suspiré y me puse a escribir, de forma un tanto desordenada, lo que aquella misma mañana había creído conseguido; lo que aquella tarde, había roto en pedazo todo mi mundo. Cuando terminé le tendí el libro; ella negó.

- No quiero leerlo, pero hazlo para ti mismo y créetelo. – suspiré, estaba cansado y un tanto irritado.
- Está bien – y me puse a leer mi propio escrito:


“ Me veo en una enorme sala blanca. Mis bocetos están colgados de la pared. Desde que Julio me llamó para decirme que lo había conseguido, y fui corriendo a la galería soy feliz. Viene gente de todos los lugares, y ella aparece con ese vestido negro. Soñadora, bella, hermosa. Con sus tirabuzones oxidados cayendo por su espalda, y sus ojos verdes mirándome con adoración…”

A medida que leía, la librería empezó a girar a mí alrededor y comencé a encontrarme protagonista de mis propias fantasías. Olía las gardenias de los floreros, el rumor de las conversaciones y esa mirada. Sentía que en realidad estaba allí. Y mi ánimo empezó a florecer, a emerger de lo más profundo de mí. Noté cómo la diosa se acercaba y me dedicaba aquella sonrisa que tantas veces había dibujado. El cosquilleo de la boca del estómago se mezclaba con el de las burbujas de champagne en mi paladar.

Empecé a sentirme dichoso, dichoso de verdad. Orgulloso de mí mismo y de lo que había conseguido. Olvidé todo lo que había pasado hasta llegar allí. Mi musa cobraba vida ante mis ojos y me acariciaba la mejilla, y besaba mis labios sin dejar de mirarme.

De repente, una palmada en la espalda, amistosa.

- Martín Seniol, ¡Serás un gran artista! – Julio estaba igual de radiante que yo- ¡serás un nombre reconocido en todo el mundo! – sonreí porque me era imposible hablar.
- ¿Martín Seniol? – una voz a mi espalda hizo que me diera la vuelta – me llamo Ashton Myer y tengo una galería en Nueva York. Me gustaría comprarte algunos de tus cuadros para venderlos allí. – Abrí desmesuradamente los ojos.
- ¿Nueva, Nueva York? –

El hombre sonrió y asintió

- ¿Cuánto pides por ellos? - sacó un talonario.

Y en ese momento me puse a pensar que tal vez no era tan buena idea. Yo en realidad, quería dibujar, pintar y ser alguien pero para mostrar al mundo adónde podía llegar; no para comercializar con unos cuadros en los que tanto amor había puesto y que por un puñado de billetes querían apartar de mí.

El mareo y la angustia nacieron de la boca del estómago y fueron subiendo por la garganta. La sala, las flores, mi musa, el champagne, Julián, Ashton y todo lo demás empezó a girar a mí alrededor.

Momentos después me encontraba sentado en el sofá polvoriento, con Syra al lado. Me observaba con sus ojos azules, escrutadores; mientras yo boqueaba como un pez.

- ¿Qué ha pasado? – Le pregunté.
- Sentiste como tus sueños se hacían realidad. – cerré el libro que levantó una nube de polvo.
- Pero me he visto allí realmente. – aún estaba intentado comprender.
- Porque lo has visualizado, Martín. Has creído que podía ser posible y has provocado que lo fuera. – la miré como si de repente estuviera loca.
- Pero es que ESTABA ALLÍ
- Lo sé. En realidad los sueños hay que expresarlos y entonces es cuando se cumplen. Tienes que creer que ya los has conseguido. Y entonces ¡Voila! ¡Ocurren! –
- Pero no todo era como esperaba… en realidad. – no sé porqué me dio la sensación de que ya sabía que había ocurrido.
- Por supuesto. A veces estamos tan obcecados en conseguir algo, que no admitimos que todo hecho tiene unas consecuencias.
- ¿Cómo?
- Es decir: tú realizas una fantasía, algo que anhelas con ansia. Pero no puedes controlar todo lo que ello puede desencadenar. Todo sueño tiene parte de dificultad, de pesadilla.
- Entonces… ¿No es peor que las cosas te salgan bien? – Syra negó riendo.
- Depende de cómo te sientas mejor: Realizando un sueño y salvando los contratiempos o conformándote con lo que tienes. –


Entonces lo entendí. Y sonreí, por primera vez en mucho tiempo.

- Vamos, que sea lo que sea siempre va a ser difícil. – su sonrisa me confirmó mi acierto.
- Pero si crees en ello las dificultades serán nimias comparadas con el resultado.



Abrí la carpeta y me puse a mirar los dibujos con ternura. Minutos antes me hubieran dado ganas de tirarlos al mar. Pero ahora les veía muchas posibilidades más. Me levanté con una alegría inexplicable, cómo el que encuentra el sentido de su vida una mañana.

- Muchas gracias Syra – dije – pero creo que ya te he entretenido bastante. Será mejor que me vaya. No sé si la tormenta habrá pasado pero ¿Sabes qué? ¡Me da igual! Vendré a visitarte pronto, espero, y con buenas noticias.


La chica se había quedado todo el rato en la misma posición: sentada con las manos cruzadas sobre las rodillas. Pero su mirada se iba entristeciendo. Me la quedé mirando unos momentos, hipnotizado de nuevo. Se levantó; y por primera vez durante todo el rato que habíamos estado juntos, sentí su mano en contacto con la mía. No sentí frío, no sentí calor, no sentí nada.
Y entonces comprendí.

Comprendí que no podría cumplir más sueños, porque mi tiempo se agotó en aquel paso de cebra.

-¿Quién eres? – le pregunté. Ella sonrió y aferrando mi mano con cariño empezó a llevarme a través de la librería.

Esta, empezaba a desaparecer a cada paso. Cómo yo, cómo mi vida, cómo mis sueños incumplidos…

Re: CPIV- EL LIBRO DE LOS SUEÑOS INCUMPLIDOS

Publicado: 14 Abr 2009 14:11
por Atali
El usuario se ha dado de baja porque cree que los moderadores de este foro carecen de respeto.

Re: CPIV- EL LIBRO DE LOS SUEÑOS INCUMPLIDOS

Publicado: 14 Abr 2009 14:44
por ciro
Aunque formalmente correcto, me suena a algo ya leido con anterioridad.

Re: CPIV- EL LIBRO DE LOS SUEÑOS INCUMPLIDOS

Publicado: 15 Abr 2009 13:13
por Ororo
Me ha parecido una idea muy buena la de la "recreación" de los sueños en esa librería tan peculiar, acogedora y con Syra tan magnética. Creo, sin embargo, que sobraba que además estuviera muerto tras el accidente. Me parece que se ha hecho para dar un giro inesperado que no era necesario.
La redacción se podría mejorar un poco y le falta algo de emoción.

Re: CPIV- EL LIBRO DE LOS SUEÑOS INCUMPLIDOS

Publicado: 15 Abr 2009 20:45
por Desierto
Suscribo lo de la falta de emoción. Hay algo que impide que llegues hasta las tripas de este relato, no lo sé identificar bien.

Re: CPIV- EL LIBRO DE LOS SUEÑOS INCUMPLIDOS

Publicado: 15 Abr 2009 21:14
por Minea
Lo que más me gusta de este relato es el ambiente, la tormenta, la librería... parece que estuviera allí dentro, pero el final, aunque bonito, me chafó un poco.

Re: CPIV- EL LIBRO DE LOS SUEÑOS INCUMPLIDOS

Publicado: 16 Abr 2009 20:09
por takeo
¿Se puede aguantar una mirada azul “Varios minutos”? :shock:
¿Se puede “oler”, además de las gardenias: “el rumor de las conversaciones y esa mirada”?
Trata un tema interesante: ¿Debe uno desprenderse de su trabajo? ¿Crea uno para su propio placer o para que lo conozcan los demás? ¿Ese conocimiento de terceros, debe ser a través de la comercialización de lo creado? ¿Cómo se llega al conocimiento general sin comercializarlo a través de exposiciones? ¿Se ‘prostituye’ uno más si vende una creación artística fruto de su trabajo, que si vende una creación suya (su trabajo) a través de una fábrica de sardinas?
La pena es que se muere, y así desaparece el (su) problema.

Re: CPIV- El libro de los sueños incumplidos

Publicado: 16 Abr 2009 23:21
por Momochan
Me ha gustado la idea del libro, yo también quiero uno de esos aunque solo sea para ver que pasaría... ^^

Entendía que estaba muerto cuando lo atropellaron, pero al final se le veía al pobre tan emocionado con eso de seguir adelante, que acabó dandome pena, la verdad.

Re: CPIV- El libro de los sueños incumplidos

Publicado: 17 Abr 2009 01:12
por Arwen_77
Una idea muy buena . Además consigue mantener la intriga y crear atmósfera. El final, demasiado desesperanzador, es el pero que le pongo. Impide que, para mi, todo llegue a cobrar sentido. A lo mejor el autor pretendía precisamente mantener esa desesperanza.
Mi enhorabuena.

Re: CPIV- El libro de los sueños incumplidos

Publicado: 17 Abr 2009 21:10
por Emma
Consigue crear cierta atmósfera y no está mal escrito pero no ha terminado de convencerme.

Re: CPIV- El libro de los sueños incumplidos

Publicado: 17 Abr 2009 21:50
por Sunrise
Me ha gustado mucho. El final lo mejor. Debe ser que me va lo onírico porque me sentí muy a gusto leyendo este relato y es de los que no me importa volver a leer en cualquier momento. Ahora que tenía mi favorito, tengo dudas.

Re: CPIV- El libro de los sueños incumplidos

Publicado: 17 Abr 2009 22:36
por Aprendiz de Meiga
A mi me ha encantado el recorrido hasta el libro de los sueños, la visión del sueño cumplido y el final, que me ha sorprendido y me ha gustado casi más. Entre otras cosas, porque como a Takeo, me ha hecho preguntarme un montón de cosas y porque me quedo con la frase de que todo sueño, tiene su pesadilla.
¿se aceptan apuestas de autoría? :lol:

Re: CPIV- El libro de los sueños incumplidos

Publicado: 18 Abr 2009 19:49
por Nieves
A mí no me ha terminado de convencer. El accidente es muy precipitado, supongo que el autor quería que nos quedáramos con la duda de si estaba muerto o no. A mí siempre me pareció que estaba muerto, por lo que me extrañó fue lo del libro ¿qué sentido tiene si estaba muerto?

Re: CPIV- El libro de los sueños incumplidos

Publicado: 19 Abr 2009 18:46
por Ángel_caído
Qué bonito! aunque es muy triste, ¿de qué sirve darse cuenta de que tiene que luchar por su sueño si ya no puede hacer nada por conseguirlo? Y por supuesto el mensaje que transmite "ten cuidado con lo que deseas porque puede hacerse realidad" es algo que suelo tener siempre muy en cuenta, ¡enhorabuena!

Re: CPIV- El libro de los sueños incumplidos

Publicado: 22 Abr 2009 12:01
por Merridew
Está bastante bien, sencillo, desarrolla una historia y a mí sí me gusta el final, me parece que le da sentido y que, de no ser así, el relato quedaría plano. Así da más que pensar.