Bueno, en realidad no es tan frío, aunque su comportamiento sí que es bastante extraño. Me explico: el protagonista le da cada vez más vueltas a la cabeza con el tema de la chica que hace todo lo que el escribe el día anterior hasta llevarlo a una situación en la que se ve impulsado a conocer a la chica aunque lo tome por loco. En ese momento de máxima excitación, precedido de un largo autoconvencimiento que le dio las fuerzas suficientes para conocerla, vive en directo el atropello, con lo que se queda como en estado de shock, y de repente ve el cuaderno y, como dice el relato, siente un impulso irrefrenable, es como si todo estallara en ese momento y él no diera más de sí.
Al mismo tiempo él está dominado por su curiosidad y por todo lo que él sabe (todas las coincidencias y demás, que la ha estado espiando, etc) y el resto del mundo no. Por eso coger el cuaderno es tentador y se presenta de repente, sin tiempo para pensar y a una persona que en esos momentos no está normal sino con la cabeza bastante alterada.
Todo eso hace que reaccione así. De todas formas dice el relato que
"Impulsado por un instinto irreprimible me agaché y lo cogí. Nadie pareció haberse dado cuenta y huí del lugar con la presteza de un ladrón, con la deshonra de la curiosidad por encima de lo humano." Es decir, se siente mal, se siente indigno, despreciable, o sea que sí que siente, pero la situación puede con él.
Y luego hay una cosita más, jeje
, que los seis folios no daban para perfilar más cositas. Hice lo que pude, pero créeme que en mi interior yo, encarnando a mi antihéroe, sentí y sufrí todo lo que no dice en el relato.
Espero haberte aclarado un poco.
Gracias por tus palabras de apoyo. Seguro que seguirás leyendo más cosas mías muy pronto...