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El sentido de este tipo de relatos creo que es mantener la incertidumbre hasta el final, pero no lo consigue. Apenas lees unas lineas ya vislumbras lo que pasa y ser tan previsible en este genero no es bueno.

Faltan algunas tildes y el final, que creo que pretende ser el punto fuerte del relato, me ha parecido previsible. No me dice demasiado, pero tiene claridad, es de lectura ágil, y eso se agradece.

En mi opinión, es una pena que el final sea tan previsible. Desde que se utiliza la palabra

"tufo" en la discusión del matrimonio, uno ya sabe que la abuela ya está muerta. Además, las palabras iniciales de Alba hacen presagiar lo peor.

No me ha enganchado este relato aunque la redacción es correcta y fácil de leer.

Me ha gustado mucho, el punto de vista de la vecina hace el relato más interesante, dos historias que van a la par; la curiosidad, el miedo y la incertidumbre, frente a una escena que se desarrolla ante nosotros sin que podamos hacer nada por evitarlo. Me recordaba un poquito al clásico de Hichcock, La ventana indiscreta, si me es lícito comparar cine con literatura. Si tengo que poner una pega es que, como les ha pasado a otros lectores, el final de la pobre abuela se ve venir desde lejos. Pero para mí no tiene mucha importancia, lo bueno es el relato bien contado y desarrollado.

Un notable alto.

Estoy de acuerdo con que la sorpresa está sobrevalorada en los relatos cortos. Creo que la ambientación y el ritmo de éste están muy bien conseguidos, logrando que se lea con mucha agilidad. Y la forma bien si no fuera por un par de faltas lingüísticas que rechinan...

El suceso en el piso de arriba también lo adiviné antes de la última frase (otra cosa es que sí que me sorprendería, y mucho, si sucediese en la vida real), pero me ha gustado bastante como lo vive el narrador de la historia. es decir, me resultó más interesante ver cómo le afectaban las discusiones de los vecinos, avivando su curiosidad y temor a partes iguales, que el motivo por el que discutían. De todos modos es uno de los relatos que leí con agrado.

La verdad es que en los edificios modernos los materiales de construcción son un asco. Por otro lado, y como ya se ha señalado, lo de la abuela se veía venir a la legua. Pero esto es algo de lo que el autor no podía dejar de ser consciente, por lo que cabe concluir que no le ha importado el "qué dirán" a la hora de llevar su historia, lo cual le alabo.

Ha habido varios relatos de terror en el concurso y confieso que ninguno está entre mis favoritos. Será también –aunque no sólo- cuestión de gustos.

Desierto escribió:Estoy de acuerdo con que la sorpresa está sobrevalorada en los relatos cortos. Creo que la ambientación y el ritmo de éste están muy bien conseguidos, logrando que se lea con mucha agilidad. Y la forma bien si no fuera por un par de faltas lingüísticas que rechinan...

No estoy diciendo que el final tenga que ser una sorpresa en todos los relatos. De hecho los dos que voy a votar no tienen ninguna sorpresa al final. Lo que digo es que en este tipo de relato la sorpresa es fundamental. Por lo demás, como casi siempre, estoy leyendo tus comentarios en todos los relatos y coincido un monton con todos. Será la profesion que nos iguala .

ciro escribió:

Desierto escribió:Estoy de acuerdo con que la sorpresa está sobrevalorada en los relatos cortos. Creo que la ambientación y el ritmo de éste están muy bien conseguidos, logrando que se lea con mucha agilidad. Y la forma bien si no fuera por un par de faltas lingüísticas que rechinan...

No estoy diciendo que el final tenga que ser una sorpresa en todos los relatos. De hecho los dos que voy a votar no tienen ninguna sorpresa al final. Lo que digo es que en este tipo de relato la sorpresa es fundamental. Por lo demás, como casi siempre, estoy leyendo tus comentarios en todos los relatos y coincido un monton con todos. Será la profesion que nos iguala .

Secundo. No conocía a Raoul , pero da gusto leer sus sugerencias y comentarios.

A pesar de lo previsible de la abuela, me ha intrigado y me ha gustado leerlo, pero no le veo el sentido a que al final

le mande matar a los padres y que la hija se vea obligada a obedecer, no se porque lo hace.

.

¡Jolin, con la abuelita! Si es que desde que se ha parado el tema de la construcción los abuelos se aburren y esto es lo que pasa...
El relato está bien, y me ha hecho reflexionar sobre lo equivocados que estamos a veces cuando nos dejamos llevar por la apariencia externa. Un matrimonio que parece muy enamorado y al que parece que la vida le sonríe, y menudo problema que tienen dentro de casa.
Estoy de acuerdo con algún comentario que he leído sobre que el autor debería explicar qué motivo tenía Alba para seguir los deseos asesinos de su abuela, la dulce ancianita desvalida. Con qué la chantajeaba la abuela.

Bueno, hay que tener en cuenta que la abuela

estaba muerta, por lo que imagino que el chantaje era más una especie de posesión sobrenatural y fantasmagórica, en plan los fantasmas de Poltergeist hablando a la niña a través del ruido blanco de la televisión.

O eso,

o la chica estaba un poco "p'allá" y creía oir voces que le decían que matase a los padres...

Desde la primera frase ya se ve el final.

Yo pienso que la abuela quería vengarse y se aprovecho que la chica era muy obediente

Me ha parecido muy original la forma en que se nos presenta la historia: a través de las percepciones de la vecina insomne Un recurso que (para mí) le suma calidad a una historia que peca de demasiado evidente... pues la "sorpresa" final queda bien clara a mitad relato. No obstante, está bien escrito y engancha. Te lo lees de un tirón. No me ha desagradado

Muy interesante el tema de los vecinos que, aparentemente, son felices e intachables. Todos vivimos encerrados en nuestros cubículos sin tener ni idea de cómo son en realidad nuestros vecinos de rellano