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¿He dicho yo que hay que odiarse? Volvemos otra vez a la alegoría de la caverna. Estás dando por hecho que sabes quién eres, pero no es más que una sombra, my friend. ¿Qué pensarías del que se pasara su vida abrazando y amando a su sombra? Pues que es un "retarder", colega, utilizando tus propias palabras.
Mahavira era dualista, por lo que ya partía de una premisa falsa. "El mundo es una cosa y yo soy otra distinta". Lo que no entiendo de los dualistas es que, en primer lugar, hay que explicároslo todo.
En segundo lugar, me parece ilógico plantear que nuestra verdadera naturaleza está por alcanzar. No me cuadra esto de un yo en busca de otro yo. Es como si le dijeras a un árbol que para saber que es árbol ha de convertirse en arbusto primero, y una vez conseguido esto, ya verá claramente que es un árbol. Yo lo del súper hombre no lo compro, no. Aunque me fascina su Zaratustra. El nihilismo da el primer paso, que es negar la existencia fenoménica, pero no va más allá. Es inconcebible negar que hay una realidad. ¿Cuál es esta? Ah, amigo, para responder a eso hace falta la mística.
No tengo ninguna necesidad de conjuntar nada. Yo soy la que soy, querido, la estrella de mar, la mona, no son más que juegos imaginarios. Recuerda, mi pequeño saltamontes: "Las sombras del bambú están barriendo las escaleras, pero no se agita el polvo".
Que yo no preconizo la pasividad vital, te lo voy a decir en francés a ver si te enteras: je rien de rien preconisé le pasivité vitalé. Yo digo que estamos errando el tiro, presuponemos que sabemos quiénes somos y lo que andamos buscando, y estamos igual de perdidos que Jack y toda su panda.
