Una novela rusa - Emmanuel Carrère

En principio incluye biografías, autoayuda, libros de viajes, arte y otros que no sean ensayos o de divulgación.

Moderador: magali

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jilguero
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Re: Una novela rusa - Emmanuel Carrère

Mensaje por jilguero »



Terminado. La segunda parte me ha reafirmado en mi opinión de que es admirable como narra y entreteje, pero también en que mi interés por su contenido ha sido desigual.

La historia de Sophie me ha resultado aburrida y ese detalle de regalarle un anillo como el de Romand me da, en cierto modo, al razón en el componente literario que para él tenía aquella relación. La parte del pueblo ruso me ha interesado con altibajos, habiéndome gustado sobre todo la historia del húngaro (razón de que fueran al pueblo). Mientras que la parte del abuelo y su familia me ha encantado:
estaba grabando en un estudio una docena de frases que evocaban con brevedad y precisión el destino de mi abuelo, y a continuación canté la nana. Para él, para Ania y su hijo, para mi madre y para mí. [...] Se había dicho algo que nunca se había dicho en público. Se había nombrado a aquel hombre, se le había llorado y, si no enterrado, al menos se le había declarado muerto. Una vez cumplido el exorcismo, yo podía empezar a vivir.[...] Me senté justo detrás de ellos. Mi madre no es una mujer que muestre sus emociones pero, mientras desfilaba la ficha técnica del fin, se dio media vuelta, me incliné hacia ella, me agarró del brazo y me murmuró: he entendido, he entendido que lo habías hecho para mí. Cuando las luces volvieron a encenderse, no había ya rastro de las lágrimas que yo había visto brillar en la penumbra.

Y la carta final a su madre, como colofón, me ha dejado buen sabor de boca:
Tú estabas sentada en el otro extremo, en los escalones, con los pies en el agua, y no me perdías de vista mientras yo recibía la clase. Llevabas un bañador de una pieza, de rayas blancas y negras. Eras joven, eras hermosa, me sonreías y yo te amaba como desde entonces no he podido amar a ninguna mujer, ninguna ha reunido los requisitos necesarios, excepto, ahora, mi hija. Atravesar la piscina quería decir ir hacia ti. Me mirabas acercarme y yo, con la barbilla fuera del agua, la mano del monitor debajo de mi vientre, te miraba mirarme y estaba increíblemente orgulloso de aproximarme a ti nadando, de que tú me mirases mientras nadaba.

Esta imagen de la infancia, que evoca en esa carta, me recuerda a lo que escuché una vez sobre que amar a alguien de verdad es como sentir la necesidad de atravesarlo a nado.


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El esfuerzo mismo para llegar a las cimas basta para llenar un corazón de hombre (A. Camus)
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Ceinwyn
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Re: Una novela rusa - Emmanuel Carrère

Mensaje por Ceinwyn »

La verdad es que es asombroso cómo este señor maneja la autoficción.

Hay novelas en las que está menos presente, o resulta un tipo más agradable, y otras, como esta, en las que se dibuja con un grado de ego desmesurado. Su onanismo literario me deja sin palabras y, pese a que me desagrada él y sus estupideces en esos casos, a la vez me encanta leerle.
Creo que lo maneja fenomenal.
Ahora estoy leyendo la carta erótica y es que lo veo, imagino su cara y lo siento con gesto de saberse superior al mundo, de creerse poderoso, ducho, diestro ... un gran amante, alguien superior y especial con la que cualquier mujer perdería las bragas.
Me encantaría hacerle un gesto de desprecio, llamarlo engreído.

Pero esta sensación es magnífica. Bravo.

Creo que debe ser una persona insufrible. pero me encanta leerle irremediablemente.

No he leído algo suyo que no me guste.
Silba la calandria y nos sorprende en vela, amuchados, con ganas de seguir.
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