La he visto estos días y sin ser tan brillante como 'Feud' me ha parecido un gran entretenimiento. Como a toda serie de Ryan Murphy, hay que pillarle el punto.
No pretende ser un retrato fidedigno del Hollywood de aquella época. Simplemente te cuenta cómo eran las cosas por aquel entonces y fantasea con la idea de lo que podría haber sido si se hubiese producido una apertura al cambio en una industria en la que imperaba la discriminación social y en una sociedad llena de intolerancia. Es interesante lo que propone porque no se nos olvide que en pleno siglo XXI todavía no se ha conseguido una normalidad en estos temas.
El tema de los abusos sexuales está tratado muy por encima, desde la perspectiva masculina en esta ocasión, a veces con ligereza, como meras transaciones comerciales consensuadas, tal vez porque esa es la percepción que se ha tenido siempre, hoy en día lo vemos de otra forma y tenemos mayor conciencia, pero hay alguna escena puntual en las que sí se muestra la parte sombría del asunto.
El final llena de satisfación. Es idealista y poco realista, pero la ficción para éso sirve algunas veces, para invitarte a soñar.
La recreación de la gala de los Oscar con los ganadores y las estrellas (Fredric March, Ernest Borgnine, Rosalind Russell, Loretta Young...etc) es una gozada. Eso sí, la mayoria de los actores elegidos para dar vida a los personajes reales no es que se parezcan mucho. |
El personaje de Jim Parsons, que era el represante de Lana Turner, entre otros, y estaba especializado en actores cuyo mayor talento era tener una cara bonita, como Troy Donahue y Tab Hunter, se le pinta en los artículos de forma tan desagradable como en la serie pero aquí le
dan una redención al final. |