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País: Estados Unidos
Fecha de estreno original: 2 de junio del 2002
Creador: David Simon
Reparto: Dominic West, Lance Reddick, Sonja Sohn, Clarke Peters, Aidan Gillen, Wendell Pierce, Andre Royo, Idris Elba, Michael Kenneth Williams, Domenick Lombardozzi, Seth Gilliam, J.D. Williams, Jim True-Frost, Wood Harris, John Doman, Deirdre Lovejoy, Delaney Williams, Jamie Hector, Robert Wisdom, Frankie Faison, Corey Parker Robinson, Chad Coleman, Chris Bauer, Amy Ryan, Isiah Whitlock Jr., Felicia Pearson, Robert F. Chew, Gbenga Akinnagbe, Tristan Wilds, Jermaine Crawford, Julito McCullum, Maestro Harrell, Larry Gilliard Jr., Pablo Schreiber, James Ransone, Anwan Glover, Tray Chaney, Michael Kostroff, Clark Johnson, Michael B. Jordan
Productora: Emitida por HBO
Fuente: PizquitaCentrada en el tráfico de droga, "The Wire: Bajo escucha" ofrece un retrato crudo y realista del enfrentamiento en la calle entre la ley y los capos del narcotráfico, pero también de las rivalidades que afectan a cada uno de estos bandos. Así, policías de a pie, equipo de la brigada antinarcóticos, federales del FBI, concejales, y jueces rivalizan entre sí, al tiempo que se oponen a los grandes señores de la droga, a su vez ocultos detrás de una madeja de traficantes y camellos de poca monta.
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# Producción Ejecutiva David Simon y Robert F. Colesberry
# Estudio HBO
# Género Drama
# Lugar de rodaje Baltimore
# Sintonía Way Down In The Hole - The Blind Boys Of Alabama
# Distribución Fox
# Emisión en España FOX
Melodía títulos de credito 1ª temporadaMundoplus.tv escribió:Del creador David Simon (Homicidio) nos llega The Wire: Bajo Escucha, una serie enormemente realista, enérgica y absorvente centrada en el mundo de la droga, ofreciendo una mirada al enfrentamiento entre los bandos a ambos lados de la ley, por un lado la policía y la justicia, y de otro, los capos del narcotráfico, así como las rivalidades que afectan a cada uno de estos bandos. Así, policías, equipo de narcóticos, agentes del FBI, abogados y jueces, rivalizan entre sí, a la vez que se oponen a los grandes traficantes de droga, ocultos detrás de una madeja de camellos de poca monta.
Narra por un lado, los negocios de una familia multigeneracional en el mundo de las drogas ilegales y los esfuerzos de la policía de la ciudad de Baltimore por poner freno a esta situación, dibujando paralelismos entre ambas organizaciones y entre los hombres y mujeres a ambos lados de la batalla, descubriendo una compleja red de crimen y castigo donde las líneas entre el bien y el mal se han vuelto totalmente borrosas.
La serie comienza con dos historias entrelazadas. Una gira en torno al excéntrico detective Jimmy McNulty (Dominic West, Chicago) quien, después de ver como los juzgados no aceptaban el enjuiciamiento de los relacionados con la cadena de droga de Barksdale, habla con un juez federal al que conocía de años atrás y consigue que le de luz verde para iniciar una investigación sobre esta complicada y bien conocida red de droga de Baltimore. Nos mostrará desde la parte inicial de esta investigación hasta su término, y los diferentes personajes que se convertirán en parte vital de esta intensa investigación, y examina varios estamentos burocráticos que pueden ayudar o entorpecer la investigación a cada paso como el fiscal del distrito, los abogados defensores, jueces, policías corruptos u otros. El segundo hilo argumental examina la dura y cruda realidad al otro lado de la ley, de la red de droga y nos presenta las vidas y penurias de varios personajes involucrados en este mundo, desde el camello adolescente pasando por todos los niveles hasta el cerebro de la organización, Avon Barksdale (Wood Harris, Titanes). Sin excusar el comportamiento de esta gente, nos muestra su mundo duro y complicado.
The Wire: Bajo Sospecha se asegura de que ambos lados estén bien representados y con personajes apasionantes e interesantes. El equipo de agentes de narcóticos de McNulty está compuesto desde una detective que tiene que afrontar la realidad de ser una mujer gay en el cuerpo de policía, a un par de violentos detectives con una debilidad hacia la violencia y la brutalidad, hasta a un tímido detective que tiene las cosas más planeadas de lo que en principio se podría suponer. La red de droga de Barksdale también está compuesta por personajes peculiares desde los pequeños camellos o los jefes de cada una de las zonas que cubren la ciudad, hasta los auténticos enemigos de esta red, las demás bandas callejeras.
The Wire, al igual que años atrás hizo la película Traffic, dibuja un complicado y realista retrato de la guerra en torno a la droga, enseñando de forma veraz y realista ambos lados de la misma contienda e incluso tocando temas muy delicados y sensibles a la sociedad como que esta guerra a la droga no puede ganarse o que los gobiernos no hacen todo lo que deberían hacer para erradicarla.
[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=TraSFcARVwM[/youtube]
Ya he visto dos temporadas completas y la serie no ha decaído en interés e intensidad un sólo minuto. La mejor y más real serie policiaca que he visto, con unos personajes muy bien definidos y profundos, y un estilo narrativo impecable, es como una gran novela negra por entregas. En mi TOP 5 de series favoritas.En [url=http://videodrome.wordpress.com/]Videodrome[/url] sobre la 1ª temporada escribió: Poned en una coctelera elementos del cine de Francis Ford Coppola, Martin Scorsese, Spike Lee o Michael Mann y agitad bien. Si el producto resultante lo convirtiésemos en una serie, probablemente tendría varios puntos en común con The Wire: Bajo escucha, otra de las genialidades televisivas de la HBO. Su mirada, profundamente desencantada y cínica, hacia la lucha contra el tráfico y la venta de drogas, la criminalidad y la corrupción, tanto a pie de calle como en las más altas esferas de la burocracia, el politiqueo y la jerarquía, arroja un efecto nada complaciente. Si para incriminar a los sospechosos se ha de sudar sangre siguiendo un larguísimo procedimiento basado en las escuchas (¿alguien dijo La Conversación, de Coppola?), ya me diréis qué se ha de hacer para condenarlos. El trabajo policial es muy complicado y poco gratificante, y el happy end está en las antípodas de lo que uno ha de esperar....
......la serie se divide entre los que defienden (se supone, al menos) la ley (policías, jueces, abogados, políticos) y los que la vulneran (camellos, traficantes, criminales) sin establecer una separación clara, es decir, sin perfilar a unos mediante el estereotipo del “bueno” y a otros con el del “malo” en términos absolutos. Como personajes complejos, llenos de aristas, se profundiza en la personalidad e inquietudes de cada uno, de manera que tendremos las perspectivas de unos y otros, componiendo un rico y extenso mapa de comportamientos.
Tal vez la mayor particularidad de The Wire: Bajo escucha es que, durante toda la temporada, se afronta la resolución de una única operación. A lo largo de estos trece capítulos, vemos cómo los polis reúnen pruebas y luchan no sólo contra las presas sino también frente a sus superiores y los muchos intereses que hay en juego, mientras que el bando de los observados y perseguidos, basados en una cadena de mando férrea, al dictado de los peces gordos, y atrapados por un destino casi inevitable (entre la familia, el negocio y la necesidad de subsistir), se someten al peligro de la detención. En este toma y daca constante, en este proceso que da tantos bandazos, en este combate callejero que avanza y retrocede, los guionistas tejen una fascinante red que a uno le atrapa por completo, siendo imposible perderse la continuación.
Diseñada, entonces, como una “novela televisiva” en la que perderse un capítulo es como saltarse un puñado de páginas, engancha a un nivel adictivo total porque se encajan, poco a poco, las piezas que van surgiendo como en un gran puzzle de lo más impredecible. Por supuesto, no estamos ante un producto ligero, de digestión fácil y rápida, sino frente a un denso mosaico de dimes y diretes que, no obstante, elude la confusión y el pecado de lo farragoso. Estad atentos, poned de vuestra parte y el premio será considerable. Disfrutad de los guiones.
Si de contenido la serie va sobrada y satisface al más exigente, formalmente recurre a la pureza del realismo. No hay música salvo la que emiten las radios u otros aparatos. La reproducción de las condiciones en las que desarrollan su labor los personajes, incluyendo los detalles desgarradores, y el modo de actuar de los mismos son creíbles al máximo en virtud del escrupuloso cuidado en la definición de este microcosmos que se siente como auténtico.
Culpable, en gran parte, de las espléndidas cotas alcanzadas es el amplísimo reparto de magníficos y poco conocidos actores que dan vida (y de verdad) a este enjambre humano sucio por el dinero, por la ambición, por el poder… Destacar a un actor o a un personaje sería injusto y difícil, pues casi todos están provistos de entidad propia y se emplean con una naturalidad pasmosa.
Una obra maestra.
Hoy comienza mi aventura con la tercera temporada en V.O.
