Sherezade - Naguib Mahfuz

[Giada]

Vamos ya con el penúltimo cuento de este autor.

Comentamos, como siempre, a partir de mañana viernes

[magali]

[jilguero]

Mi sensación es la misma que con el texto de la semana pasada: de lectura fácil y agradable, pero tampoco me entusiasma. En este caso el típico ejemplo de la persona desgraciada, que cuenta su desgracia y su necesidad de no estar sola, y eso mismo acaba siendo lo que espanta a los demás, que temen quedar atrapados por ese necesidad.

Lo que si me ha gustado en este caso es ese paralelismo que se establece con Sherezade, solo que en este caso vía conversaciones telfónicas.

[Arden]

Un poco la sensación de jilguero, además de la hipocresía del hombre, que está encantado de verse con la mujer y tener una aventura, a pesar de todas las desgracias que le ha contado ella y de que le puede hacer daño, pero lo que le frena no es esto sino que no le acaba de gustar, y entonces se destapa con una verborrea de tópicos sociales y religiosos, que si Dios, la fe en la gente, etc..., es decir que él es igual que los demás, y ella tenía esperanza de que no lo fuera, pero en cuanto empieza a hablar ya se da cuenta, de ahí que él diga que es inteligente, uno más.

En realidad lo que más me ha gustado es la forma de contarlo, tener al otro a la expectativa del teléfono todos los días para ver cómo continúa la historia, como hacía Sherezade..

[imation]

Coincido con lo que comentáis aunque a mí me ha aburrido bastante en general.

[clachalote]

Me gustó la estructura, el símil con Sherezade, la entrega de información en conversaciones breves. Pero al final, la vida de ella, de tragedia en tragedia (que puede ser real o no), los lleva a un encuentro que me dejó gusto a poco y un remate sin mayores conclusiones. Pienso que iba bien, pero o no lo entendí o no supo cómo cerrarlo.

[Kansas]

Me ha resultado cansino y plano. Al final parece que todo es pura hipicresia tanto por parte del entrevistador como por parte de ella que por cierto me ha caido fatal con tanto victimismo. Por ahora ningún cuento de este autor me estâ entusiasmano. Los matices brillan por su ausencia, solo hay blancos y negros...

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