El muñeco - Susan Sontag

[Arden]

Sin entrar en disquisiciones sobre los distintos tipos de literatura, muy interesantes la disertación sobre la opinión del catedrático que comenta @laaguja entre la hispanosfera y la anglosfera, a mí el relato me ha parecido no un relato del absurdo, pero sí que muestra la dificultad de la aceptación de la vida del siglo XX, rutinaria, muchas veces sin emoción, repetitiva hasta el absurdo, tanto que hasta un muñeco, aquí sí estamos ante una especie de licencia literaria futurista puesto que el muñeco no solo es exactamente igual exteriormente, sino que bebe, come, va al aseo, se ducha y afeita, y tiene los mismos sentimientos que puede tener una persona.

La cuestión es que el muñeco se independiza de la persona que lo crea y a la que tiene que sustituir, me recuerda a las leyendas urbanas sobre los sustitutos de Franco, lo que les permitía que mientras el doble estaba inaugurando pantanos el real estuviera pescando tranquilamente, muy lograda la historia en la película Espérame en el cielo de Antonio Mercero, solo que lo que en esta era un doble persona real, aquí estamos ante un muñeco, en principio.

Al ir leyendo yo pensaba en detalles técnicos de Ci-Fi, que le diera explicación en cierta forma verosímil, pero después me he dado cuenta que en realidad a la autora la ciencia ficción y la verosimilitud le dan exactamente igual, porque si él viviera solo, pero no, vive con su mujer y sus hijas, y entonces ¿Cómo puede saber con detalle si se ha comido una magdalena o ha dado más o menos sorbos al café o se ha parado un segundo de más o no delante del mostrador de la secretaria? La posibilidad realista sería que los ojos fueran cámaras y que el otro lo estaría viendo en un televisor en casa o en una pantalla portátil, nada de eso se nos dice, al revés, se supone que se ha convertido el original en una persona libre, una especie de mendigo que simplemente disfruta de su libertad, mientras el otro aguanta su vida rutinaria.

El punto de inflexión viene cuando el muñeco se independiza al enamorarse y querer también abandonar la vida rutinaria que se le ha asignado, esa rebelión da lugar a un segundo muñeco, es decir a una tercera personalidad. Y ya tenemos tres vidas diferentes para la misma persona, tres posibilidades de vida: El original rutinario convertido en una especie de vagabundo libre, el primer muñeco que se convierte en arquitecto dejando su vida anterior por otra con la mujer a la que quiere, y un tercero, que acepta la vida que se le asigna pero no pasivamente, sino que progresa en ella tanto en lo personal, más hijos, casa nueva, como en el trabajo, ascendiendo hasta la Vicepresidencia.

¿Con ello qué nos quiere decir la autora? Puede que estemos ante una historia absurda, pero no lo acabo de ver, sí tiene elementos absurdos a cuenta de la verosimilitud suspendida, ante una historia de autoayuda, en cierta forma, puede que lo que quiera mostrarnos la autora es que una misma situación conyugal y laboral puede tener varias posibilidades y salidas, y que no tenemos que seguir obligatoriamente una de ellas sino que hay más opciones y que en realidad al no tener uno o más muñecos para sustituirnos debemos tomar la riendas de nuestras vidas y escoger qué hacer, o bien dejarlo todo sin mirar atrás, o bien fugarse con el nuevo amor y cambiar de vida por completo, o bien perseverar en la que tenemos y llegar a otras cotas diferentes. Igual no es nada de esto, y estamos ante una historia en la que predomina el efecto cómico de los muñecos tomando las riendas de sus vidas (prestadas eso sí) y llevándolas a cotas inimaginables para el original, el cual se convierte en una especie de pariente pobre que va a visitarlos de vez en cuando, y estos lo reciben con cierta magnanimidad y hasta un poco de vergüenza.

Al menos se puede decir que este relato no pasa desapercibido, se lee con gusto y da que pensar, así que empezamos bien.

[magali]

Yo he hecho una interpretación más sencilla, @Arden . El protagonista/narrador vive todas esas vidas de forma simultánea. Y adopta el papel que le ha asignado al muñeco en cada una de ellas. Es decir, el protagonista se excusa en la existencia del muñeco correspondiente para hacer lo que le viene en gana.

Así de simple soy yo.

[jilguero]

Así de simple soy yo.

Más simple soy yo que lo he leído como un divertimento. Por cierto, me ha recordado a algunos de los Cuentos fríos de Virgilio Piñera.

[Arden]

Yo he hecho una interpretación más sencilla, @Arden . El protagonista/narrador vive todas esas vidas de forma simultánea. Y adopta el papel que le ha asignado al muñeco en cada una de ellas. Es decir, el protagonista se excusa en la existencia del muñeco correspondiente para hacer lo que le viene en gana.

Así de simple soy yo.

¿Simple? Más bien diría que al revés, lo veo una explicación incluso más acorde de la mía, pero más complicada porque significaría una triple personalidad, una real y las otras dos imaginarias o fingidas, ya que las tres al mismo tiempo no pueden ser más que en su imaginación.

[clachalote]

Qué de comentarios sacó este cuento. Leídos. Yo voy por el lado más simple de la historia y debo decir que me encantó.

Tenía un rastro en mi cabeza, desde que comenzamos el año, que me decía: tú conoces a esta autora. Y no, no había leído nada de nada. Pero me sorprendió muy gratamente.

A lo ya comentado, que creo que está casi todo dicho, agregaría que me resulta muy cómico, contradictorio y atrayente a la vez, el hecho de que

este hombre quiera desaparecer de su vida, pero a la vez esté tan presente en todo lo que pasa con cada muñeco, hasta el final cuando incluso los visita, siendo que él nos dice que: Me gusta contemplar a las gentes, pero no conversar con ellas, tratar con ellas, complacerlas u ofenderlas.

Entonces, ¿en qué quedamos? Pero esa contradicción, en lo personal, me encantó y la siento muy parte de la mística del cuento.

No paraba de reír con la idea del muñeco aburriéndose también de la rutina impuesta, ¡y todo por Amor!

El final muy logrado igual. Veamos cómo sigue, por ahora demasiado encariñada con las lecturas de este año.

Gracias por compartir