Sor Aparición (Cuento de amor) - Emilia Pardo Bazán
Publicado: 06 Mar 2021 10:13
Sor Aparición, incluido en los Cuentos de amor, fue publicado por primera vez en El Imparcial el 14 de septiembre de 1896.
Está basado en una historia verdadera en algunos de sus aspectos. Emilia Pardo Bazán dijo en el prefacio de una edición de los Cuentos de amor: "De Sor Aparición se espantó mucha gente. Releo el cuento despacio y no puedo explicarme tal horror, sino por la crueldad de lo real que palpita en él. La narración pienso que está hecha en términos bien honestos, con el mayor recato y decoro posible; además, he modificado la historia, y presentado á la infeliz enamorada del burlador Camargo cuando ejercita la más rigurosa y ejemplar penitencia. Tantos años de mortificación y de lágrimas la impuse, que deben bastar para sosiego del más asombradizo. La verdad estricta es que ignoro el paradero de la víctima de esa broma infame, dada por uno de nuestros mayores poetas románticos. No sé si entró en un convento, si se entregó á la disipación, ó si vegetó en la indiferencia; pero me ha parecido que, dentro de la concepción ideal del cuento, tenía que expiar su yerro para ennoblecer su desventura". El burlador Camargo al que se hace referencia se trata de Espronceda.
Está basado en una historia verdadera en algunos de sus aspectos. Emilia Pardo Bazán dijo en el prefacio de una edición de los Cuentos de amor: "De Sor Aparición se espantó mucha gente. Releo el cuento despacio y no puedo explicarme tal horror, sino por la crueldad de lo real que palpita en él. La narración pienso que está hecha en términos bien honestos, con el mayor recato y decoro posible; además, he modificado la historia, y presentado á la infeliz enamorada del burlador Camargo cuando ejercita la más rigurosa y ejemplar penitencia. Tantos años de mortificación y de lágrimas la impuse, que deben bastar para sosiego del más asombradizo. La verdad estricta es que ignoro el paradero de la víctima de esa broma infame, dada por uno de nuestros mayores poetas románticos. No sé si entró en un convento, si se entregó á la disipación, ó si vegetó en la indiferencia; pero me ha parecido que, dentro de la concepción ideal del cuento, tenía que expiar su yerro para ennoblecer su desventura". El burlador Camargo al que se hace referencia se trata de Espronceda.