¡¡Ábrete libro!! - Foro sobre libros y autores

Y cerramos el mes de septiembre con este relato breve, satírico y brillante de nuestro Marsé, que espero que os divierta. Comentarios, a partir de mañana viernes, aquí, como siempre

Voy a ver si lo encuentro, que estoy un poco hartito del marciano

Gracias por su atención

Pues ya estoy de vuelta al miniclub después del paréntesis veraniego.

Un cuento curioso, quizás demasiado largo, con un aire paródico estupendo, una burla sobre el escritor que quiere permanecer al margen de los medios de comunicación y que acaba siendo invisible, paradójicamente, cuando más intenta aparecer y figurar. ¿Cuál era la intención del autor? ¿Burlarse de los escritores que no quieren ser mediáticos? ¿Resaltar lo efímero de la fama y de la obra de cualquier escritor?

Recuerdo a escritores mediáticos como Antonio Gala, Terenci Moix, incluso Paco Umbral, cuyo medio natural era la televisión, siempre estaban en uno u otro programa, vendían millones de ejemplares, y a día de hoy de Paco Umbral recordamos una intervención televisiva en el que dijo que iba a hablar de su libro, y poco más, ni se lee ni se reedita. De No me digas que fue un sueño de Terenci Moix se vendieron más de un millón de ejemplares, y excepto por su obra autobiográfica no creo que nadie lea todas aquellas novelas que se vendían como churros. Se han desleído como el escritor del cuento.

A ver cómo lo habéis interpretado vosotros.

Para mí, este es un llamado al intento por ganar fama, por alcanzar los estados superiores del ego. Quizás ese me ha tocado a mí en algún instante, pero resulta que puedo decirme que lo que hago lo hago para disfrutar. Ahora que recuerdo, si estuve en la TV.
Me resulta complicado leer un autor que escribe cuentos tan largos o novelas breves, en fin.. es lo que hay.

A mí me ha pasado un poco igual, la idea la he encontrado buena, la parodia también, también he visto a Sánchez Dragó en el escritor con cara de monito, pero 28 páginas es excesivo, con la mitad hubiera sido suficiente.

No sé mucho del mundo editorial, de lo que me alegro, pero los ecos de fondo que me llegan me dan para clasificar este relato de sátira de ese mundillo. Me ha parecido un sarcasmo de las presiones a las que su entorno somete a los escritores para que se autopromocionen. En parte seguro que está inspirado en él mismo, y el proceso fantástico de invisibilidad que el protagonista padece es una alegoría del ostracismo al que le sometieron, o se sintió sometido, el propio autor.

A las primeras de cambio, me encuentro esto sin esperarlo y se me ha escapado la risa. Cuando lo invitan a un programa de Tv que presenta Sánchez Dragó en blanco y botella:

Lo dirigía y presentaba un escritor verborreico con cara de primate ilustrado, célebre por sus hazañas sexuales y sus efusiones místicas, y siempre recién regresado del Tíbet

Y este otro, la mar de revelador, de la tertulia en TV3. De algunos es fácil deducir de quienes habla, aunque del director de cine subvencionado habría montones de candidatos

Era un magazine con números musicales y tertulianos populares: un cantautor catalán con voz de cabra enamorada, un pedigu¨eño director de cine autonómico, un sacerdote autor de best-sellers, una descerebrada autora de novelas venezolanas y un señor bajito que dijo ser socio del Barca y llamarse Llapat i Faixat.

Por cierto que hay por ahí versiones en pdfs ligeramente diferentes a la del epub que estamos leyendo. No sé si se trataría de que el propio Marsé actualizó este cuento, pero el caso es que estos pdfs, uno de ellos publicado por El Ppaís, hay muchos calificativos, incluso frases suprimidas. Da la impresión que para suavizarlo.

De la vida de Marsé tampoco sé mucho, de lo que no me alegro, sólo lo bastante para saber que hacer amigos no era lo suyo. A toro pasado me he encontrado con esta alusión, un ejemplo de gran verdad que explica el ostracismo al que se le sometió por parte del nacionalismo catalán:

Como hombre apasionado que era tenía sus filias y fobias. Entre las primeras estaba Paulina Crusat, Gil de Biedma, Carlos Barral, Juan García Hortelano, Manuel Vázquez Montalbán, Ana María Moix, y por lo insólito, siendo director de cine español, Víctor Erice. Y entre sus fobias más relevantes aparecían Baltasar Porcel (a quien menospreciaba por su apego al poder y su afán de medro), Castellet, Juan y Luis Goytisolo, los comisarios políticos nacionalistas (a lo Francesc Vallverdú), Sánchez Dragó (a quien llamaba "el monito dicharachero"), Lluís Llach (de quien solía decir que tenía voz de cabra enamorada), los señoritos y los que se las daban de intelectuales. Quizás uno de sus últimos actos sociales fuera la asistencia, los domingos, a una tertulia con Joan de Sagarra, Vila-Matas y otros, que con el tiempo fue cambiando de local.

Y el final del cuento, un lamento resignado.

Es lo que tiene no haber tenido pelos en la lengua. Tras su muerte todo han sido alabanzas para Marsé, lo que confirma el dicho rubalcaniano sobre lo bien que enterramos en España.

No he leído el cuento por su extensión. No porque me echen para atrás una treintena escasa de páginas, sino porque me falta tiempo para dedicárselo a esta lectura. Pero entro para decir dos cosas aprovechando que es la última lectura del señor Marsé…

La primera es una idea personal, y es que muchas veces se escribe un cuento (o incluso una novela) para quedarse a gusto, sin importar que guste a los demás o no. Por lo que apuntáis, este es el caso, y el señor Marsé ha pasado factura a varios comensales: se ha despachado a gusto diciendo lo que piensa de cada uno de una forma elegante pero sobre todo indenunciable.

La segunda sólo es recordar un dato que todos conocéis, al hilo de lo que dice @ratonB de que lo del Marsé no era ir haciendo amigos: Marsé dejó tirado a todo un tribunal, o jurado, o comisión de valoración, de TODO UN SEÑOR PREMIO PLANETA, con un par de roncones, que dicen los gaiteros asturianos. Para quien lo desconozca, supongo que podría ser el caso de @Edgardo Benitez o @clachalote al vivir fuera de España, os dejo un enlace (pero si queréis más podéis meter en vuestro buscador favorito los lemas Marsé jurado Planeta renuncia, por ejemplo):

El día que Marsé dimitió como jurado del premio Planeta (fue más que uno...)

(Me cuesta entender el masoquismo contumaz del que organiza el Premio Planeta… por aquello del proverbio creo que indio, la primera vez que me falles es culpa tuya, la segunda es culpa mía… ¿y la tercera? Bueno, la tercera fue en realidad una redimisión, pero por qué no apartarlo… masoquismo intelectual, supongo).

Tendría sus razones. Ni conozco el caso ni me preocupa, pero renunciar a una farsa como ser jurado en el Premio Planeta lo veo un mérito.