Final del juego (Cuento) - Julio Cortázar

[Babel]

FINAL DEL JUEGO
Julio Cortázar




Es el relato que da título al recopilatorio Final del juego.

Leticia, Holanda y la narradora son tres primas adolescentes a las que les gusta jugar a "estatuas o actitudes"...

[Babel]

Comento hoy porque mañana quizás no pueda.

Con este relato volvemos a la infancia, o mejor, a la infancia-adolescencia, territorio de los juegos donde se vislumbra ya el mundo de los adultos, el comienzo de la madurez y, por tanto el final del juego. En este sentido me ha recordado a Silvia, aunque en lo demás no tiene nada que ver, pero me apetecía decirlo.

Me parece maravillosa la manera de narrar de Cortázar, siendo la narradora una niña creo que ha sabido coger el tono preciso para ser una niña a ojos del lector, hay que tener muy buen pulso como escritor para este tipo de efectos, por lo menos en mi caso era casi como si la oyera. Una niña traviesa, vivaracha y con mucho sentido del humor.
Me ha hecho sonreir la amenaza de la madre:
-Acabarán en la calle, estas mal nacidas.
Ay, las madres...

Me ha resultado evocador de mi propia infancia, de aquellos juegos que teníamos tan originales e imaginativos para los que apenas se necesitaba nada material: imaginación y desparpajo eran las armas.
Y luego ¡cómo no! el momento de descubrir que los chicos existen, y que a ver a quien mira de las tres ese chico tan majo del tren.

El relato tiene un fondo amargo, con Leticia y su enfermedad, los celos y la compasión que suscita todo lo que esa niña tiene de más, y todo lo que tiene de menos, y ambas hermanas pasan todo el relato entre los dos sentimientos. Leticia es la elegida de Ariel y hay que resignarse... peeeero... aquí viene la zarpa negra: ¿Qué pasa con Leticia? ¿Qué escribió en esa carta? ¿Por qué acaba con el juego y además con el principio de algo que podía ser bonito con Ariel?
Cada uno saque sus propias conclusiones, yo creo que, simplemente,

le dio calabazas, tal vez no se sintió merecedora de toda esa admiración. O tal vez le habló de su enfermedad.

No se. ¿Qué pensáis?

Y buenísimo el nombre del gato... el gato José.

[Mobley]

Tres niñas preadolescentes (¿quizás dos hermanas y una prima?; ¿tres hermanas?) que viven con su(s) madre(s) ven como su mundo de infancia se ve trastocado por la llegada de un chico desconocido.

Nuevamente nos encontramos con un cuento donde se enfrentan varios planos: el de la vida y las miserias cotidianas frente al del juego y la fantasía; dos tiempos, el de la infancia frente a la pubertad; y un cuento frente a muchos cuentos. La primera separación se produce por una puerta blanca; la segunda por unos papelitos lanzados desde un tren en marcha y un collar de perlas y unos anillos; la tercera por un sobre violeta y la ausencia de una cara en la tercera ventanilla de un tren.

En este cuento nos volvemos a encontrar con dos mundos enfrentados, la realidad, la vida con minúscula y la fantasía, el juego que siempre es más que un juego, y que se acaba (¿se acaba? “guardábamos por última vez los ornamentos en su caja”) o se desdibuja cuando la realidad, los papelitos, se introducen en el juego.

Y con el juego también se va la infancia, la alegría sencilla por las cosas, la inocencia, que se expresa en esa dura frase al final del relato:

“Cuando llegó el tren vimos sin ninguna sorpresa la tercera ventanilla vacía, y mientras nos sonreíamos entre aliviadas y furiosas, imaginamos a Ariel viajando del otro lado del coche, quieto en su asiento, mirando hacia el río con sus ojos grises.”

Y, por último, nuevamente Cortázar deja al lector que complete el cuento con el contenido de la carta que provoca la desaparición de Ariel de la ventanilla del tren. ¿Quizás Leticia confiesa a Ariel su enfermedad y este pierde su interés en ella?. ¿Quizás es la propia Leticia la que, sabedora de su situación, le pide que se olvide de ella?. ¿Qué quería transmitir Leticia con su última pose de estatua? ¿por qué Leticia no asistió al juego el día siguiente? ¿sabía que Ariel no volvería a aparecer o que habría comprendido y aceptado lo que Leticia le escribió y/o le indicó con la estatua?.

Y buenísimo el nombre del gato... el gato José.

Sí, a Cortázar le encanta jugar con los nombres de los personajes. Leticia, que significa fertilidad y también alegría y felicidad, y ”Como estatuas buscaba el estilo de Venus” y era “la más feliz de las tres”. O las de Loza “con lo envidiosas que eran esas enanas”, siendo precisamente la tarea de lavar la loza la que más se resalta en la vida cotidiana de las niñas. U otra, quizás más traída por los pelos, que es la de Ariel, Leon de Dios, en un tren procedente de Tigre.

[Carmen Neke]

Me parece maravillosa la manera de narrar de Cortázar, siendo la narradora una niña creo que ha sabido coger el tono preciso para ser una niña a ojos del lector, hay que tener muy buen pulso como escritor para este tipo de efectos

Ahí coincido del todo contigo Babel, esa voz narrativa es lo que más me ha gustado del cuento: la niña que está dejando de ser niña, lo sigue viendo todo desde una perspectiva infantil pero la mujer en la que empieza a convertirse le sale a relucir de vez en cuando. En los comentarios hacia la situación de Leticia fundamentalmente, las frases compasivas con las que habla sobre ella son calcos de las probablemente usadas por su madre y su tía, apuntando ya el tipo de mujer que sin duda va a ser (pero qué malo puede llegar a ser Cortázar bajo toda una capa de ternura y azúcar).

Y esa crueldad despiadada de la adolescencia, a Leticia la miman porque está enferma pero en cuanto demuestra ser la preferida del chico del tren, las otras dos empiezan a sacar las garras y a lanzar sus dardos envenenados hacia ella, con toda la apariencia de normalidad y racionalidad de la que solamente son capaces las arpías que somos todas a los doce años Y Leticia sabe que no va a poder ganarles la batalla a las otras dos en campo abierto, por eso no acude al encuentro que propone Ariel y se limita a escribirle una carta. El conocer a Ariel les supone a las tres chicas el paso de la infancia a la adolescencia, el final de los juegos y el final de la inocencia infantil.

Se me ha cruzado el comentario de Mobley: es verdad lo que comentas, el enfrentamiento entre la fantasía de los juegos y la realidad es fundamental. A Ariel le gusta la Leticia de fantasía, la que tiene un aspecto regio cuando se disfraza de estatua, pero seguramente se iba a llevar un gran chasco si llegara a conocer a la Leticia enferma del mundo real. Por eso Leticia prefiere no conocerle y seguir existiendo como una fantasía perfecta en su memoria.

Uno de los cuentos más logrados de Cortázar, en mi opinión.

[Babel]

Cierto. Esa última estatua tan lograda es como un regalo, una despedida para Ariel, para que ella siga siendo en su memoria la fantasía perfecta que comentas.

Es genial.

[emedoble]

A medida que he ido leyendo el cuento, lo he ido recordando, lo había olvidado, pero ese juego de las estatuas se ha quedado en mi memoria

Me ha encantado como decís el tono narrativo, desde el principio la voz infantil es plenamente creíble, el tono, los comentarios, las anécdotas que comenta, todo te resulta perfectamente preadolescente (aunque este concepto sea actual).

Yo creo que Leticia tiene claro, en el momento que Ariel quiere conocerlas, que ella no se a va a presentar, pienso que en la carta violeta le explica su enfermedad y su imposibilidad de ser más que una estatua para él. Por eso el último día le hace la gran estatua, la mejor, la despedida definitiva de él y el momento en que se acabará el juego también para ellas.

Es un cuento precioso por ese momento del fin del juego y lo que conlleva: el fin de la infancia, de la inocencia, de la diversión sin consecuencias y empieza la edad adulta, la competencia por los chicos, la adolescencia en pleno. Muy bueno, sí, me ha encantado.

[Ororo]

Precioso. Y muy duro.
Con qué madurez afronta Leticia su "derrota" en la vida real apartando de su lado a Ariel. Sí, yo creo que en la carta le dice que al día siguiente se van a despedir, porque "lo suyo" es imposible. Por eso se pone lo mejor para él y hace la mejor de sus posturas. Creo que ella le impone (como jefa de la banda y "privilegiada" por su defecto físico en muchos casos) la despedida. Es un momento muy emotivo el del último tren.
Además de la aparición del chico (no hay ninguno más en todo el cuento, todo son mujeres (excepto José ) siendo más especial todavía para ellas llamar la atención de un hombre) y los papelitos que fuerzan, pero también acompañanan de forma natural, al paso de la infancia a la adolescencia, el último día Leticia se pone las joyas de su madre. Un símbolo más de CRECER.
El narrador en la piel de una niña, impresionante. Creo que coincidimos todos en que ha acertado el estilo. Todo lo que rodea a la infancia: la jerga, el código por el que se rigen, sus normas peculiares... Recordemos cuando en el colegio nos enseñaban "El granito se compone de? Cuarzo, feldespato y mica." Yo aún me acuerdo de eso
O la forma de describir a Leticia: "era la más flaca de las tres, y para peor una de esas flacuras que se ven de fuera, en el pescuezo y las orejas".
También que "terminar en la calle nos parecía bastante normal", cuando su madre las regaña.
Por último: "La firma parecía un garabato aunque se notaba la personalidad" (en la nota de Ariel)

Hay una cosa que me gusta mucho: cuando están inmóviles haciendo alguna postura, les afecta una especie de ceguera que impide saber si alguien las mira y cómo. Esta incompatibilidad me hace pensar que cuando están jugando a ser estatua no pueden ver la realidad. Cuando juegan, están en ese mundo fantástico y nada más. Cuando no juegan, sí que pueden ver lo que pasa.
Me parece muy sutil esta forma de separar lo fantástico de lo real.

[Sunrise]

¡Qué precioso este cuento! el final me ha emocionado, pero me ha emocionado porque siento que no es nada bueno lo que le escribe en la carta y que con el juego final, esa actitud que no estatua que Leticia interpreta para Ariel, mirando al cielo...se está despidiendo para siempre y él lo sabe. También hay un detalle que me dio pena y es que en una parte del relato, cuando nos explica en que consiste el juego, nos dice que es fácil interpretar la vergüenza o el miedo pero es dificil sin embargo hacerlo con la envidia o los celos. Sin embargo durante toda la narración, la envidia y los celos están presentes. Y el final de la infancia, donde se abre otra etapa de la vida en la que los juegos dejan de ser inocentes.

[Ororo]

nos dice que es fácil interpretar la vergüenza o el miedo pero es dificil sin embargo hacerlo con la envidia o los celos. Sin embargo durante toda la narración, la envidia y los celos están presentes

Muy buena apreciación, Sunrise.

[Ivanovich]

Poco más que decir a vuestros comentarios, coincido con todo lo que habéis dicho, este es uno de esos cuentos en los que parece que existe unanimidad de criterio.

A mi me ha parecido un cuento técnicamente perfecto, Cortázar apunta pequeños indicios que van preparando al lector para lo que sigue, atenuando la sorpresa, y coloca buenos puntos de giro (Mobley lo ha explicado bien) que impulsan la lectura del cuento para que la historia fluya maravillosamente, con un ritmo continuo.

En alguna de las entrevistas que hemos leído Cortázar definía muy bien el ritmo qeu tiene que tener un relato utilizando el símil de la bicicleta.

Aunque parezca broma, un cuento es como andar en bicicleta, mientras se mantiene la velocidad el equilibrio es muy fácil, pero si se empieza a perder velocidad ahí te caes y un cuento que pierde velocidad al final,
pues es un golpe para el autor y para el lector.

Babel, yo también tengo apuntada la idea de otra vez Silvia

Qué más que no hayáis dicho por aquí...

Por ejemplo, está claro que en este caso Cortázar deja deliberadamente abierta la puerta al no desvelar el contenido de la carta, para que el lector interprete lo que quiera y le ponga su final. Lógico sería interpretar que ella declara su enfermedad y le anuncia su despedida triunfal al día siguiente. A mi me apetece inventarme que hay una historia de amor posible y Leticia y Ariel se encuentran en otra dimensión, fuera del alcance de las otras primas. Porque sí, porque me apetece. En todo caso, no es eso lo más relevante del cuento.

Y cuantos sentimientos se tocan en el relato, el amor, la envidia, la crueldad del mundo infantil, con la particularidad de que el sujeto envidiado es Leticia, una niña paralítica, un contraste que da más potencia a esa idea subyacente de la envidia.

Más cosas, a ver: me ha gustado también el juego que inventa Cortázar para ilustar el mundo infantil, no tan distinto, en el fondo, del nuestro universo de adultos (si es que acaso lo somos), hecho en parte de sentimientos ("actitudes") y apariencias ("estatuas"). Así somos también los foreros con nuestros comentarios y nuestros avatares ¿o no?.

Y bueno, me gusta cuando cita ejemplos de "actitudes", que en realidad están todas ellas reflejadas en el cuento, que sí, que sí, envidia, caridad, verguenza, miedo, rencor y celos.

Bravo por el cuento!!!

[ErasmoSevilla]

Me ha encantado el cuento, para mi gusto sin duda uno de los mejores (aunque no los he leído todos y alguna semana he faltado a esta magnifica cita).

La verdad es que deja una sensación amarga, pero muy real de lo que es la vida y de lo que puede ser pasar de la niñez a la edad adulta.

Un cuento sin mundo fantástico ni realidades paralelas, uno de los cuentos más realistas que hemos leído. Vestido de “merengue”, de juegos de infancia, pero que encierra la dureza de afrontar la vida y las limitaciones que estas nos puede presentar.

Me encanta que el final no quede del todo cerrado, por que además creo que da igual lo que pusiera la carta, el sentimiento nos lo trasmite igual y tiene cierto encanto no saber exactamente que fue lo que paso.

A parte de las sensaciones que me ha dejado nada mas que añadir, como siempre entre unos y otros el cuento ya esta magníficamente analizado (sois estupendos). Además esta vez hay una clara coincidencia (lógica también al no tener el toque fantástico de otros cuentos).

[Carmen Neke]

la aparición del chico (no hay ninguno más en todo el cuento, todo son mujeres (excepto José )

Es muy cierto eso Ororo, el ambiente es exclusivamente femenino hasta que aparece Ariel en el tren. Y por lo visto así fue también la infancia de Cortázar, criado en un barrio de Buenos Aires con su hermana, su madre y sus tías tras ser abandonados por su padre. "Nunca hizo nada por nosotros", llegaría a decir de él Cortázar. Y además fue un niño enfermizo y asmático. Este ambiente envolvente y asfixiante del universo femenino pequeñoburgués del Buenos Aires de la época aparece en muchos relatos, y suele tener un transfondo inquietante y perturbador detrás de tanta normalidad. Sospecho que sus mejores amigos de aquella época fueron los gatos.

[Ginazul]

Un cuento precioso, sin fisuras, sin doble sentido. Cortázar muestra el mundo infantil lleno de sentimientos, a veces contradictorios, como ocurre con los adultos. Pero sin cargar las tintas en la crueldad y sin sacar las garras. Esas niñas juegan felices y conviven con la enfermedad. A veces tienen celos (por los privilegios de Leticia) o envidia por ser ella la elegida de Ariel. Pero en el fondo lo que sobresale más, es la ternura y el amor que se tienen. Son humanas y por ello no perfectas.

La verdad es que deja una sensación amarga, pero muy real de lo que es la vida y de lo que puede ser pasar de la niñez a la edad adulta.

Un cuento sin mundo fantástico ni realidades paralelas, uno de los cuentos más realistas que hemos leído. Vestido de “merengue”, de juegos de infancia, pero que encierra la dureza de afrontar la vida y las limitaciones que estas nos puede presentar.

Coincido totalmente en tus apreciaciones, Erasmo.

emedoble
Yo creo que Leticia tiene claro, en el momento que Ariel quiere conocerlas, que ella no se a va a presentar, pienso que en la carta violeta le explica su enfermedad y su imposibilidad de ser más que una estatua para él. Por eso el último día le hace la gran estatua, la mejor, la despedida definitiva de él y el momento en que se acabará el juego también para ellas.

Yo también lo veo así, emedoble.
Además, aunque parezca cruel, es real y comprensible. La enfermedad de Leticia, aparece, en este momento como un handicap al que la niña no se ve capaz de afrontar. Quizás en otro momento de su vida, cuando sea adulta podrá luchar por un amor que se le presente, ¿o no? ¿quién sabe?
Es evidente que este juego de las estatuas y la aparición de Ariel rompe la ingenuidad del mundo infantil.

Para mi ha sido uno de los mejores cuentos. Con un lenguaje precioso y vuelvo a repetir...lleno de ternura.

[Babel]

Y bueno, me gusta cuando cita ejemplos de "actitudes", que en realidad están todas ellas reflejadas en el cuento, que sí, que sí, envidia, caridad, verguenza, miedo, rencor y celos.

Sunrise e Iván, habéis hecho una buenísima observación con eso de que salen en la historia de estas niñas las actitudes que representan en el juego, es un paralelismo muy digno de Cortázar, y que además le da mucha riqueza al relato. Pequeños detalles que aunque no aprecies en un primer momento te hacen darte cuenta de la calidad de lo que estamos leyendo.

Y... Gina... la humanidad de las niñas que comentas es un grandísimo acierto, el hecho de que sean traviesas (montan la pelea en casa), que sientan envidia o celos pero a la vez sean tiernas y generosas para con su prima les da dimensión humana y las hace más creíbles.

Ah, el título me parece muy apropiado. No se me ocurriría otro mejor.

[ErasmoSevilla]

Ah, el título me parece muy apropiado. No se me ocurriría otro mejor.

Muy cierto, no había caído pero esta muy bien buscado (hasta el titulo tiene un toque amargo ).