Sobre la verosimilitud. En lo que toca a "Casi" yo creo que el personaje está muy bien logrado, la narración desde su óptica es un acierto que simplifica el tono y lo vuelve más ligero. Sobre el "Viejo", finalmente sí que se descubre suficiente de su historia como para que sea necesario ponderar sus acciones. Considerando estas circunstancias, aunque acepto que pueda parecer raro, en lo personal yo no lo veo tan increíble:Una vez él atrapó una pardela que había sido anillada cincuenta años antes. ¿Te das cuenta, Casi? ¡Cincuenta años! Estaría bien que ellos dos pudiesen llevar unas anillas así toda la vida. Aunque no se volvieran a ver nunca jamás, se sabría cuándo y por qué se las pusieron. Pero no hay anillas así para las personas. Nadie anilla a nadie y luego lo deja volar libre, como hacían ellos -esa mujer y él en la reserva, con los pájaros.
Conozco un par de personas con discapacidades y las particularidades de cada caso, si bien no tenían nada que ver con las de esta historia, me parece que les ponían a la par de las del Viejo. Ahora, si bien por un lado supongo que la intención de la autora es poner de manifiesto cierta estrechez de miras en cuanto a las relaciones humanas, no dejo de reconocer que "acepto" la historia debido a las circunstancias excepcionales (mentales) del Viejo. Reconozco que si fuera un adulto "normal" me hubiera sido más difícil de digerir. La propia historia nos muestra la razón por la cual se camina al filo de la navaja a esas edades, y es que ya no es el Viejo sino la propia Casi la que (casi ) precipita la tragedia con sus avances. |
El final me ha resultado emotivo, y le suma un puntillo.