Estoy totalmente de acuerdo con una de las opiniones anteriores:
Mirall trencat (Espejo roto). para mi, es una de las obras cumbres de Mercè Rodoreda, es una novela que aglutina todo el mundo interior y las obsesiones de la autora (los jardines, las flores, las relaciones amorosas difíciles o estériles) que ya apuntaba en novelas anteriores (
Aloma y
La plaça del diamant ). Mirall trencat es una novela de madurez vital y narrativa. Pero bueno, este hilo es sobre
La plaza del diamante . Creo que lo que convierte a
La plaza del diamante en una obra maestra de la literatura contemporánea es que la autora es capaz, sin grandilocuencias y sin excesos narrativos, de explicar la pérdida y posterior recuperación de la identidad de una mujer aparentemente anodina. Natalia pierde su "yo" y se convierte en Colometa por obra y gracia de un marido absorbente. Y sólo al final de la novela vuelve a ser Natalia.
| Es curioso como este proceso de pérdida y de recuperación del yo va totalmente paralelo a la llegada de las palomas a su casa. A medida que las palomas van invadiendo su espacio doméstico es como si, simbólicamente, invadieran su espacio íntimo para hacerla desaparecer como individuo. Y sólo al final, cuando decide acabar con las palomas, inicia el proceso de recuperación de su identidad. |
Mercè Rodoreda siempre escribe sobre individuos, sobre mujeres, porque sus personajes masculinos son totalmente subsidiarios de los personajes femeninos. Sólo tiene una novela protagonizada por un chico,
Quanta, quanta guerra. Y el escenario (Barcelona) y los hechos históricos ( guerra civil y postgerra) son, creo yo, telones de fondo ante los que ir desarrollando un proceso vital. Lo mismo pasa con
Aloma o
El carrer de les Camèlies (La calle de las camelias). De hecho, a Mercè Rodoreda no creo que le interesara hacer novela realista y es curioso como sus novelas, poco a poco, se van poblando de símbolos (palomas, flores, jardines, agua...), de elementos oníricos, hasta que pierden el contacto con la realidad. Este proceso, de hecho, fue paralelo al que vivió la autora (su vida fue fascinante, creo que a su pesar).
Mirall trencat marcaría el punto de inflexión entre la realidad y el mundo de los símbolos y de los sueños y , a partir de ahí, la autora pasa, como ella misma afirmó, "a l'altra banda del mirall" (al otro lado del espejo), lo cual no deja de ser un guiño a Lewis Carroll y a su
Alicia en el país de las maravillas. A partir de ese momento, sus novelas (y los cuentos, que los cuentos de Rodoreda son excelentes) se tornan de más difícil lectura, precisamente porque se apartan de la realidad, que es un poco lo que, a los lectores de a pie, nos permite ir avanzando en la lectura de sus novelas. Este mundo de sueños ya se insinúa en
La plaza del diamante , las palomas tienen un significado simbólico brutal, pero creo que hay muchos más: el embudo, la balanza que está grabada en la escalera...
Me gustaría que me dierais vuestra opinión sobre el personaje de Quimet. ¿Se le podría considerar, con una óptica actual, como un "maltratador" psicológico". Pienso en todo lo que va haciendo para llevar a Colometa a su terreno.
| Primero, le quita el nombre y, por lo tanto, el signo primero de su identidad. Después, hace que deje su empleo de dependienta. Le trae las palomas a casa... Y la coletilla de "Pobre María...". |
Colometa por fuera parece muy frágil y quizás si fuese una persona de carne y hueso pensásemos que es una persona apocada y débil, pero la autora nos hace llegar la intensidad de sus sentimiento pero sin dejar de mostrárnosla como se ve por fuera. Es increible. Creo que Mercè Rodoreda es una gran autora.
da igual, el caso es que es una gran obra, y no tan triste como Aloma. 
Y si puedo opinar, elegiría "La dama de las camelias" 
!! lo tendré en cuenta, sabes que hago caso de tus consejos 
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