Bueno yo no viví la guerra civil ni tampoco mis familiares más cercanos pero sí otras generaciones y cuando se da el caso de un pueblo pequeño, como en la novela, los rencores, las rencillas, los silencios pasan de generación en generación. Y cuando ya se tiene edad para saber que no tiene nada que ver con uno es cuando duelen más las cosas, es tiempo perdido en odios, en no vivir tranquilos, no querer cerrar una historia que realmente es dura, triste y dolorosa.
Lo peor es que la guerra no hace más que dejar heridas abiertas, tampoco el franquismo ayudó a la concordia, esta historia refleja muy bien cómo era la vida en los pequeños pueblos después de la guerra, yo he oído historias similares a las que se narran y aún con la distancia resultan dolorosas por incomprensibles y me refiero a poner por delante una ideología antes que la vida personal y familiar.
He leído un poco más, empezando el
capítulo 59, aún estoy esperando que me cuenten la verdad
Mientras los años pasan, Franco muere y llega la monarquía, ahora todos son demócratas de viejo cuño, todos se sacuden las viejas amistades y la vida continua.
Tina me pone nerviosa, vamos mujer si supones y tienes pruebas
pues espabila Favila, que viene el oso.