He leído las críticas de esta novela, varias veces controvertidas respecto a la forma de escribir de Jesús Carrasco.
¿Qué se puede decir, qué es un autor que escribe como se escribía hace años, en una época anterior a él? Sí, puede que sea cierto. ¿ Y eso importa?. Por mi parte me he llevado una grata sorpresa, porque Carrasco demuestra que domina el idioma. Utiliza un vocabulario rico y variado, con muchas palabras que a lo mejor ya están en desuso. Pero, ¿es que no es bello encontrarlas en un libro cuando cada vez nos expresamos con un léxico mas raquítico y lleno de palabras importadas de otras lenguas?.
Me he propuesto hacer una defensa de este escritor y de ésta su ópera prima. Porque me ha gustado esta dura historia tan sórdida, ambientada en una tierra yerma y hostil, en un clima asfixiante de calor, sequía y parajes desangelados. Esos pueblos semifantasmas perdidos en la llanura, ese castillo ruinoso en el que se cobijan el chico y el pastor, y esos caminos pedregosos que parecen no llevar a ningún lado.
Es una historia de
huida de una vida rota por los abusos. Porque llega un punto en el que el alma ya no puede más y tiene que tomar una salida a la desesperada |
en su vejez y en su vida errante alberga toda la generosidad y la fidelidad que se puede esperar del mejor compañero de peripecias. Y porque encierra la sabiduría de transmitir toda su ciencia a quien la necesita. |
ese alguacil desalmado que no duda en diezmar el rebaño del viejo y condenarle a muerte lisiándolo a latigazos y empozoñando las aguas del pozo con el cadáver putrefacto del macho cabrío. ¿Se puede ser más malo, abusando de niños y de ancianos? |
del tullido para completar la historia. Es el judas de la historia. |
de chorizos, jamones y salchichones que cuelgan del techo en sartas de chacinas. Las barricas de agua, el aceite de la tierra, los costales de harina, y ese plato de alubias con berzas con el que agasaja el tullido al chiquillo para encadenarlo en su sopor. |
Dice mucho de la novela la manera de cómo transmite esas sensaciones de olores
putrefactos,de suciedad de polvo, costras, sangre y orina, de esas heridas purulentas que sufren el chico y el viejo. Se ha comparado la obra a La familia Pascual Duarte de Cela. En otro estilo, pero llega a agobiarte de una manera similar porque es difícil de digerir lo que Carrasco te planta con su novela. |
Aunque a veces basta una novela para consagrarte, como fue el caso de Rulfo y su Pedro Páramo, con el que por cierto también se le ha comparado asimilando esos pueblos con Comala, espero que Carrasco prosiga su carrera brillantemente y nos deleite con alguna otra obra tan digna como esta.