Yo también lo he terminado, ha sido empezar la segunda parte y no poder parar de leer, pasar páginas para saber, vamos que estaba como Lali queriendo saber lo que faltaba.
La segunda parte es un giro total, si en la primera parte era una imagen casi de añoranza por la infancia, la inocencia, los lugares comunes que tanto nos sirven de apoyo y anclaje, la segunda parte es un sinvivir.
Casi tragedia tras tragedia, pero nada de morbo ni de incidir en las desgracias, con naturalidad y con pena,
la muerte de Amado, accidente tonto pero que era tan habitual en aquellos tiempos con la falta de medidas de seguridad, la policía entrando a buscar a Daniel por subversivo y delatado por el abuelo Bernardo, la historia oscura y negra que arrastra el abuelo, el vendedor de lencería, |
aunque también tiene partes divertidas que quitan hierro a la realidad de la vida, un nuevo huésped que se convertirá poco después en habitual y
, cachonda Mercedes con sus casi catalepsias
Me ha gustado mucho cuando, por fin el abuelo es expulsado, Lali cae enferma y esa enfermedad le sirve para ahuyentar todos los miedos, temores, fantasmas, figuras que por la noche no la dejan descansar. La fiebre hace que nunca más vuelvan a aparecer para tranquilidad y sosiego de la propia Lali y del resto de la familia, porque el carnicero asesino sonámbulo no dio lata ni nada. |
Lali es un personaje de dulce, ingenua, espabilada, lista como un rayo, algo cotilla, pero una niña que va despertando poco a poco a la vida y será una mujer estupenda, sensata, con sentido del humor y buena gente.
Me ha gustado mucho y Rosa, no es nada de peloteo, ya hace tiempo que te sigo y estoy impaciente por terminar la trilogía de Ana Martí, una serie absolutamente recomendable y maravillosamente escrita y por supuesto, una documentación impecable.
Gracias por estar por aquí y comentar, por la historia tan preciosa que nos has regalado y lo bien que lo he pasado.