Desobedientes

[jose manuel saiz]

DESOBEDIENTES

Lávate bien las manos y la cara;
y no olvides limpiarte por detrás
de las orejas
–me decía mi madre de pequeño.
Nunca la hacía caso.

Recuerdo que teníamos un gato
que se lavaba así todos los días.
Todos.
Varias veces.
La cara, las patitas, por detrás
de las orejas…
Pacientemente.
Yo le miraba raro.
Me asombraba que ese gato
le hiciera caso en eso a mi mamá
sin pedírselo; porque,
cuando mi madre le decía ¡Ven!,
no iba nunca.
Yo iba siempre.
Y, cada vez que iba,
el gato me miraba raro.

--oOo--

[Aben Razín]

¡Muy gracioso!,

Gracias por compartir el poema, @jose manuel saiz

[lucia]

¡Menudo espejo inverso!