Poema en la cuarentena

[Naomi]

Como el título indica, este poema lo escribí durante la cuarentena.

A veces la vida se nos torna oscura,
el alma atrapada bajo un gran peso,
el mundo suspendido en interminable receso,
confabulados para formar una herida que no cura.
Pero estalla la luz, rasga la oscuridad y queda el alma pura,
el corazón algo maltrecho pero al final ileso.
Cuando todo a mi alrededor parecía perdido,
la luz al final del túnel por fin percibo.

[lucia]

¿Has sufrido una enfermedad contagiosa? Y no me refiero al covid y la detención ilegal, porque eso fue confinamiento y no cuarentena, sin base científica ni económica más allá del colapso hospitalario de los primeros días, y ha dejado secuelas en mucha gente que está todavía en la fase de herida que no cura.

[Naomi]

No, yo el covid lo pillé flojito, cuando llevaba ya la segunda o la tercera dosis.

Durante el confinamiento o la cuarentena, lo pasé mal porque estuve esos tres meses en un erte, o sea que no podía salir ni para ir al trabajo... sólo una o dos veces por semana para comprar lo necesario... y casi siempre me paraba la policia al ir o al venir (que a donde iba, que de dónde venía)... no tenía siquiera la excusa de sacar al perro, porque no tengo.

Se me hacían los días larguísimos y muy aburridos... suerte que tenía el ordenador y podía entretenerme con mis relatos, poesías y dibujos, que si no...

y ya, cuando a principios de junio me llamaron del trabajo para decirme que hacia mediados me podía volver a reincorporar, pues ya vi el cielo abierto.

[lucia]

Pues imagina eso mismo en los niños. Es que cada vez que lo recuerdo