Duerme, mi niño, y no temas ningún espanto,
que para el miedo esta noche no hay cabida ninguna,
pues yo le pediré a la pálida luna,
que te cubra con su plateado manto.
También le pediré a Dios, los ángeles y cada santo,
que bajo su atenta mirada no te aceche pesadilla alguna.
Y así que, a su amparo, puedas tranquilo descansar,
hasta que mañana, si Dios quiere, nos volvamos a encontrar.
Canción de cuna
Re: Canción de cuna
Esa es una nana para no cantar en voz alta
Nuestra editorial: www.osapolar.es
Si cedes una libertad por egoísmo, acabarás perdiéndolas todas.
Mis diseños
Si cedes una libertad por egoísmo, acabarás perdiéndolas todas.
Mis diseños