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El príncipe tenía demasiada experiencia como para ofrecer a los huéspedes sicilianos en un pueblo del interior una comida que comenzase con un «potaje», e infringió tanto más fácilmente las reglas de la alta cocina en cuanto esto correspondía a sus propios gustos. Pero la información sobre la bárbara costumbre extranjera de servir un caldo como primer plato había llegado con tal fuerza insistencia a los señores de Donnafugata como para que un temor residual no palpitase al comienzo de cada uno de estos solemnes banquetes.
Por eso, cuando tres sirvientes en verde, dorado y rosa llegaron con una enorme placa de plata que contenía un timbal de macarrones, sólo cuatro de cada veinte personas se abstuvieron de expresar una feliz sorpresa: el príncipe y la princesa porque lo esperaban, Angélica por la afectación y Concetta por falta de apetito.
Todos los demás (incluido Tancredi, huelga decirlo) expresaron su alivio de diferentes maneras, desde los silbidos aflautados de éxtasis del escribano, hasta el chillido agudo de Francesco Paolo. La mirada circular amenazadora del dueño de casa cortó de cuajo, por lo demás, todas estas manifestaciones indecentes.
El aspecto de esos pasteles monumentales era bien digno de evocar temblores de admiración. El oro bruñido de la cobertura, la fragancia de azúcar y de canela que emanaba de él, no era más que el preludio de la sensación de deleite que exhalaba el interior cuando el cuchillo rasgaba la corteza: irrumpía al principio un humo cargado de aromas y se entreveían luego los higadillos de pollo, los huevos duros, los filetes de jamón, de pollo y de trufas en la masa untuosa, calentísima de los macarrones cortos, a la que el extracto de carne confería un precioso color gamuza».
Giuseppe Tommasi di Lampedusa, El gatopardo
RECETA: EL TIMBALLO DI MACCHERONI de El gatopardo
Ingredientes para 6 personas.
400 ml de salsa de carne (extracto también está bien)
1/2 pollo hervido
100 g de champiñones frescos o congelados
100 g de higadillos de pollo
200 g de jamón cocido cortado en tiras
120 g de guisantes pequeños hervidos
Manteca de cerdo
500 g de macarrones
Queso rallado
3 huevos hervidos en rodajas
Sal y pimienta
1 trufa negra
Para la pasta frolla:
400 g de harina
200 g de azúcar
200 g de mantequilla a temperatura ambiente
Una pizca de sal y canela
4 yemas de huevo
Para la crema pastelera:
3 cucharadas de azúcar
3 yemas de huevo
2 cucharadas de harina
Una pizca de sal y canela
1/2 litro de leche
PROCEDIMIENTO
Primero, preparar la masa de la pasta frolla mezclando rápidamente todos los ingredientes con las manos para obtener una mezcla homogénea. Dejar reposar durante una hora cubierta con un paño en la nevera.
Luego preparar la crema pastelera y cubrirla con envoltura plástica hasta que esté lista para usar.
Preparar albóndigas, del tamaño de una avellana, con 200 g de carne picada de pollo picada mezclada con 1 huevo, 100 g de jamón cocido, 2 cucharadas de queso rallado, perejil picado y una pizca de sal. Freírlas en abundante aceite y reservarlas.
Saltear el pollo y el jamón restantes, cortados en tiras, en un poco de manteca; agregar los higadillos de pollo, los champiñones, las albóndigas, los guisantes, y darles unas vueltas. Luego pasar el contenido de la sartén a una cazuela, con unas cucharadas de jugo de carne, y cocinar por unos minutos para que los sabores se mezclen bien.
Mientras tanto, hervir los macarrones muy al dente, escurrir y condimentar con la salsa de carne, un poco de manteca, mucho queso rallado, y dejarlos enfriar. Engrasar un molde para tarta de 30 cm de diámetro y cubrir el fondo y los bordes con un tercio de la pasta frolla, aproximadamente 1/2 cm. Es importante que la masa sobresalga un poco de los bordes para que el timbal se pueda cerrar fácilmente con el otro disco de pasta.
Disponer en el fondo la mitad de los macarrones, extender los huevos sobre la mezcla de carne, espolvorear con el queso rallado y la trufa en láminas, luego cubrir con el resto de los macarrones dando una forma ligeramente abombada sobre la cual se vertirá la crema esparciéndola de modo que impregne bien. Cubrir el timbal con la masa restante, presionando bien los bordes para que se adhieran a la capa inferior. Pincelar la superficie con huevo batido y cocinar durante unos 45 minutos en el horno a 180 grados C.
Antes de desmoldar, dejar reposar 5 minutos.
Servir inmediatamente.
(Receta de
https://www.identitagolose.it/sito/it/1 ... pardo.html )