Nubosidad variable.- Carmen Martin Gaite

[Murke]

Marimar, qué pena! A mí este libro me gustó mucho, por lo que tiene de reflexiones, especialmente relacionadas con la amistad. Sí recuerdo que era un poco lento, pero los libros de Martin Gaite son todos un poco lentos, hay que ir saboreándolos. Claro, hay que encontrar el momento adecuado para ellos. Espero que vuelvas a él algún día .

Para empezar con Martin Gaite yo siempre recomiendo Entre visillos, que fue la primera que leí yo. Creo que el ritmo es un poco más rápido (un poco ).

[Isma]

Lo he empezado hoy por recomendación de una amiga, aunque me lo puso como de libro de adolescencia. No sé.

Llevo casi cien páginas y me está gustando mucho. Me parece muy dulce. Introspectivo y muy lúcido. Es fácil describir emociones, pero mucho más complicado justificarlas y construírlas de manera creíble. Este libro lo hace, a mi entender. Por lo que he leído, a través de las dos historias de Mariana y de Sofía voy a tener mucho rato de disfrute. El ritmo, eso sí, es lento, y a eso tendré que acostumbrarme.

Me ha extrañado verlo dentro del género epistolar. Es verdad que hay cartas, pero también hay capítulos de narrativa simple. No es más que un detalle de todas maneras.

[Isma]

Según avanzan las páginas, el diálogo me va pareciendo más un desahogo espiritual que otra cosa.

Quizás sea una deficiencia o distorsión mía, pero me pasa a veces, en la vida diaria, que alguna mujer cercana -mi novia, mi madre- me cuenta sucesos de la vida diaria que se enredan de forma inseparable con recuerdos, miedos o anhelos, y para los que la expresión oral constituye una forma de exorcismo, o de catarsis. Esta incontinencia verbal, aunque purificadora, a veces se convierte en un bombardeo que no puedo asimilar, por su extensión o por su formato tendente al monólogo.

Me pasó algo parecido con las Memorias de Adriano, buen libro pero un poco cansino en ese sentido (y también escrito por una mujer). Espero que Nubosidad variable no vaya por ese camino.

[Isma]

Voy por la página doscientos y pico y el libro se me está haciendo... insufrible.

La autora repite continuamente unas cuantas ideas lúcidas que se le ocurren al principio del libro, en especial, la ocurrencia del conejo en el erial, y la analogía de la vida formada por trozos rotos de espejo. Se me hace muy pesado. Me parece cada vez más que es una autobiografía mal disimulada y adornada con tonos pastel. Me cuesta muchísimo seguir el hilo de unas disquisiciones muy personales y que saltan de una cosa a otra sin pies ni cabeza. Y me molesta mucho que haya dejado de ser un diálogo para convertirse en dos monólogos separados, que se excusan en una amistad de niñas pequeñas para justificar una comunicación que no existe, pues es un desahogo monolítico.

En fin, que no me está gustando, pero ya para lo que me queda, me lo acabaré.

[Pseudoabulafia]

Quizás sea una deficiencia o distorsión mía, pero me pasa a veces, en la vida diaria, que alguna mujer cercana -mi novia, mi madre- me cuenta sucesos de la vida diaria que se enredan de forma inseparable con recuerdos, miedos o anhelos, y para los que la expresión oral constituye una forma de exorcismo, o de catarsis. Esta incontinencia verbal, aunque purificadora, a veces se convierte en un bombardeo que no puedo asimilar, por su extensión o por su formato tendente al monólogo.

Me pasó algo parecido con las Memorias de Adriano, buen libro pero un poco cansino en ese sentido (y también escrito por una mujer). Espero que Nubosidad variable no vaya por ese camino.

Oye, tu novia no viene mucho por el foro, ¿no?

[Isma]

Me tomas el pelo, pero me obligas a explicarme.

He intentado ser claro respecto a lo que el libro me hace sentir a mí, a costa de que la sinceridad pueda ser interpretada como un ataque a la mujer. No lo es. Pongo varios ejemplos. En el Ulises de Joyce hay capítulos en los que el autor nos muestra los pensamientos que discurren por la cabeza del protagonista, que es un hombre; me resultó un infierno seguir el hilo de la narración. Y tienes en el terreno de la ciencia ficción El hombre en el laberinto de Silverberg, en el cual el protagonista es incapaz de dejar de radiar telepáticamente sus pensamientos, haciendo imposible la vida a quienes le rodean. Se convierte en un paria. O las composiciones encadenadas de Gertrude Stein (una rosa es una rosa es una rosa...), sorprendentes y bellas. Con estos ejemplos quiero explicar que la exposición directa a los pensamientos es en general difícil de digerir, aunque también puede resultar estética.

Por otro lado creo que queda claro que el problema es mío por no ser capaz de asimilar este tipo de información, y que lo que yo interpreto como incontinencia verbal se puede deber perfectamente a una atención insuficiente o a una baja capacidad mental por mi parte. Puede que entienda como exceso lo que no es. Acepto, no quiero crear polémica. Con mis comentarios sólo quería expresar lo que el libro me hace sentir, y desde luego no ofender a mi madre, mi novia ni a la mujer en general.

[Isma]

Pues ya está. Me ha costado horrores acabarlo, odio dejar un libro a medias, pero el último cuarto se me ha hecho interminable.

No me ha gustado aunque reconozco que está bien escrito. Dejémoslo así.

[bee1981]

Un día decidí comprar "Nubosidad Variable", no tenía ningún libro de esta autora y me decidí por éste, más que nada por el argumento de la contraportada, que me llamó la atención. Empecé a leerlo y no había manera de coger el hilo, leí como unas 120 páginas y desistí.
Más tarde, leí "Entre visillos", que también se me hizo pesadísimo.
Un día, por casualidad, estaba leyendo una entrevista a un personaje famoso, y al preguntarle cuál era el regalo que más ilusión le había hecho, contestó que el libro de "Nubosidad variable". Así que decidí retomarlo; de hecho, más que retomarlo, empezar a leerlo de nuevo, ya que hacía años que lo tenía en la estantería a medias y ya no recordaba de qué hablaban las 120 primeras páginas.
Coincido totalmente con Isma y suscribo su opinión, aunque me erija en oveja negra de este foro. La primera vez que intenté leerlo, tuve que dejarlo porque no conseguía que me enganchara, pero esta segunda vez, haciendo un esfuerzo (para mí, supino), conseguí a duras penas terminarlo. Se me hizo lento, pesado, en las cartas y monólogos se va de un tema a otro sin ton ni son, venga disquisiciones por aquí y por allá, tal como le vienen en mente, los va soltando, y se repite hasta el hartazgo. Lo veo más como una especie de catarsis, escribir-escribir-escribir para que ambas protagonistas se queden a gusto. Como comenta Isma, el último cuarto del libro me agotó tanto la paciencia que estuve a punto de volver a abandonar, pero como él dice, no le gusta dejar un libro a medias, y para lo que quedaba, mejor rematarlo.

[primopons]

He venido a este hilo a curiosear porque este mes estamos leyendo a Martín Gaite en el miniclub de cuentos de los viernes. Y me he quedado bastante desconcertado ante las malas opiniones. Aunque ya no recuerdo nada del argumento, es lo único que había leído de la autora antes de los relatos de este mes. Pero os decía que me he quedado desconcertado al ver las malas opiniones de Marimar, Isma y bee1981 porque recuerdo que me gustó y lo leí siendo bastante joven. Menos mal que a Murke sí parece que le gustó.

[Murke]

Hola, Primo . A mí sí me gusto, aunque reconozco que no recuerdo mucho. Sólo una frase: La suerte hay que salir a buscarla al erial, o algo similar. Que la suerte no te va a venir a buscarte al sofá, vamos. Aunque ahora quizá no me parecería original, en su momento, me llamó la atención. Y la historia de la amistad de estas dos mujeres, y las cartas que se escriben... en su momento me gustó y no se me hizo pesado, y yo también era bastante jovencita cuando lo leí. De hecho, hace relativamente poco se lo recomendé a una amiga, y me dijo que le había gustado.

Estoy desaparecida del MC , pero tengo ganas de leer Caperucita en Manhattan. Lo haré, aunque sea más tarde.

[primopons]

Estoy desaparecida del MC , pero tengo ganas de leer Caperucita en Manhattan. Lo haré, aunque sea más tarde.

Se te extraña.

[Murke]

Gracias, Primo. Os sigo, pero mi tiempo no da pa' más.

[nosequé]

Cien hojas llevo. Cien, llenas de palabras muy bien escritas, cien que huelen a domingo por la tarde.
Seguiré

[nosequé]

Me ha resultado tediosa esta novela.
La soledad es un tema aburrido por si sólo y en esta historia se ha tratado tan intimista que resulta gris.
Vuelve una y otra vez al tiempo vivido y le da rango de perdido, sin acordarse que nuestro presente se vistió del pasado.
La salida que buscan las protagonistas es la huida y eso casi nunca funciona. Al final le cambia por el reencuentro.
No me ha gusta por esa negación a la vida y por el egoísmo que rezuma los intentos de abandonar esa vida que no les gusta, pero sin meta. Esperan siempre a alguien o a algo que les de la solución.
La nostalgia, la añoranza, el ayer, y otras palabras y frases hacen de este relato algo detenido en un tiempo aburrido y con poca esperanza.
Otros libros de esta escritora me han gustado, este no.

[smxabi]

Novela exclusiva solo para mujeres ...
Ningún hombre es capaz de digerir todos los circunloquios mentales de las protagonistas ...y las que las rodean: únicamente mujeres.
A mi me costó Dios ayuda el acabarlo pero con gran esfuerzo de voluntad y tesón lo hice.
Lo dicho: hombres abstenerse.
Para mujeres con mucha paciencia puede ser recomendable.