"Miquiño mío" - Emilia Pardo Bazán

Aquellas maravillosas cartas.

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natura
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"Miquiño mío" - Emilia Pardo Bazán

Mensaje por natura »

"Miquiño mío"
Cartas a Galdós

Emilia Pardo Bazán

Imagen

Edición de Isabel Parreño y Juan Manuel Hernández (2013)
Editorial: Turner
Encuadernación: Tapa blanda
Pag: 224
ISBN: 9788415832041
Se trata de la recopilación de las cartas, conocidas hasta el momento, enviadas por Pardo Bazán a Galdós, ordenadas cronológicamente y acompañadas de una aproximación a la figura de la escritora coruñesa y el relato esencial del amor y la amistad entre ambos autores.
Última edición por natura el 09 Oct 2013 14:51, editado 1 vez en total.
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Aben Razín
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Re: "Miquiño mío" - Emilia Pardo Bazán

Mensaje por Aben Razín »

Gracias natura :60: por abrir el hilo.

¡Me lo apunto! :164nyu:
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natura
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Re: "Miquiño mío" - Emilia Pardo Bazán

Mensaje por natura »

De nada Aben :wink: .

Dejo el artículo que sacó ABC cuando se publicaron en abril :lista:
Se publican al completo las cartas que la escritora le escibió al novelista.

Fue una mujer de armas tomar. Armas literarias... y de las otras. Porque fue, cuando los tiempos no lo recomendaban ni lo aplaudían, una mujer libre, libérrima, primerísima feminista, mujer culta entre las cultas, apasionada de la ciencia, que odiaba el hilo, el dedal y la aguja, que aborrecía bordados y zurcidos, que prefería tirar de pluma y folio en blanco para dibujar aquellos «Pazos de Ulloa», antes que andarse entre sisas y jaretas, porque como ella misma se dibujó: «Soy un alma de varonil latir».

Sí, la condesa de Pardo Bazán no solo era una mujer de clase, condesa, que no es poco, sino también una mujer con clase, esa que le llevaba a adornar su casa con mesitas del Lejano Oriente lacadas, a comer en vajilla de porcelana francesa, y a coleccionar los mejores abanicos de España y de su querido París.

La Bazán fue una precursora, autora de una novela fantástica, «Aficiones peligrosas», escrita con trece años, cuando decidió que de profesión sus labores nada de nada, que ella iba para escritora. Y así fue. Y hasta se prefirió separarse de su marido (mosqueadito por la pasión de la condesa por el naturalismo de Zola) que divorciarse de la literatura. Nunca se calló, ni en el Ateneo ni en la cátedra de la Universidad Central de Madrid que consiguiera cumplidos ya los sesenta y cinco años. Nunca se calló, y quizá por eso la Real Academia la negó por tres veces.

Corazón abierto
Doña Emilia fue una mujer que nunca le echó un candado a las puertas de su corazón. Unas puertas que un buen día cruzó aquel hombretón alto y desgarbado, canarión, aquel escritor criado entre mujeres, solterón (y se cuenta que ligón) empedernido, que minuto a minuto, hora a hora y día a día trazaba por escrito la trama social e histórica de España en sus «Episodios Nacionales», en sus novelas realistas, en sus fortunatas, sus jacintas, sus misericordias. Don Benito, al que un Pío Baroja de lengua demasiado larga llamara el garbancero, Don Benito Pérez Galdós y Doña Emilia estaban llamados a entenderse. Intelectual y apasionadamente.
«Pánfilo de mi corazón, rabio por echarte encima la vista y los brazos y el cuerpote todo»

Pasaron de ser discípula y maestro, a ser amantes, por libre, sin contratos, una «relación abierta», como tan cursimente se dice ahora. Y como no eran tiempos de sms ni de e-mail Doña Emilia y Don Benito tiraron de recado de escribir. Y no de vez en cuando, sino a lo largo de treinta años, entre el 5 de abril de 1883 y el 3 de marzo de 1915. Desgraciadamente, de las cartas remitidas por Galdós solo una no ha desaparecido. Muchas desaparecieron en el Pazo de Meirás, cuando sus propietarios eran los Franco.

El resto son noventa cartas que ahora se rescatan por primera vez en su totalidad (Carmen Bravo Villasante reunió hace años una treintena, conservadas en la Real Academia) en «Miquiño mío. Cartas a Galdós» (Ed. Turner) un libro editado y prologado por Isabel Parreño y Juan Manuel Hernández.

Misivas que van mostrando cómo fue cambiando la relación entre los dos escritores. Primero, pasaron por una admiración literaria mutua, que poco a poco se vestiría de amor, para acabar al final de las vidas de ambos (murieron con tan solo un año de diferencia) con una profundísima amistad. Las cartas están ordenadas cronológicamente y describen una relación íntima, tanto intelectual como sentimental.

Ahí en estas páginas momentos para el humor, para el cotilleo, para la pasión, para la crítica y el ensalzo de la labor de otros colegas, para darle un par de sopapos a la Academia, para pasar del primer «Mi ilustre maestro y amigo» (1883) al «Miquiño mío del alma, haz por dormir y no fumes mucho» (1889) y con párrafos tan propios del lenguaje naturalista de la Bazán como: «Pánfilo de mi corazón, rabio también por echarte encima la vista y los brazos y el cuerpote todo. Te aplastaré. Después hablaremos tan dulcemente de literatura y de Academia y de tonterías. ¡Pero antes te morderé un carrillito!». Lo dicho, de armas tomar que era la condesa.
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Aben Razín
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Re: "Miquiño mío" - Emilia Pardo Bazán

Mensaje por Aben Razín »

¡Muy interesante este artículo, natura! :60:
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jilguero
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Re: "Miquiño mío" - Emilia Pardo Bazán

Mensaje por jilguero »


Palabras de doña Emilia (extraídas del prólogo del libro)

En este desgraciado país, incapaces los hombres de equipararse a las mujeres, se dedican a difamarlas.

Lo único que creo se debe en justicia a la mujer, es la desaparición de la incapacidad congénita, con que la sociedad la hiere. Iguálense las condiciones, y la libre evolución hará lo demás.


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jilguero
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Re: "Miquiño mío" - Emilia Pardo Bazán

Mensaje por jilguero »

Leído. Como suele ocurrir en estos casos, son más interesante las cartas por ser quien es la remitente y por ser quien es el receptor, que por su contenido en sí. Pero para los lectores "cotillas" que desean conocer detalles de la vida de los autores de los libros que leen este libro no está mal.

Un poco empalagosa, doña Emilia/Porcia, en los apelativos que le dedica a Galdós (ratonciño, muchito, pànfilo de mi corazón, te arranco el bigotito o te como una guía del bigote, arrastradiño, amorcito, cariñito, nenito, dulce vidiña, compañerito, vidita, miquito, almita, monín) y un tanto pesadiña con la repetición del día que sale de viaje, la hora que llega, la hora de encuentro etc.; y al mismo tiempo una mujer con la cabeza perfectamente amueblada, sabiendo lo que más le importa de lo que comparten (No deseo ciertamente que me hagas una infidelidad, no; pero aun concibo menos que te eches una amiga espiritual, a quien le cuentes tus argumentos de novelas) y poniéndose el mundo por montera (Le hemos hecho la mamola al mundo necio, que proíbe estas cosas; a Moisés que las proíbe también, con igual éxito; a la realidad, que nos encadena; a la vida que huye; a los angelitos del cielo, que se creen lo único felices, porque están en el Empíreo con cara de bobos tocando el violín... Felices, nosotros.)

Y dada mi ignorancia, los fragmentos informativos que acopañan a las cartas me han resultado muy útiles para ponerlas mejor en contexto y fijarme en ciertos detalles que es posible que de otra forma me habrían pasado desapercibidos.


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Aben Razín
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Re: "Miquiño mío" - Emilia Pardo Bazán

Mensaje por Aben Razín »

Estos días, acabando el año del Centenario de Galdós y en los medios escritos, se vuelve a la carga con esta relación. Así que tiene su aquél sin entrar en menudencias, :roll:
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Aben Razín
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Re: "Miquiño mío" - Emilia Pardo Bazán

Mensaje por Aben Razín »

Este artículo, escrito por Ana Marcos, me ha parecido muy sugerente,

https://elpais.xxx/cultura/2020-12-14/l ... terio.html

(xxx = com)
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Re: "Miquiño mío" - Emilia Pardo Bazán

Mensaje por Aben Razín »

Otro programa más que trata este epistolario: en concreto, El ojo crítico de RNE Radio 1,

https://www.rtve.yy/alacarta/audios/el- ... 0/5740381/

(yy = es)
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Re: "Miquiño mío" - Emilia Pardo Bazán

Mensaje por klatubaradaniktó »

Pues, nada, ya toca leerlo... recordad que estamos en el homenaje al centenario del fallecimiento... No lo vais a dejar escapar, ¿verdad?

En unas semanas, me pongo, pero ya podéis empezar los demás... de hecho, desde el día 5 de septiembre...

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Gretogarbo
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Re: "Miquiño mío" - Emilia Pardo Bazán

Mensaje por Gretogarbo »

Leído en un suspiro... bueno, en dos.

Me ha llamado la atención lo poco que Emilia Pardo Bazán (EPB) cuidaba la gramática en la inmensa mayoría de sus cartas. Os puedo asegurar que yo tenía más celo en velar por ese detalle cuando escribía, en pasado muy lejano, cartas; o correos electrónicos, en un pasado más reciente, pasado de cualquier forma. Y no me refiero a expresiones o formas verbales, que ya sé que más de un siglo tienen esas cartas, sino a reiteraciones de palabras, por ejemplo. El uso del V. (usted), verbi gratia, que más que un uso es un abuso.

Quizás ahora que el Pazo de Meirás es de dominio público aparezcan las cartas, aunque se sospecha que el Cerillita (pequeño y cabezón) las utilizó para encender sus puros, pero es una pena que sólo se conserve una de Benito Pérez Galdós (BPG) a la... condesa (llevo toda mi vida teniendo que consultar si fue condesa, marquesa o duquesa). La impresión que me ha dejado la lectura de la parte correspondiente a EPB es que BPG rehuía bastante de la amistad más carnal de la gallega. Son reiterativas las quejas de EPB como consecuencia de renuncias de él a algunas citas, en ocasiones, injustificadas. Vamos, que el canario tenía en la condesa una vía de escape cuando le fallaba otra amante, que las tuvo a paladas, y esa petición de la Bazán de Ven a tomar posesión de estos "aposentos escultóricos" (sic), rotundos según los testimonios gráficos, añado yo, no siempre llegaba a buen término para desesperación de ella. Y eso que EPB se esmeraba, llegando a acudir a un dentista con la finalidad de hacerse extraer muelas cariadas, bajo los efectos del gas hilarante, para que el bigotudo notase buen sabor de boca (sic) en sus incursiones amatorias.

Un dato que me ha sorprendido. EPB dice en una carta, y lo reitera en otra, que se leyó los tres primeros volúmenes de Fortunata y Jacinta en una tarde de tren. A mí me llevó todo un confinamiento tal proeza.

Resumiendo, ha sido un placer leer esta fajo de cartas unidireccionales. Que ustedes le saquen el jugo que le he sacado yo.

¡Uy, que se me olvidaba! En su condición de mujer, doña Emilia fue muy liberal y adelantada a sus tiempos pero no acierto a comprender el por qué del secretismo de esta relación sentimental entre una mujer públicamente separada y un hombre soltero.
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Re: "Miquiño mío" - Emilia Pardo Bazán

Mensaje por klatubaradaniktó »

Ya estoy por aquí... No voy a ser capaz de merendarme las cartas tan rápidamente como el amigo Gretogarbo, quien ya ha dado cuenta de ellas... por cierto, que él y yo, yo y él, parecemos los únicos que seguimos el MC propuesto... los demás picoteáis y ampliáis, que veo que Los pazos de Ulloa, la Madre naturaleza e Insolación han hecho estos meses las delicias de todos...

De momento, estoy con el prólogo. Nada, absolutamente nada nuevo. La recopiladora de cartas pasea por los espacios bardobazanescos (la casa natal de A Coruña, el piso de Madrid, el Ateneo...) y rememora lo que fueron estos con la presencia de doña Emilia, cuyo retrato femenino es el único de esa especie que adorna el susodicho Ateneo, entre bigotes más o menos floridos y barbitas juguetonas, cuando no patriarcales...

Sigo y cuento...

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klatubaradaniktó
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Re: "Miquiño mío" - Emilia Pardo Bazán

Mensaje por klatubaradaniktó »

Terminado el primer bloque de cartas, el que abarca tanto la única carta de Galdós (bastante aséptica) como las escritas por Doña Emilia hasta 1887. En principio, hay que decir que se echa en falta la réplica del canario. Es una gran ausencia... pero eso, me temo, ya no es posible subsanarlo... Por otra parte, estamos en la época de gran admiración de la futura condesa y todo es pedirle y volverle a pedir a Galdós que pase tiempo con ella. El momento cumbre es la petición reiterada de que la visite en Galicia, que le tiene preparadas unas excursiones macanudas y que, por favor, no falte, por favor, por favor, por favor... Bueno, pues, por lo que leemos en las cartas, Benito, el Garbancero, hizo oídos sordos a esa petición y jamás de los jamases apareció por la Torre de Meirás...

Don Benito iba bastante a la suya y de responsabilidades, ni pío... o eso parece, pero habría que preguntárselo a él... un poco tarde, la verdad.

Otra cosa... Efectivamente, Emilia leyó Fortunata y Jacinta en un viaje en tren, pero solo las tres cuartas partes. Por lo visto, la primera edición salió en cuatro tomos y a la gallega solo le dio tiempo de leer tres tomos... y, curiosamente, tardó bastante en leer el cuarto... aunque, por supuesto, no escatimó elogios a la obra... Si alguien quiere tener esa edición en cuatro volúmenes, hay una librería en Sevilla que los tiene a la venta en muy buen estado, y conservando la cubiertas... Vale la friolera de 2000 euros + gastos de envío... a mí no me importaría que un admirador me los regalara... :361:

Vamos con el siguiente bloque... que esto se lee como si nada.

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Re: "Miquiño mío" - Emilia Pardo Bazán

Mensaje por Gretogarbo »

klatubaradaniktó escribió: 13 Oct 2021 18:51Bueno, pues, por lo que leemos en las cartas, Benito, el Garbancero, hizo oídos sordos a esa petición y jamás de los jamases apareció por la Torre de Meirás...
Don Benito iba bastante a la suya y de responsabilidades, ni pío... o eso parece,...
Muletazos de estos, a punta pala. Yo me quedé con la idea de BPG pasaba bastante de EPB. Disculpando la expresión, la tenía para desfogarse cuando a él le apetecía.
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Re: "Miquiño mío" - Emilia Pardo Bazán

Mensaje por klatubaradaniktó »

He acabado, prácticamente, el segundo bloque de cartas, las que escribió Doña Emilia en el bienio 1888 - 1889. No están todas, claro... solo aquellas que nos han llegado tras los expurgos de unos y otros...

Es de reseñar lo pronto que Emilia le puso los cuernos a don Benito... encontramos su confesión casi al principio de las cartas... junto con sus requiebros de perdón, misericordia y demás... curiosamente, hasta ese momento no había usado expresiones melosas al dirigirse a él, y solo posteriormente las usará en una clara intención de reconciliación... Hay que decir que Galdós era un mujeriego impenitente, cosa que sabía la gallega de sobras... De hecho, hay un par de referencias de la propia escritora hacia la "Peluda", esto es, la amante del canario en Santander, con quien tuvo una hija, nada menos... parece que, lejos de esconderlo, el episodio era comentario continuo entre ambos, que continuaron viéndose y acostándose juntos, como reconoce abiertamente doña Emilia... Galdós no solo la perdonó (o se perdonaron mutuamente), sino que se fue de viaje por las alemanias con ella, y recuerdan, por ejemplo, las camas en las que se refocilaron y los banquetazos que comieron, por ejemplo, el de Munich... Eso sí... nadie se enteró directamente de ese viaje... ni las familias ni los próximos de uno y otra tuvieron noticia de dónde estaban los tortolitos, por lo menos en principio. Hay varios comentarios sobre no dar pistas, ni hablar del viaje en público, para no dar mala impresión... recordemos que la Pardo Bazán aún era una mujer casada...

Otra cosa que me llama la atención es lo dominanta que era ella ¡Uf! ¡Qué mujer! Que si "nos hemos de ver aquí", que si "te espero en esta esquina... no, en la otra" "Lo que dije ayer, no. Haz esto". "Haz lo otro". "No fumes"... ¡Dios, qué agobio de mujer... Galdós debía estar hasta los mismísimos de ella... siempre mandando... Claro que don Benito era el único que la soportaba, porque, a lo que cuentan las cartas, ningún novelista de la época la podía ver... bueno sí, el pobre Narcís Oller, comido de viruelas y con muy poca gracia personal... dicen que también tuvo un "affaire" con ella... pero los Clarín, Valera, Palacio Valdés y demás vacas sagradas no la toleraban...

En fin, que acabo el puñadito de cartas que me quedan y pongo punto final...

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