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Es un diálogo dramático en un acto y dos escenas dedicado por la autora "Al Duque de Valencia, Marqués de Espeja y Vizconde de Aliatar, gran señor por los cuatro costados, artista por ley de naturaleza y por continua adquisición de refinada cultura; uno de los últimos representantes de aquella antigua nobleza española, conservadora de su clara tradición y su alto estado, dedica este diálogo, escrito a instancias suyas, y que debiera ser drama de Shakespeare o comedia de Calderón para significar como valor de obsequio lo que significa como señal de invariable afecto." Queda claro que doña Emilia, condesa, era una firme defensora de los valores aristocráticos de la nobleza.
Se estrenó, "con extraordinario aplauso" según las crónicas de su tiempo, pero con escaso entusiasmo de la crítica, el día 5 de marzo de 1904 en el Teatro de la Princesa, posteriormente Teatro María Guerrero, de Madrid, representando el papel de ña (doña) Bárbara la actriz madrileña María Tubau (1854-1914).
Doña Emilia presenció el estreno desde un palco. En mayo de 1905 se representó en A Coruña con poco éxito.
La acción se desarrolla en el interior de la cocina de la casa de ña Bárbara, en un paraje montuoso y quebrado a orillas del río Sil. Parece ser que el impulso para escribir el drama le surgió a Pardo Bazán tras haber presenciado la escena de unas aureanas, mujeres buscadoras de oro, en los márgenes del río.
La obra puede leerse aquí.
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