LA DESGRACIA DE SER INTELIGENTE
ALEKSANDER GRIBOYEDOV
Nº de páginas: 302
Editorial: ASOC. DIRECTORES DE ESCENA
Idioma: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788487591617
Año de edición: 1996
Plaza de edición: MADRID
Traductor: JORGE SAURA
Fecha de lanzamiento: 23/08/1996
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La desgracia de ser inteligente, cuya versión definitiva se publicó en 1824, es una comedia en cuatro actos de planteamiento tradicional, en que una joven, Sofia Pavlovna, debe elegir entre tres pretendientes, el meloso y sumiso secretario de su padre, Molchalin, el fatuo coronel Skalozub y el joven Chátsky, rebelde e independiente de carácter, que vuelve a Moscú después de tres años de ausencia. El esquema es muy semejante, a simple vista, al de Marcela, o ¿cuál de los tres?, la comedia casi contemporánea (1831) de Bretón de los Herreros.
Las semejanzas, sin embargo, acaban ahí. En la obra de Griboyédov el centro de interés se desplaza inmediatamente a la figura de Chátsky, el inteligente en un mundo de bobos. Chátsky, que ha viajado por el extranjero, se ve primero desagradablemente sorprendido y luego cruelmente rechazado por el ambiente moscovita que encuentra a su llegada: un mundo dominado por el servilismo más abyecto, por una modernidad superficial y un fondo tremendamente reaccionario. Un mundo chato, inmerso en las miserias del pequeño funcionario en que parecen haberse convertido todos los que rodean a Chátky.
La obra de Griboyédov era algo más que un simple divertimento cómico. Representa el modo de pensar de los círculos liberales rusos surgidos tras las guerras napoleónicas. Un año después, en 1825, se produjo el levantamiento de los «decembristas», ahogado en sangre por el Zar Nicolás I. Griboyédov fue llamado a declarar como acusado de haber participado en la preparación del levatamiento. Con todo esto, no es de extrañar que La desgracia de ser inteligente tuviera continuos problemas con la censura y sólo pudiera representarse completa en 1869.
Ahora bien, lo que me extraña es que esta desmesurada farsa haya podido ser autorizada alguna vez en algún país donde exista la policía y la judicatura, ya que se trata de la más delirante y feroz crítica del sistema policial que yo conozca.