Un buen regalo, Arden. Por supuesto, cuando la persona que lo recibe sabe apreciarlo. Y pienso que sea el caso.
Me gustaría saber el título de ese poemario. Simple curiosidad, porque toda la poesía de la Loynaz es maravillosa.
No sé si sabes que esta autora dejó que se perdieran poemas que había escrito en su adolescencia, y tal vez hasta en la niñez, porque estimaba que no tenían la calidad necesaria. Dulce María era muy exigente, en la literatura y en todo. Aparentemente apacible, era una mujer de carácter férreo. Ojalá llegaran a mis manos los poemas que dejó a un lado, y que nunca publicó. Me gustaría que llevaran mi humilde firma.
Que entonces dejaría de ser humilde.