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¿Quién no ha leído a Lope de Vega y Calderón entre otros muchos autores? Buñuel, Almodóvar, Fellini, ¿qué sería de una buena película sin un buen guión?
Arden escribió:Hay miniclub de lectura de esta obra a partir del día 20 de julio, por si a alguien le apetece unirse, dentro del miniclub mensual Beckett.
¡Una obra que merece la pena que se lea!... otra vez, ¡volveré a estar atento a los comentarios!,
Pasado: Fuenteovejuna de Lope de Vega.
Presente: Buda. El príncipe de la luz de Ramiro Calle.
La vi representada hace muchísimos años en un Estudio 1 y no entendí nada, ni me gustó.
Es de esas obras que siempre están en la lista de pendientes, pero nunca en posición aventajada. Es, más bien, de esos libros "que hay que leer", pero que no se leen, porque siempre encuentras algo mejor.
Hace unas semanas, corrigiendo trabajos de mis alumn@s, encontré una referencia a esta obra en un comentario de una alumna y me chocó (es un trabajo sobre Teoría de la Educación, no Literatura). Me dió la sensación de que no utilizaba bien la referencia... y decidí leerlo.
Quizá mi lectura haya sido rápida, y por eso no he captado toda la esencia de la obra. Pero, sinceramente, no me ha gustado (agradezco que -siendo teatro- se lea en un pis pas); tampoco la he entendido (no he querido leer ninguna interpretación de la obra que medie mi impresión). Sí me ha llegado la vacuidad de la existencia de Vladimir y Estragón, ese vivir los días sin nada reseñable, esperando siempre a algo que no llega (Godot), que tal vez cambie sus vidas, pero a saber.
No sé si Beckett quería hablar de la insustancialidad de nuestras vidas, del vacío existencial, o tenía intenciones más profundas, trascendentales. Pero con eso es con lo que yo me quedo. Con eso, y con esta frase: Siempre encontramos alguna cosa que nos produce la sensación de existir, ¿no es cierto, Didi? porque los personajes sólo pueden tener esa sensación de existir; una vida vacía, sin interés, sin hechos relevantes, no es existencia.
Ahora sí iré a leer alguna interpretación de la obra que tal vez me haga verla de otra forma. He preferido plasmar mi primera impresión por no contaminarme.
En mi opinión, el teatro del absurdo de Samuel Beckett y Eugène Ionesco ha envejecido mal -y eso que estamos en una época que le viene como anillo al dedo-, pero no obstante tiene su punto de reflexión del hombre ante lo que le rodea, sea divino o sea social,
Personalmente, pienso que tu comentario es bastante acertado, ya que esta obra tiene un tinte existencialista profundo,
Pasado: Fuenteovejuna de Lope de Vega.
Presente: Buda. El príncipe de la luz de Ramiro Calle.